Dame una oportunidad--Hyunlix

{Capítulo 1)

Hyunjin es un chico muy atractivo. Su pelo es color negro, sus ojos cafes oscuros, alto, y lo más importante, divertido.
Al ser el típico chico que llamaba la atención, siempre tiene a muchas chicas detrás de él, pero  las rechaza todo el tiempo. Nadie sabe el porque , de hecho, sus mejores amigos, Minho, Changbin y Bang Chan le preguntan constantemente la razón, pero él solo sale con el pretexto de que no le interesa tener una relación amorosa con nadie,  respuesta que hacía que sus amigos no quedaran conformes con ella, pero  por más que intentarán recibir una totalmente diferente, no lo lograban.

Hoy, 14 de febrero, un día tranquilo pero mucho más bello que cualquier otro, Hyunjin se encuentra caminando por el parque, viendo a las felices parejas disfrutar de su hermoso día romántico.
Se siente algo estúpido a decir verdad, ya que todos están con sus respectivos novios o novias, pero él se encontraba allí, solo, caminando como un perro callejero sin un dueño o alguien que le haga compañía.

Decidió sentarse en el césped frente a las flores  rojas que decoraban el lugar, y para olvidarse de lo que lo rodea, sacá de su bolso un libro de pequeñas hojas blancas, un lápiz y comenzó a trazar líneas, que al principio no tenían forma, pero a medida que se agrega más detalles es más fácil ver que está replicando las flores que se encuentran frente a él.

Al terminar el dibujo, se puso a examinar más detalladamente lo demás, y ahora si tiene que admitir que está celoso. Él también quiere una pareja para mimarla y darle cientos de regalos, pero no quiere a cualquier chica o chico, Hyunjin lo quiere a él, ese chico tan bello que hace que su corazón quiera salir de su pecho y llenar a la persona que ama de la sangre de su corazón hasta que este se quede blanco, sin, más nada para ofrecer. Pero muy difícil para él hablarle, o más bien, entablar una conversación, ya que se pone rojo como un tomate, haciendo que su amor platónico lo mire con confusión y le pregunte si está bien.
Hyunjin sabe que el chico lo hace de buen corazón, pero simplemente no puede verlo a la cara sin que se le cruce la idea de llenarlo de besos  y decirle cuánto lo ama.

-Hyunjin.
El nombrado levanta la vista y vé a un lindo chico de cabello rubio, ojos marrones,  con pecas y una hermosa sonrisa contagiosa.
-Felix. —Responde, sorprendido.
-¿Quién es la afortunada que te acompaña hoy? —Dice el rubio con una bella sonrisa, aunque se vé algo forzada.
-Oh, no, nadie, vine a pasar el día aquí porque es un desperdicio que un día tan hermoso como hoy me la pase encerrado ¿Y tú? ¿Con quién estás? –El corazón del mayor da un vuelco al pensar que quizás el rubio tenga a alguien que lo haga sentir feliz y querido. Él quiere ser esa persona para el pecoso, no quiere verlo con otro chico o chica que no fuera él.
-No, no, yo también estoy solo. –Responde lix, sentándose junto al pelinegro.
Al escuchar aquella respuesta, el más alto siente que el alma le regresa a su cuerpo.
Ahora, con una mirada esperanzada, le hace una propuesta al contrario mientras su corazón late rápidamente y se siente algo nervioso al saber que quizás este le diga que no y lo vea como un estúpido. Ya sé, este pensamiento es estúpido, tampoco es como si Hyunjin le fuera a preguntar al menor si quería ser su puta personal.
–Bueno…¿Quieres pasar un rato conmigo o tienes algo importante?
-Si, por supuesto, puedo pasar un rato contigo estoy libre, pero antes de las 20 tengo que irme.
-Oh…¿Vas a tener una cena romántica? –Dice el mayor algo decepcionado, pero intenta disfrazarlo con un tono diferente.
-No, no hyung, yo no tengo pareja, pero mi hermana sí y quiere que hoy la conozcamos. Sonaste algo desilusionado cuando preguntaste ¿Por qué?
Esa pregunta hizo que el pelinegro se pusiera completamente rojo y nervioso.
-Yo…no sé, no fue mi intención preguntar en ese tono…–Dice con vergüenza pura.
-No te preocupes. –Suelta una pequeña risita que aliviana las cosas un poco. –Por cierto, estás rojo desde que llegué ¿Estás bien?
Otra vez esa jodida pregunta con la cara de confusión de siempre. Obvio, Hyunjin se sienta de la mierda por la culpa de esa pregunta y del hecho de que se puso rojo como algo tan simple como ser notado por una persona común y corriente, aunque claro, para el más alto el menor no era cualquier persona.
-Emmm sí, estoy bien…debo estar rojo por el calor.
-Sí, hoy hace bastante calor…¿Qué dibujas? -Pregunta al ver la libreta del mayor con un dibujo.
-Nada, estaba dibujando las flores de acá en frente.
-Son lindas.
-Sí, son bastante bonitas…–El mayor arranca una de las flores del piso y se la da a Felix. -Te la regalo.
-Gracias. –Una sonrisa amistosa aparece en el rostro del más pequeño.
Hyunjin se le queda viendo al pecoso con una sonrisa. Ama ver la sonrisa de su amado, era tan bella…pero lo que la hacía más bella ahora mismo, era el hecho de que esa sonrisa la había producido él mismo y no otra persona.
-Eres tan lindo cuando sonríes…daría mi vida por verte así todo el tiempo… --El tono de su voz es algo aterrador más que amoroso.
-Hyunjin, eres demasiado tierno. –Dice mientras intenta sostener la sonrisa en su rostro. Las palabras del mayor no sonaban muy tiernas a decir verdad...