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Max no era muy fan de las apps de citas, había intentado todo, Tinder, Bumble. Todo.
En cambio Sergio, estaba en todas y cada una de ellas. Aunque casi nunca tenía buena suerte, le gustaba hablar e experimentar con las personas. Siempre había una buena presa cada noche.
Un día, Charles amigo de Max, le había recomendado entrar a grindr. No era sorpresa que max era Bisexual, y que le giraba más a su mismo sexo, pero siempre había una noche con alguna chica. Y jamás tuvo la decencia y la valentía de acostarse con un hombre.
Max con intriga creó su perfil y no utilizó su cara, solo se veía su cuerpo y era todo. exploró en aquella app, que era exclusiva solamente para los hombres.
Recibía algunas notificaciones pero no se había decidido a contestar. Él veía la app principalmente por entretenimiento , se sabía que él era atractivo, pero siempre tenía miedo de alguna persona fuera del círculo de la F1 descubriera su orientación.
Como su padre.
Una noche en especifica, en medio de la temporada, Max estaba en el cuarto de su hotel y recibió una notificación. Un hombre con el username de 'tapatíoman' le había mandado mensaje.
Claramente era Sergio.
La cuenta tenía muchas fotos de él, desde selfies, a fotos de su musculatura o incluso en algunas situaciones algo sugestivas. Pero lo que más llamo la atención de Max, fue su rostro.
Era un hombre muy guapo. Max no pudo evitar ver su perfil como 2 o 3 veces, aunque no abrió el chat aún.
No podía quitarle los ojos de encima. El hombre del otro lado, tenía un torso muy bien esculpido, claramente iba al gimnasio, o algo de ejercicio hacía. Y a Max eso lo tenía hipnotizado. Después de pensar por casi 20 minutos, decidió por fin enviar una respuesta.
Max escribió un "Hey" en el chat.
Estaba nervioso, aunque el hombre no conociera su cara aún, seguía siendo un hombre público a fin de cuentas.
Pasaron unos minutos, y el hombre al otro lado finalmente respondió.
"Hola", decía en el chat.
Max estaba emocionado de que el hombre finalmente respondiera. Y Max no dudó en seguir el chat.
"¿Que haces?"
El hombre respondió "nada, aburrido y con ganas de divertirme 🙂"
Max podía sentir su corazón latir, no sabía cómo seguir, pero por alguna razón no pensaba dejar pasar ese chance.
"Si, estoy igual..." Respondió el holandés tratando de seguir la conversación que por nada del mundo quería terminar.
