Capítulo 9

386 41 10
                                    



POV DE JENNIE

Cuando le propuse a Lisa ser su "entrenadora" sabía en lo que me estaba metiendo cuando ¡yo no sé una mierda de fútbol! Más bien, ¡no me interesan los deportes! Me la pasé una semana entera viendo videos de cómo patear una pelota y más partidos de fútbol, investigando equipos de fútbol tanto nacional como internacional, aprendiéndome algunos nombres de jugadores de fútbol, ejercicios de entrenamiento de fútbol y todo lo que tenga que ver con el ¡fútbol! Cansador, lo sé, y terminé muerta. Mi pobre cabeza nunca retuvo tanta información como lo hizo esa semana.

En un momento pensé que esto era una mala idea al ver a Lisa esperándome en su casa preparada para entrenar con una gran sonrisa. Linda sonrisa, por cierto. Ahí caí en cuenta que no era la adecuada para ayudarla en esto, solo quería pasar más tiempo con ella y convencerla de ser su entrenadora se me salió de las manos, ¡recientemente había entrado al mundo del fútbol y apenas entendía algo! Me tenté de enviarle un mensaje a Rosé para decirle que viniera e hiciera el trabajo, ¡renuncio!

Sin embargo, algo dentro de mí me dijo que lo intentara, que no me rindiera a los dos minutos. Así que lo hice, total si fracasaba por lo menos tendría la conciencia tranquila de que lo intenté.

Tomé una gran bocanada de aire, puse mi cara más seria y le dije que me llevara al patio. ¡Vaya patio, joder! Todo el césped bien cortado con plantas a los alrededores, una piscina y una maldita cancha de fútbol. ¡Tenía una cancha de fútbol en su casa! ¡En su casa! ¿¡Pueden creerlo!?

Yo apenas tenía una mini terraza que se cae a pedazos, la vida del pobre che.

Bueno, como decía, nos paramos en la cancha y comencé a hacer mi labor, entrenarla. Le ordené que corriera unos minutos, lo cual ella rio pensando que fue una broma, pero no lo fue. Lisa corrió unas cuantas vueltas mientras yo estuve muy relejada en la reposera respondiéndole los mensajes a mis amigas. Luego, de que me apiadé porque pobrecita estaba sudando, bonita vista que me mordí el labio, la detuve y le tiré una pelota, quise ver cómo pateaba...de-sas-tro-so, pero para eso estaba yo.

Mejoraría esa patada en pocas semanas, ya verían.

Anoté en mi libreta 'Me quiero matar, hay que empezar de cero con ojitos ciervos', '¿Qué hace para pegarle así? Buscar error + buscar cómo carajo pegarle bien a la pelota paso por paso ', 'Pie hábil: derecho. ¿Sabe usar el izquierdo o está de adorno? ' y 'Que deje de hacer pucheros que me la voy a comer a besos'.

Sí, me tomé muy en serio esto. ¿Yo tomando apuntes? Ni el colegio lo hago.

Mis ojos habían sangrado por ese espectáculo y sentencié que realizara pases cortos al ras del piso, por lo que me paré y fui su compañera porque no podría ella sola, ¿a quién se la pasaría? Al amigo invisible. No se la compliqué tanto a pesar que nunca había pateado una pelota en mi vida, fue divertido y me sentí conforme con mi rendimiento, estábamos al mismo nivel jajaja.

Pobre Lisa, ella llevaba dos años en esto y yo la alcanzaba al primer día.

Estuvimos un buen rato con ese ejercicio hasta que le dije que se alejara y comencé a tirarle la pelota a la izquierda y derecha y ella tuvo que correr para esos lados, pararla y pegarle para devolvérmela, todavía practicando a ras del piso. Le di un descanso y anoté otra vez en mi libreta 'Mejorar pases de profundidad'. Sus entregas fueron buenas y otras no, en algunas ocasiones tuve que moverme para que la pelota no se fuera lejos cuando el objetivo era mantenerme en el lugar y que aterrizara en mis pies. También escribí, 'Más adelante (cuando sepa pegarle correctamente) hacer mismo ejercicio sin pararla y que sea con solo un toque'.

Igual, como aclaré al principio, "En un momento pensé que esto era una mala idea", pero resultó que no. Los siguientes días seguí yendo a su casa, salvo los fines de semana, esos dos días déjame descansar, y la entrenaba o, mejor dicho, entrenábamos, lo cual vino bien para mí para entender más el manejo de la pelota con el pie y lograr una buena gestión cada día que pasaba y así mejorar las habilidades técnicas de Lisa como el control de la pelota, pases precisos y efectivos en diferentes direcciones y distancias, regates y tiros. Por supuesto, tuve que apurar el trámite porque ella tenía sus partidos y necesitaba urgentemente ser perfeccionista con sus pelotazos. Entonces, me compré un cronómetro y le tomaba el tiempo en los ejercicios que inventé para ella...mentira, eran ejercicios sacados de internet, yo no inventé nada. Estos se centraban en la velocidad, la agilidad y en el trabajo de pies, todo fusionado mientras usabas la pelota. Si no me gustaba cómo realizaba tal ejercicio o tardaba mucho en realizarlo, la hacía dar la vuelta y repetirlo antes de que pateara la pelota al arco.

¿Segunda oportunidad? - JENLISA g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora