Capítulo 13. Eres súper bonita.

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Daniel

Empujo suave a Marta para que se tumbe encima de mi cama y sonríe mirándome a los ojos. Deposito varios besos muy seguidos en sus labios y ella intenta hacerlos más largos pero no le dejo por lo que me mira frunciendo el ceño. Me tiro a su lado y le acaricio la mejilla.

-Cuéntame algo sobre ti-Suelto sonriendo y ella no deja de mirarme los labios. Por lo que río y le doy un último beso-Va.

-Pues...-Suspira sonriendo-No sé que contarte.

Le miro con una de las sonrisas más verdaderas que he tenido en mi vida y ella me devuelve la sonrisa.

-Eres súper bonita-Digo sin ni siquiera procesar las palabras y me mira con una expresión interrogante-Es verdad, eh-Me defiendo riendo y ella niega.

-Que te digo de mi, va-Suelta para que cambie de tema y pienso durante unos segundos.

-Algo sobre ti, sobre tu vida-Le coloco un mechón detrás de la oreja y mira al techo pensativa.

-Me llamo Marta-Comienza y suelto una carcajada mirándola sonriente-Tengo trece años-Le miro sorprendido y rodea los ojos-Cumplo catorce en diciembre-Me aclara y asiento-Tengo una hermana que esta estudiando en Madrid, y... Mis ídolos se llaman Jesús y Daniel-Sonrio mirándole a los ojos-Y son muy tontos los dos-Pongo cara de fastidio aunque sé que lo dice de broma-Pero aún así les quiero más que a nada-Ríe y le planto un beso sin pensármelo por lo que sonríe un poco más-Mi mejor amiga se llama Raquel-Continua-Y esa si que es tonta-Suelto una carcajada-Enserio, es tonta perdida. Pero no sé que sería sin ella-Le paso una mano por la mejilla y coloca la suya encima para que no la mueva de ahí-Es increíble, siempre tiene una sonrisa para todos, aunque ella esté echa polvo-Suspira-Y mira que suele estarlo, eh-Medio sonrío queriendo interesarme por Raquel, pero sé que no tengo derecho a ello porque en verdad no soy nadie para hacerlo-Me gusta Harry Potter- Asiento divertido-Y poco más-Añade suspirando.

-¿Cómo andas de novios?-Pregunto divertido, aunque sé que de verdad me importa.

-El año pasado tuve uno-Ríe-Pero me duró unas dos semanas-Vuelve a reír y joder, no os imagináis lo preciosa que es-Era gilipollas.

-¿No os liasteis ni nada?-Pregunto sorprendido, sabiendo que ayer me dijo que yo fui su primer beso.

Niega sonriente.
Le beso otra vez, sabiendo que me parece realmente increíble que nunca haya dado más besos que a mi.
Le beso doscientas veces más, y podría estar haciéndolo millones de años.
Noto el cosquilleo ese en el estómago, y me encanta sentirlo con ella porque sé que no me va a traicionar.

Que la conozco de hace dos días y parezco un puto sicópata pensando que no me va a hacer daño, ni que va a ir a contarlo todo a los cuatro vientos y hablo como si la conociera de toda la vida, y no es así

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Que la conozco de hace dos días y parezco un puto sicópata pensando que no me va a hacer daño, ni que va a ir a contarlo todo a los cuatro vientos y hablo como si la conociera de toda la vida, y no es así.

Puede que mañana mismo me encuentre una foto de nuestra conversación, o un audio confesando todo esto, y puede que mañana mismo mis fans se enteren de todo porque ella se lo ha contado.

La miro a los ojos y sonríe acariciándome la mejilla.
Pero algo me dice que esos ojos verdes mezclados con miel no me van a traicionar jamás.

Creo que va a aguantar muchos insultos por las envidiosas que se aburren, y que va a tener que soportar lo gilipollas que puedo ser a veces.

Estoy hablando como si dentro de una semana seguiríamos teniendo contacto. Cuando a mi las chicas no me duran más de cuatro días.
Todos sabemos que no quiero nada serio.
Quizá porque no he encontrado a la que se merece tener nada serio conmigo. O porque no he descubierto que es lo que quiero realmente.
Bueno, que aunque no lo he descubierto, creo que Marta se acerca mucho a ello.

Alargo el beso lo que más puedo, hasta que Marta se separa diciéndome que se queda sin aire.
Río porque a mi también me estaba pasando pero no era capaz de distanciarme ni un milímetro.
Le miro esos jodidos labios que son dignos de las muñecas Barbie que tenía mi prima siempre, y sonrío ante tal pensamiento.
Esas muñecas siempre intentaban acercarse a una perfección de chica, cuando Marta, sin ni siquiera proponérselo, la roza.

Le beso la frente sonriente y se apoya en mi pecho suspirando.
-Cántame algo-Me pide, abriendo y cerrando los ojos muy repetidamente.
Me muerdo el labio sabiendo que no le puedo decir que no.

-Convénceme-Le digo pícaro, aunque se que en cuanto sonría voy estar pensando que canción cantarle.
Se queja sonriente y me planta varios besos en los labios, le correspondo con energía. Noto como los baja al cuello, y cierro los ojos disfrutando de este instante porque sé que en nada la voy a tener que parar.
Deposita unos cuantos besos más, y vuelve a subir hasta mis labios.

-Vale vale-Río al notar como me acaricia el pelo y me da un beso en los labios-Me has convencido.

Se vuelve a acomodar en mi pecho sonriendo y tardo medio minuto en pensar una canción.

-¿Nuestra?-Pregunto, y asiente ilusionada.

Doy un repaso por todo el repertorio de canciones mías, y creo que todas tienen algo que ver con ella.
Sonrío sin que me vea y le acaricio el brazo antes de empezar a cantar.

-Sólo fue conocernos en persona. Y saber, que tú eras para mí-Me aprieta un poco para acercarse más a mi, aún sabiendo que no puede-Pero sé que no hay remedios, que tendrás que irte muy lejos de aquí-Y hasta yo noto el miedo de que si apuesto por esto, tendré que irme y dejarla aquí sola-Lo escuché la distancia no perdona. Y tal vez, te olvidarás de mi-Y me muerdo el labio porque ojalá jamás se olvide de mi, porque aunque hace un día podía vivir sin ella. Creo que siempre ha estado a mi lado para cuidarme, que se convirtió en mi fan porque tenía que aparecer en mi vida para ponerme los pies en el suelo y para llevarme al séptimo cielo con una sonrisa.

Que creo que es ella y apostaría lo que fuera por demostrar que dentro de un tiempo daré gracias al destino o a mi buen ojo por subirla al escenario.

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