Capítulo 1

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Me duele la cabeza...

Hace una hora que desperté en Dios sabe dónde...

Unos señores me secuestraron, me llevaron con un hombre de traje.

—Usted se me hace conocido... ¿Como se llama?

El hombre me mira con una mirada que no se como descifrar... No soy buena en eso..

—Antoni Mascherano, Carineria.

Comienzo a hacer memoria y pocos recuerdos de esta chica junto a los mios leyendo los libros de Eva...

Se que a veces era muy mala con las personas, pero no creo que haya hecho algo malo para que me hayas traído aquí, acaso me odias...

Mi señor padre me enseñó a defenderme pero no me gusta la violencia... ¿Por qué yoo?

—Y me acaba de secuestrar ¿Por qué?

—Pues, la respuesta es obvia niña...

—Por que todos siempre me dicen niña... No soy una niña y no me veo como una...

El hombre de traje se acerco a mi y se sentó a mi lado.

—Por que es pequeña y se me hace muy inocente...

Sentí escalofríos al sentir su mano en mi mentón...

—Ademas es muy bonita.

—No soy inocente.

El hombre comienza a acariciarme la mejilla.

—¿Si? La verdad no lo parece... Todo de ti grita inocencia...

—No es cierto... Mejor quitarme estás cuerdas ¿Siii?

Él toma uno de los mechones de mi pelo y comienza a juguetear con el entre sus dedos.

—No lo haré... Estás más linda atada y callada...

Bufo... Tenia ganas de hablar.

Toma mi mentón para hacer que lo vea a los ojos.

—Y eres mucho más hermosa cuando no te quejas.

Dios.. yo se que soy hermosa y todo pero que no guste de mi... Está un poco dululu...

—Ya me ha fastidiado señor..

—Y te fastidiaras más si sigues con ese maldito tono...

—Sabe necesito ir al baño... ¿Me desata?

Le muestro mis manos.

Mira mis manos atadas y luego a mi.

—Bien pero te estaré observando.

Se levanta y comienza a desatar mis cuerdas.

Veo que tengo un pequeño tatuaje de mariposa en la muñeca.

El hombre miro mi tatuaje cuando estaba desatando.

—¿Por qué una mariposa?

La respuesta salió por si sola..

—Son tan bellas... Su transformación de gusana a insecto me parece fascinante y la libertad que tienen para volar va acorde a mi manera de pensar...

El hombre ya había terminado de desatarme, me miro unos segundos y luego suspiro.

—Mueve tu culo entonces y ve al baño.

Levanté mis manos para frotarme mis muñecas adoloridas.

Hicieron un nudo tan apretado y con tanta ligadura que me las lastimaron un poco.

¿Ellos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora