Capítulo 4. Y esta vez, las lágrimas sólo pueden ser, como mucho, de felicidad, lo prometo.
Quiero decir una vez más GRACIAS infinitas e inmensas por todas las cosas tan bonitas que me decís sobre el fic, y por aventuraros a hacer este viaje conmigo, que para mí es todo un honor, y por dejar que os emocione y vivir tan fuerte esta historia.
Tengo que advertir que es posible que el próximo capítulo puede que tarde un poquito más, pero así me aseguro que os dejo con un muy buen sabor de boca.
Capítulo 4 de "Canciones para Fina": "Te quiero, te quiero".
Como siempre, os animo a escuchar la canción y a viajar junto a Marta y Fina a través de todo lo que han vivido en sus numerosísimas visitas al teatro a lo largo de su vida juntas.
Ojalá os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo, y ojalá me lo contéis después, que siempre es la mejor parte de todo esto.
Nos leemos pronto!
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BANDA SONORA: Te quiero, te quiero - Nino Bravo (1970)
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Te quiero, vida mía, te quiero noche y día, no he querido nunca así.
Te quiero con ternura, con miedo, con locura, sólo vivo para ti.
Yo te seré siempre fiel, pues para mí quiero en flor
ese clavel de tu piel y de tu amor.
Mi voz, igual que un niño, te pide con cariño
"ven a mí, abrázame".
Toledo, 13 de julio de 2005
No quería pasarse el viaje quejándose, pero es que casi le salía solo. Primero, porque la idea le parecía nefasta. Hacía un calor terrible y el único plan que le parecía cabal era encerrarse en su casa con las persianas bajadas y en estado de latencia para evitar que el sofoco le consumiera la existencia y sus escasas ganas de vivir. Segundo, porque casi una hora de coche para llegar hasta un río donde con toda probabilidad no iba a bañarse mientras escuchaba en bucle una cinta de canciones infantiles iba a terminar con la poca cordura que le quedaba. Y tercero, porque era incapaz de comprender de qué manera Carmen le había hecho el lío para lograr que ella accediera -o al menos que no rechazase activamente- ir con ellos en su aventura del día para entretener a sus nietas. Las niñas, de 11 y 8 años, eran de la hija pequeña de sus amigos, que tenía una relación tremendamente tormentosa con su marido de la que sus padres nunca hablaban, y se pasaba el verano haciendo malabares para poder ocuparse de sus hijas. Y en esa ecuación, por supuesto, jugaban un papel fundamental sus abuelos, que se desvivían por procurar que todo el tiempo que pasaban con ellas pudiesen disfrutar de las vacaciones como cualquier otro niño de su edad. Y por eso los cinco iban sentados en el coche -tita Fina entre las dos en la parte trasera, ambas emocionadas ante la compañía inesperada y sin dejar de colgarse de sus brazos para llamar su atención-, rumbo a Hormigos para disfrutar de un día de campo en la zona de baño del río. "La peor idea del mundo, vamos", volvió a repetirse mentalmente. Pero apretó los labios con fuerza para evitar que las palabras saliesen de ellos, contaminando el ambiente festivo del habitáculo.
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Canciones para Fina
FanfictionToledo, 3 de julio de 2005. Unos pasos azarosos resuenan sobre la grava del camposanto. Junto al pecho de quien camina, apretada con fuerza, una caja de contenido todavía desconocido, que tal vez aporte algo de consuelo al dolor que ha destrozado su...