Un chico de Westalis y una chica de Ostania se conocieron en un campamento y, sin saberlo, plantaron una semilla que, al principio, no parecía tener importancia. Pero, con el tiempo, lo que habían iniciado creció en algo más profundo: una historia q...
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Unos meses atrás.
Lo que siguió después de su formación, el día en que comenzó a llamarse Twilight, fue brutal. Los días se convirtieron en meses, y los meses en años, llenos de misiones, junto a pruebas físicas y psicológicas que lo empujaban al límite. A pesar de todo, nunca se dejó intimidar. El chico que alguna vez fue al campamento ganó fama gracias a su desempeño, pero eso también lo llevó a un mayor compromiso.
Durante un tiempo no lo cuestionó, pero cuando las órdenes comenzaron a superar los halagos o los descansos, empezó a sentir una molestia. En lo más profundo, seguía siendo aquel chico que encontraba felicidad en plantar semillas y mirar el crepúsculo junto a una chica que había conocido. Era un recuerdo simple que adoraba y que solía resurgir en esas noches en las que se quedaba completamente solo. Además, Yor no era como las demás personas que había conocido en el ejército o en su vida de espía. Ella todavía irradiaba una calidez única en su mente, y aunque sabía que su trabajo nunca le permitiría verla de nuevo, no quería olvidarla.
Sin embargo, todos esos pensamientos se desvanecieron de manera momentánea cuando se dirigió a la sede de WISE en Berlint para reunirse con su superiora y recibir su siguiente misión.
—¿Proyecto Apple? —se preguntó leyendo la tapa del cuaderno con la información—. Creí que esto había sido cancelado después de la Primera Guerra.
—No se canceló, solamente se trabajó desde las sombras, pero parece que algunos antiguos empleados están buscando exponer lo que está pasando —explicó su superiora—. Pero si eso ocurre...
—Se perderá toda la investigación —concluyó Twilight—. Entonces supongo que debo tomar el tren hacia esta zona.
—Por supuesto, Twilight. Esa será tu misión —le dijeron—. Recopila la información y vuelve. Después de que la analicemos, vamos a planificar el siguiente movimiento.
Twilight levantó una ceja ante esa orden.
—¿Solo voy a recopilar información, Sylvia?
La mencionada lo miró con el ceño fruncido. Cuando él la llamaba por su nombre real, era porque no estaba de acuerdo con las misiones asignadas.
—¿Crees que debería decirte que puedes hacer más? Los altos mandos solo están interesados en la información —le indicó—. Ambos sabemos qué podría haber más en ese edificio, pero ya sabes lo que opinan.
—Que los experimentos en humanos son solo en el papel.
—Exacto —asintió Sylvia—. Pero tú y yo sabemos que esa teoría no se aplica aquí.
Twilight dejó escapar un suspiro, mirando el cuaderno con desconfianza.
—Voy a recopilar la información, pero si descubro algo más...
Sylvia lo estudió un momento antes de responder.
—Haz lo que creas necesario.
Twilight asintió, consciente de que su superiora había dejado claro el límite de sus acciones. Guardó el cuaderno en su maletín y se dirigió hacia la estación de tren, su mente trabajando mientras planeaba sus siguientes pasos.
Todo sin saber que, una vez dentro del edificio del Proyecto Apple, todo cambiaría para él.
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Nota de la autora: A diferencia del pasado de Yor, lo de Twilight contextualiza más que nada su relación con Sylvia y porque ella se preocupa por él.
Y por si se lo preguntan: acá Nightfall no existe. Nada en contra de ella, pero la verdad no veía razón para meterla si ni la había mencionado antes.
