Destiny (Heartstopper AU)

⭐ Eight ⭐ S1.

Al principio, los días siguientes a la plática en el anfiteatro, Nick había mantenido una distancia propia de una amistad. Saludaba a Charlie con un pequeño apretón de manos y un breve abrazo lleno de camaradería masculina, de esos que incluyen una leve palmada en el hombro. Conversaban y convivían con tranquilidad, aún salían a solas y se divertían e incluso, seguían yendo a casa del otro cada fin de semana, pero ahora había un pequeño espacio entre ellos en todo momento.

Llegó un momento en que Charlie notó que, si bien Nick se comportaba de la misma manera con Tao, era completamente diferente con Aled, a quien solía abrazar con ambos brazos en su cintura e incluso, en ocasiones, lo levantaba del suelo y lo presionaba contra su pecho o lo hacía girar en el aire, sin razón aparente. Solo porque sí. De vez en cuando, Aled se agarraba del brazo de Nick mientras caminaban los cuatro juntos y peor aún, a veces se sentaba sobre su regazo cuando no había más espacios disponibles. A Nick parecía no importarle y, aunque Aled había dejado en claro que eran amigos y nada más, todas esas interacciones tan íntimas entre ellos hacían que el estómago de Charlie se retorciera con fuerza.

Charlie sabía que Nick y él habían sobrepasado los límites y ahora sabía, no solo cómo se sentía el tacto de sus manos unidas, sino también el como se sentían sus labios contra los suyos y esa sensación era algo difícil de desechar, sin contar, que muy en el fondo, él no quería ni podía hacerlo.
Así que, de manera inconsciente (o consciente, pero fingiendo demencia) comenzó a buscar el tacto del otro.

Fue un lunes la primera vez que se animó a cruzar, una vez más, los límites que él mismo había establecido. No había visto a Nick ese fin de semana, ya que había salido con su madre, así que lo extrañaba un poco más de la cuenta y eso era un incentivo perfecto para tomar acción.
Había llegado muy temprano a la escuela, lo cual le molestó bastante, pero le dió un tiempo a solas para pensar una vez más en cómo podría recuperar (o tal vez, incrementar) esa intimidad que había perdido con Nick. ¿Cuál sería la forma más normal e inocente de hacerlo? No tuvo demasiado tiempo para pensar, ya que pocos minutos después vio a Nick acercándose a la banca del patio donde él estaba sentado. Sin pensarlo un solo segundo, se puso de pie y se acercó rápidamente al rubio.

- ¡Nicky! - dijo y sin dudar, abrió los brazos y saltó hacia su compañero, aferrándose a su cuello - ¡Te extrañé! - susurró una vez que acomodó su mejilla sobre el hombro del rubio.

Pudo sentir como Nick se quedó paralizado por unos segundos y temió haberse equivocado o, peor aún, que pudiera haber arruinado las cosas para siempre aquel día en el anfiteatro.
Afortunadamente el pánico duró solo un momento, Nick reaccionó y rodeó a Charlie fuertemente por la cintura, apretándolo un poco.

- Yo también te extrañé, Char - susurró.

Permanecieron así unos segundos y luego, se soltaron. Cuando Charlie se encontró con la mirada de Nick, se percató, no solo de que estaba adorablemente sonrojado, sino que sus ojos brillaban intensamente, cálidos como el sol y su sonrisa era tímida, pero real, lo que hizo que el rizado se estremeciera un poco por dentro.

- ¿Cómo te fue visitando a tus tias? ¿Te divertiste? - preguntó tratando de recuperar la compostura.

- Fue agradable, pero hubiera preferido quedarme, si te soy honesto - Nick soltó una pequeña risita y ambos sonrieron.

Se sentaron en la banca y siguieron conversando con calma hasta que sus otros dos amigos llegaron.
Los abrazos continuaron, día con día, Charlie saludaba y despedía a Nick con un abrazo, un abrazo real, no esos horribles abrazos de empresarios. A veces lo aferraba por la cintura y recargaba su cabeza sobre las clavículas del rubio mientras este le rodeaba la espalda, otras veces se aferraba de su cuello, poniéndose en puntitas y dejaba que Nick le rodeara la cintura con una fuerza cálida.
Tao y Aled notaron este cambio, pero ninguno se atrevió a mencionar nada, aunque Aled, de alguna manera, sabía que ese momento llegaría tarde o temprano.