Días soleados ♡

1: Papá, papi, Youngmi, y ¡Minji!

Estoy cansada de este mundo. ¡Es que, tengo mis razones, papá!

¿Saben lo difícil que es no ser el centro de atención?

Yo merezco amor, cariño y ternura.

¡Papá y papi siempre se la pasan dándose besitos y abrazos, Youngmi siempre se la pasa en la escuela, y yo siempre me quedo en casa, haciendo, bueno... Nada, después de llegar del jardín de niños!

Por mas que sea, si, aveces no hacer nada también cansa.

¿Y si no me quieren?

Tal vez debería irme de casita :c

Escribía la pequeña Minji, hija menor de Jimin y Yoongi, y junto a Youngmi, hija de papá y papi.

Estaba vestida con un pantaloncito naranja, esponjosito, y una camisa blanca de mangas largas, un poco holgada, con una pequeña mandarina en el centro. Y sus piecitos rosaditos y pequeños libres de cualquier zapatito o calcetín, uh, como le fastidiaba tener que usar esas cosas, amaba estar descalza, siempre.

La pequeña Minji, era la copia exacta de su papá Jimin, labios gruesos y bonitos, ojos expresivos y pestañas largas naturales, cabellos negros y lacios, cejas pobladas, y una piel blanquita con pequeñas pequitas en sus cachetitos gorditos.

En cambio, Youngmi era la copia de su papá Yoongi, la misma cara y las mismas expresiones.

Podían parecer los dos unos amargados, pero ambos eran unas cositas hermosas  llenas de amor.

Minji salió de su habitación que compartía con Youngmi. A buscar aunque sea, algo dulce.

Ejemplo: los besitos que le daba su papá Jimin todos los días. ¡Eso sí que era dulce!

Lo que encontró fue una escena tanto divertida como preocupante, Jimin y Yoongi, uno arriba de los hombros del otro y Youngmi aún en uniforme escolar y mochila en los brazos de Jimin, tratando de bajar unas pequeñas cajas que contenían los ingredientes para la comida que estaban preparando Yoongi y Jimin, que por debido a su altura, ambos nisiquiera alcanzaban, pues ambos median lo mismo. Eran una pareja de enanos.

— ¡Deja de temblar, papá Jimin!
No puedo agarrar bien las cajas.

Se quejaba la hija mayor de la pareja.

— Papá, no es tan alto.

— ¡Para mí lo es!

— ¿De que te puedes quejar papi?
Tu y papi Yoongi son igual de chiquitos.

Ouch, eso ofendió a Jimin, hizo una mueca indignada.

— ¡Yoongi, nuestra hija nos está faltando al respeto!

— Bueno.

— ¡MIN YOONGI!

— ¿¡QUE?!

— ¡Di algo, no nos podemos dejar vencer por el enemigo!

— Youngmi, respeta a tu padre.

Youngmi aguantaba las ganas de soltar una adorable carcajada.

— Pero es cier-

— Youngmi.

Reprendió un calmado Yoongi, todo con tal de cumplir el capricho de su esposo.