18. Te vi Desde mi Ventana

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Luego de regresar de Busan, pasaron brevemente por su casa, para que Jungkook viera el auto que Seokjin le había regalado. Sonrió aliviado, al ver que era un modelo económico y nada estrafalario. Besó a su novio que lo miraba satisfecho y contento de que hubiera aceptado su regalo.

Luego de darse una ducha y dormir un par de horas, emprendieron el viaje que tenía a Jungkook con los nervios de punta. Irían a Gwecheon, a la casa de los padres de Seokjin. Y a pesar que éste lo había calmado, indicándole, que ya se había ganado el corazón de su padre, Jungkook no podía dejar de pensar en la madre de Jin y en lo que pensaría de él.

Esta vez, el viaje fue corto y Gureum durmió casi todo el tiempo, por lo que Jungkook solo se dedicó a escuchar música y morderse el labio una y otra vez.

—Kookie, por favor ¿podrías calmarte? Te puedo asegurar que mi madre te va a querer. Papá ya le debe haber hablado de ti. Y ellos saben lo feliz que estoy. Imagínate, jamás les presenté un novio, ahora están emocionados.

—Pero...tu padre es homofóbico y ¿ella? ¿Acepta, así como así, tu homosexualidad?

—Bueno al principio no. Estaba decepcionada, como cualquier padre o madre supongo...jamás he sabido de alguno que salte de alegría, al enterarse que su hijo o hija no es heterosexual...pero luego con el tiempo lo aceptó.

—Pero tú no lo puedes saber. Tal como dijiste, jamás llevaste una pareja. Y eso no lo hacía real. Ahora tendrán que conocerme y ver que su hijo tiene a un hombre como pareja.

—Jungkook...estoy seguro que te aceptarán. Papá ya lo hizo. Además, no eres un hombre cualquiera. Eres hermoso, inteligente, culto y extremadamente tierno—Jin lo miró con una sonrisa cómplice.

—Bobo...tan cursi que eres a veces. Espero que tengas razón. Tu padre tampoco me ha visto como tu pareja. Ese día no nos vio juntos. Tal vez debemos evitar ser demasiado demostrativos frente a ellos.

—Estoy de acuerdo, pero tampoco voy a comportarme como si fuéramos sólo amigos. Somos pareja y las parejas se toman de la mano, se hacen mimos y se besan. Claro, no te voy a desnudar delante de ellos...

—¡Seokjin! ¡por supuesto que no! Y tampoco haremos el amor esta noche—ellos habían decidido no manejar de noche y se quedarían hasta la mañana siguiente.

—¡Hey! Que cruel eres. Anoche no lo hicimos...un hombre tiene necesidades Kookie...

—Maldito pervertido...antes pasabas semanas sin sexo y ahora me quieres sobre ti todo el tiempo...

—No voy a negarlo...Tú, montado sobre mi pene...es una imagen preciosa.

—¡Ya cállate! No quiero llegar con una erección a casa de mis suegros.

Seokjin miró a Jungkook que estaba completamente sonrojado. Era adorablemente tímido. Todavía lo era en la cama. Le gustaba que le susurrara palabras de amor y que hubiera mucho juego previo. Él había
aprendido a complacerlo. Era la forma de amar de Jungkook y él lo adoraba. No le costaba nada acariciarlo y hacerlo sentirse amado y deseado, antes de embestirlo profundamente. Y se daba cuenta que poco a poco, se iba entregando más y atreviéndose a ser un poco más agresivo.

Cuando Seokjin estacionó delante de una casa con un jardín lleno de hibiscus, comprendió inmediatamente que habían llegado. Una mujer de unos cincuenta y cinco años y con el mismo perfil de Seokjin salió a recibirlos. Su suegra. Jungkook tragó saliva y sintió como su corazón quería escapar, igual que el resto de su cuerpo y mente.

Bajaron del automóvil e instantáneamente, la mujer abrazó a Seokjin suavemente.

—Tan guapo como siempre mi pequeño niño. ¡Estoy feliz de al fin verte Seokjinnie!

Te Vi Desde Mi VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora