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16.

JiMin quería ser el mejor chico para TaeHyung, por eso no dudó ni un segundo en inclinarse sobre su estómago y tomar la polla frente a él en su boca.

—Dios, si. —murmuró, apoyándose en la pared—. No me falta mucho, así que hazlo bien.

Park tomó el miembro en su mano, chupando la punta mientras masturbaba el resto. Estaba en ello cuando escucho el ruido de la puerta abrirse.

Se alejó con los ojos abiertos, alerta, pero TaeHyung le empujó la cabeza hacia su miembro nuevamente, él se negó.

—No estás siendo un buen chico. —murmuró bajo el menor, colocando una mano en su mejilla para acariciarla, pareció distraerse cuando acaricio con su pulgar el labio inferior del bajo—. Tu boca es tan linda.

Se inclinó para juntar sus bocas un momento, JiMin pensó que aquello era caliente.

Pensó que no sería excitante con el ruido de algún chico orinando de fondo, pero aún así rompió el beso para volver al pene frente a él y continuar la mamada. 

No podía evitar relacionar el sonido de fondo con lo que tenía en la boca.

Pero a quien engañaba, si TaeHyung le meaba la boca él feliz aceptaría… o tal vez no.

Una vez el chico se fue, pudo concentrarse mejor, sin distracciones.

Cuando TaeHyung se corrió, se sintió orgulloso, trago con una sonrisa y el de cabellos claros le besó sobre su hoyuelo.

—Que bueno eres, me hiciste venir tan bien, cariño. —habló Kim cansado. 

Park JiMin se sentía dentro de una mala película pornográfica ante el cumplido, pero con un bueno compañero.

Salieron del lugar y volvieron a la biblioteca, comenzando a sentirse somnoliento al poco tiempo.

Recostó su cabeza sobre la mesa mientras TaeHyung repartía caricias sobre su cabello, durmiendo al poco tiempo.

TaeHyung le gustaba mucho.