"Regalo"

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Pasaron unos días para que fobos y deimos después de encontrar el asteroide y decorarlo para regalárselo a luna quien se le veía más alegre y menos asustadizo, eso también dio tiempo para poder curar los pequeños rasguños de su aventura en el cinturón de asteroides mientras que con luna se le podía ver junto con tierra en su órbita mirando aburrido el espacio, pues no había nada que hacer y tampoco sabía que hacer, en eso tierra lo mira y al ver su aburrimiento decide que sería buena idea ir donde Júpiter así podría visitar a su abuelo y luna podría escuchar las historias que tanto le gustan.

- Mi pequeña luna.

- ¿Mm? ¿Sí, papá?

- ¿Quieres ir a ver a tu abuelo Júpiter?
- ¡Sí! ¡Si quiero ir a verlo!

- ¿je, je, je, entonces ve y cámbiate para ir, sí?

- ¡Ya voy, papá!

Luna, muy emocionada, corre hacia su cuarto para cambiarse a una ropa más abrigada para poder quedarse bastante tiempo y poder escuchar las historias que han pasado en el sistema solar.

Después de cambiarse, sale de su cuarto y ve a tierra también abrigado, quien al ver movimiento se voltea y sonríe al ver a luna ya listo y con su mochila para actividades.

- je, je, je veo que estás listo, mi niño, pero no llevas demasiado, solo estaremos unas horas terrícolas.

- ¡No! ¡Esto es lo necesario, papá, aquí tengo el regalo para el abuelo Júpiter y para la abuela Saturno! Además de mi jugo, materiales, unas galletas y mi pijama por si nos quedamos a dormir.

- Sí que piensas en todo mi niño, pero recuerda que donde los abuelos tenemos ropa y seguro que mamá te hará galletas.

- sí, pero la abuela también necesita descansar y quiero mostrarle la nueva pijama que me diste papá.

- Je, je, je vale, entonces vamos nos ya, mi niño.

Luna, al escucharlo eso, se anima mucho y va junto a tierra, quien sale de su órbita tomando la mano de luna, quien tenía una mirada de alegría.

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En otro lado se ve a Marte con fobos y deimos preparándose para salir.

- ¿Niños, ya están listos?

- ¡Sí, papá, ya estamos listo!

Dijeron los dos al mismo tiempo que se podía escuchar la emoción y alegría en sus palabras mientras salían de su cuarto juntos cargando una caja decorada con pequeñas lunas de colores.

- Vale, entonces salgamos o no podremos ir a la órbita de la tierra.

Ambas pequeñas lunas asintieron emocionados, acercándose a su padre y tomando cada una mano y metiendo el regalo en el bolso que llevaba Marte.

Al salir, se dirigen a la órbita de la tierra con las lunas cantando y riendo, mientras que Marte los miraba divertido y los acompañaba a cantar y contar chistes.

De un momento a otro escucha su nombre y alza la mirada encontrándose con tierra. Quien venía con luna de la mano y también con un bolso, al verlo se acerca con fobos y deimos curiosos al verlos vestidos así, ya que ellos estaban cerca del sol.

- ¡Tierra, hola, amigo! ¿Cómo estás?

- ¡Hola, Marte! ¿Estoy bien y tú?

- ¡Me alegro mucho, tierra y yo bien! ¿Y qué has hecho? ¿Vas a algún lado? ¿Se te ve abrigado, no tienes calor?

- Qué bueno, marte, y pues he estado organizando mi órbita, cuidando a luna, lo de siempre. Si voy donde Júpiter y Saturno a visitarlos, ya ha pasado un tiempo desde que no voy y también tengo que llevarle materiales a Urano. Ja, ja, ja y no, no tengo tanto calor.

"Padre" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora