Te Vi Desde Mi Ventana

19. Comprometidos

Los primeros días del año transcurrieron rápidamente y así, en medio del frío y la nieve, Jungkook terminó su carrera de Periodismo. Ese día, Seokjin lo esperaba en el estacionamiento de la universidad con un precioso ramo de rosas y un conejo rosado de peluche y a pesar de las burlas de Yugyeom y Bambán, no pudo sentirse más feliz de que su cursi pareja lo estuviera recibiendo de esa forma.

—Un conejito, para mi dulce conejito Jungkookie—Seokjin lo recibía con una sonrisa radiante y con el pecho hinchado por el orgullo que sentía por su novio. Él había sido testigo del último mes de estudio, donde prácticamente el pobre no había dormido ni comido, pero valía la pena por ver ahora su cara de felicidad y satisfacción.

—Bebé... ¡mis rosas!, al fin recibo las flores que siempre quise. Te amo Seokjin—besó con fervor la boca de su precioso escritor. Se sentía realmente muy feliz.

Seokjin aprovechó de felicitar también a Yugyeom, quien también había finalizado de muy buena manera su carrera.

Jungkook subió feliz al auto, con sus flores y su conejo de peluche. Fueron hasta un lindo restaurante donde Seokjin había hecho una reserva para el almuerzo, por lo que tenían una mesa en un privado esperándolos. Cuando se sentaron, y luego de pedir las bebidas, Seokjin tomó las manos de su novio y las besó.

—Sé que tu sueño, era que se te declararan con rosas y una invitación a comer. Lamentablemente cuando te dije que estaba enamorado de ti, no pude darte nada de eso, más que unos pobres hibiscus que se secaron al día siguiente. Pero quiero compensártelo hoy, en un día tan importante para ti.

Jungkook ya no podía sonreír más. Amaba como Seokjin complacía cada una de sus locas fantasías. Pero lo más hermoso era, que el amor que sentía era real y aterrizado. No venía sólo de una idealización del amor, sino de la convicción de amar y conocer al hombre que tenía al frente con sus virtudes y defectos. Aceptando que en las relaciones no existía la perfección, aun cuando la que tenían se acercaba bastante. Al fin podía estar tranquilo con su corazón y su vida. Había logrado terminar su carrera, gracias al esfuerzo y sacrificio suyo y de su familia y tenía al hombre que amaba a su lado.

—Te tengo otro regalo. Toma—Seokjin le extendió un manuscrito. Era su novela—. Al fin la terminé y quiero que seas el primero en leerla, así sin editar, sin que ni siquiera Namjoon la vea aún. En ella está plasmada todo lo que me hiciste cambiar Jungkook. Trata sobre la evolución de un hombre incrédulo en las relaciones a uno completamente entregado a una. Cuando te conocí, te creé como un personaje y en la medida que me enamoré de ti, pude crear al otro protagonista, porque por primera vez, escribí palabras que realmente sentía. Por primera vez pude sentir lo mismo que el personaje. Todas esas cosas bonitas que nos hace el amar a alguien, el tocar su mano, rozar sus labios, acariciar su cabello y por supuesto, hacer el amor. Todo es por ti Jungkook.

—Jungkook sentía como las lágrimas corrían por su rostro, ni siquiera sabía que decir. Leyó la portada: "TE VI DESDE MI VENTANA". Abrió la primera página y ahí estaba la dedicatoria.

"Para mi amado Jungkook, a quien vi por primera vez Desde mi Ventana, asombrado por un jardín de hibiscus. Sin saber que en ese instante miraba al hombre que me enseñaría a amar y entregarme en cuerpo y alma."

—Jinnie...yo...esto...es hermoso—no podía parar de llorar—de verdad...te amo muchísimo y estoy feliz de haber llegado a tu vida y que tú estés en la mía...no sé si merezco todo esto...

—Cariño...esto y mucho más..., eres un hombre muy lindo Jungkookie. No sólo por tus bellos ojos o tu sonrisa de niño...hablo de tu alma, de tu pureza, de tus buenos sentimientos. Quiero que este libro sea para ti y quiero que todos en el mundo lo sepan.