Te Vi Desde Mi Ventana

16. Te amo

¿No le sucede a todo el mundo que cuando está enamorado, el tiempo parece volar?...

Seokjin se queda pensativo frente a la pantalla, reflexionando sobre lo que su personaje acababa de decir. O más bien lo que él le ha hecho decir. Es que no puede evitar plasmar en cada palabra los sentimientos que ahora mismo parecen bombardear su corazón.

—Seokjinnie-ah, Seokjinnie...—la señora Park pone los ojos en blanco. Así le sucede últimamente con los tortolitos. Cuando están juntos, se pierden en su propio mundo y no hay nadie que los saque y cuando están sin el otro, parecen perdidos en sus pensamientos. Está hace un par de minutos, tratando de llamar la atención de Jin, para que vaya a almorzar.

—Noona, lo siento. Estaba pensando...

—En Jungkookie...ya lo sé, ya lo sé, pero tu novio hoy tiene clases hasta tarde. No vendrá a almorzar.

—Mi novio... ¿no te parece extraño decirlo? ¿Imaginabas que terminaríamos siendo novios?

La señora Park estalla en una risa estridente. ¿Qué si se lo imaginó?, ella sólo estaba ansiosa para que uno al menos se atreviera a declararse y así acabar con esa tensa relación amistosa.

—Hijo...cualquiera que los veía cerca, intuía que pasaría. Sólo estábamos esperando el momento. ¿Cuánto tiempo es ya?

—Un mes y una semana..., recuerdas... fue el 6 de diciembre que cumplimos un mes...dos días después de mi cumpleaños.

—Tienes razón. Parece que fuera más tiempo. Probablemente es porque los he visto juntos desde el principio. Ahora ven a la mesa, que debes comer. Estás muy delgado. Debes dejar en paz en las noches a tu novio o vas a desaparecer...

—¡Noona! ¡Cómo tú me dices esas cosas! —Seokjin, enrojeció imaginando que la señora Park los hubiese escuchado alguna noche. Ella volvió a reír y lo tomó de una oreja, para que al fin se sentara a comer.

Jungkook por su parte, estaba efectivamente en clases y recién tomaba un receso para el almuerzo. Yugyeom y Bambán lo miraban atentamente. El chico no dejaba esa sonrisa boba que cargaba desde hace un mes y una semana.

—¿Por qué me miran así? Sé que piensan que estoy loco, pero ustedes tenían la misma expresión cuando comenzaron su relación. Se miraban y parecía que no existía nadie más. Me declaro culpable de estar enamorado—levantó sus manos en señal de culpabilidad.

—Jungkook...lo entendemos. Es sólo que ya sabes...me preocupa que vayas tan rápido. ¿No has pensado que lo mejor sería que te fueras de la casa de Seokjin y vivieras por tu cuenta? Recién están comenzado su relación y viven juntos... ¿no tienes miedo que las cosas no terminen bien? Con Dong-Eun te fuiste a vivir a los dos meses de relación...

—No puedes comparar a ese imbécil con Jin. Además, ya lo hablamos y estamos bien viviendo juntos. Nos conocemos lo suficiente. Sabemos las costumbres del otro, lo que nos gusta y no. No quiero que se preocupen.
Esta vez estoy tomando las cosas con seriedad y no a la ligera y te aseguro que Seokjin también. Para él tampoco es fácil. Nunca ha estado en una relación formal y ambos decidimos que viviremos nuestra relación de manera relajada, pero sin caer en falsos idealismos, como tampoco en inseguridades o desconfianzas. Sólo debemos mostrarnos tal como somos.

Era verdad. Cuando comenzaron su relación de pareja, se habían sentado a conversar. Porque ninguno de los dos quería hacer sentir incomodo al otro. Jungkook entendía que Seokjin todavía podía sentirse inseguro y asustado de comenzar una relación real y reconocer abiertamente que por primera vez amaba a alguien. Y Jungkook no quería cometer los errores de pasado, dejándose llevar simplemente por sus sentimientos o idealizando la figura de Jin. Dejarían que las cosas entre ellos fluyeran espontáneamente. Sin que ninguno se sintiera presionado a decir o sentir algo sólo por complacer al otro. Seguirían viviendo juntos, porque para ellos funcionaba perfectamente. Después de todo, eran grandes amigos antes de enamorarse y eso no había cambiado. Seguían compartiendo el gusto por los juegos, las películas y la comida. Lo que había cambiado era su grado de confianza. Jungkook se había mudado al dormitorio de Jin. Y eso significaba una mayor intimidad y no sólo por el sexo, sino por lo que implicaba despertar y dormirse juntos. Lo bueno era que ambos tenían hábitos similares. Eran ordenados, aun cuando Jungkook era para el gusto de Seokjin un poco compulsivo y habían llegado rápidamente al acuerdo de qué lado de la cama dormirían. Gureum dormiría con ellos, pero lejos de su cama, para no traumarlo...