La vida de ____ da un vuelco cuando se muda a México y conoce a Ian. Entre trabajo y sentimientos, su enfoque comienza a perderse. ¿Encontrará el equilibrio o se dejara llevar por el amor?
Estaba alistándome para ir a grabar con Fede y los chicos, habían dicho algo de unas escondidas o algo así. No tenía idea muy bien donde se grabarían las escondidas, pero quería estar cómoda. Mientras me aseguré de tener mi celular cargado bien para poder grabar cuando iba a esconderme. Elegí lo más cómodo y casual que tenía en mi placard, pero lo que más me gustaba como me quedaba.
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Una vez lista, agarré una tostada con mermelada de frutilla, mi favorita, y bajé. Iba pensando en todo lo que había tenido que pasar para hoy estar aquí, es increíble como el universo se encapricha a veces con que si o si algo tiene que ser para vos. Si tan solo enumerara cada una de las cosas malas que pase hasta poder crecer como persona, creo que no terminaría más.
Toqué el timbre y me abrió la señora que mantenía en orden la casa de los chicos, la compadecía porque a veces solían ser un poco desastrosos, sobre todo cuando hacen fiestas.
-Hola señorita, pase están en el jardín.- dijo amablemente la señora.
-Hola, muchas gracias, ¿Qué tal su día?- pregunté amablemente.
-Más tranquilo que todos los días, desde que usted empezó a venir son más ordenados.- soltó una pequeña risita.
Reí por el comentario de la señora, no recordaba su nombre, pero era muy amable. Pasé al jardín para ver que hacían los chicos.
-Buenas, ya llegó por quien lloraban.- dije bromeando. Los chicos se dieron vuelta al mismo tiempo todos, allí estaban, Teo, Max, Lucas, Nico, Fede, Ian y Alex.
-Ey amiguilla.- dijo Nico dándome un abrazo. Ian me sonrió desde su lugar.
-¿Qué hacían?- pregunté curiosa.
-Haciendo la fotosíntesis.- dijo Max.
-Pero si no hay sol.- dije riendo.
-No pasa que se escuchaban ruidos de atrás del gimnasio.- me contó Ian.
-Si, pero bueno no importa, vamos a ir a grabar escondidas en un parque de diversiones, yo ya hablé para pedir permiso y está todo pronto, nada más que hay que tener cuidado de no romper nada.- me contó Fede.
-Y que onda, ¿esta cerrado?-pregunté.
-Si, los lunes suele estar cerrados, así que ustedes tres.- dijo Fede mirando a Ian, Teo y Nico.- ¿están listos?- los miró haciendo caras raras.
Ian tenía el pelo mojado y hasta ese momento no me había percatado que estaba solo con una toalla al rededor de su cintura. Me quedé como tonta mirándolo hasta que Alex me interrumpió.
-¿Te traigo una servilleta? Se te cae la baba.- dijo hablando bajito.
-Callate pendejo.- le dije riendo.- Fede, permiso paso a tomar agua.- dije, Fede asintió y subí las escaleras del jardín directo a la cocina.
