Desde los cimientos (Yoonjin)

Un capitulo en desarrollo

Jin se encontró en la sala de la casa de sus padres, con las manos sudorosas y el corazón latiendo rápido. Sabía que la conversación que estaba a punto de tener sería importante para su futuro con Yoongi. Aunque sus padres habían comenzado a suavizarse en su actitud hacia Yoongi, él aún sentía la necesidad de hacer las cosas bien y ser honesto con ellos.

Sus padres, sentados uno frente al otro en el sofá, lo observaban con una mezcla de expectación y curiosidad. Finalmente, Jin respir hondo y decidi comenzar.

—Papá, mamá... hay algo que quiero contarles sobre Yoongi y yo —comenzó Jin, intentando mantener la calma—. Hemos decidido mudarnos juntos. Queremos empezar de nuevo, construir una vida juntos desde cero.

Para su sorpresa, sus padres intercambiaron una mirada de complicidad, con sonrisas apenas contenidas en sus rostros. Su madre fue la primera en hablar.

—Oh, cariño, ya lo sabíamos —dijo ella con una risita suave—. Yoongi nos lo contó hace semanas. De hecho... ya tenemos un grupo de WhatsApp con él. Compartimos recetas de cocina y hablamos sobre los últimos resultados de los partidos de baloncesto.

Jin se quedó boquiabierto, parpadeando varias veces. —¿Qué? ¿Un grupo de WhatsApp? —repitió, incrédulo—. ¿Y ustedes ya se llevan bien con Yoongi?

Su padre se acercó, sonriendo ampliamente. —Sí, hijo. Yoongi es... sorprendentemente encantador, a su manera —respondió, como si fuera obvio—. Tiene un buen sentido del humor y es un excelente cocinero, por cierto.

Jin soltó una risa nerviosa, incapaz de procesar completamente lo que estaba escuchando. —Y entonces... ¿no están molestos por que quiera mudarme con él?

Su madre lo miró con ternura, pero luego frunció el ceño juguetonamente. —Molestos no... aunque sí nos molesta un poco que creas que no nos habíamos dado cuenta. Eres nuestro hijo, Jin, sabemos más de lo que crees.

Jin dejó escapar una carcajada, rascándose la nuca. —¡Vaya! Y yo que pensaba que iba a sorprenderlos. Bueno, al menos eso me ahorra una explicación larga.

—Sin embargo, sí hay algo más que queremos decirte, Jin —dijo su padre, poniéndose un poco más serio.

Jin se tensó ligeramente, preparándose para lo peor. Pero lo que escuchó después lo dejó sin palabras.

—Sabemos que Yoongi repartió su dinero entre sus amigos y que, básicamente, sigue siendo pobre —continuó su madre con una sonrisa divertida.

Jin asintiendo, sonriendo. —Sí, le gusta llamarlo "redistribución estratégica de la riqueza". No puede evitar ser generoso.

Su padre río suavemente antes de aclarar su garganta, adoptando un tono más solemne. —Y es por eso que hemos decidido que queremos ayudarte a ti ya Yoongi. Queremos darte como dote el dinero que recibimos por la muerte de Seojin.

Jin se quedó sin aliento. —El dinero... ¿por Seojin?

—Sí, hijo —confirmó su madre con un nudo en la garganta—. Sabemos que nunca podremos reparar el daño que causamos con nuestras palabras y nuestras actitudes hacia Yoongi. Pero queremos hacer las cosas bien. Queremos aprender a quererlo como a un hijo, de verdad. Y creemos que empezar por aquí es lo justo.

Jin sintió una punzada de emoción en el pecho. Jamás había esperado este nivel de comprensión y apertura de sus padres. Se le formó un nudo en la garganta, pero tratado de deshacerlo con un comentario ligero.

-¡Guau! Entonces Yoongi realmente ha hecho un milagro con ustedes, ¿eh? —bromeó, forzando una sonrisa para contener las lágrimas.

Su madre se rió, secándose una lágrima que había escapado. —Sí, creo que sí. Es un chico especial, y ahora podemos verlo. Sabemos que Seojin también lo aprobaría. Así que... este dinero, en lugar de ser un recordatorio doloroso, queremos que sea un nuevo comienzo para ustedes dos.