ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼

𝟘𝟜. 𝐌𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐞𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨

Pov. Stanford

A Dipper le gusto la idea de invitar a Marta a nuestra misión, tampoco íbamos a hacer algo difícil, solo quería revisar de nuevo él en lugar, solo un trabajo de campo, sería tranquilo, me dirigí a la habitación de Marta para llamarla y preguntar si quería unirse a nosotros, ya no hacía tanto sol así que no habría que preocuparse del calor.
Llame a la puerta de la habitación y espere una respuesta. Al no escuchar nada, decidí entrar a la habitación con cuidado.

- Oye, Marta, ¿todo bien?

Al entrar vi que estaba dormida en la cama, al parecer el haberse despertado esa mañana tan temprano le había provocado ahora sueño, me reí un poco y  comencé a acercarme a la cama poniéndome de rodillas delante de ella para observarla, se veía muy tranquila descansando, me daba pena despertarla, debía estar agotada, se movió un poco dándome la espalda, me volví a reír, me fijé que la maga de la camiseta estaba algo subida, me levanté para mirarlo mejor, ¿qué era eso? Tomé la manga de la camiseta para poder ver mejor, pero en ese momento ella se despertó, me miró algo extrañada, nos quedamos viendo un momento hasta que ella se alejó insultándome algo sonrojada y yo me aparte sin entender nada.

- ¿¡Que haces Stanford?!

- Solo quería ver una cosa, tampoco pasa nada, Marta.

- ¡Estabas casi encima mía, joder!

- Perdona, no me di cuenta de eso, es que vi algo en tu brazo y...

- Ugh, está bien, lo dejaré pasar, pero, que sea la última vez, ¿qué querías?

- Yo umm, bueno, quería saber si querías venir con Dipper y conmigo a bueno una misión por llamarlo así, es solo una ruta para trabajo de campo, revisar si todo sigue igual.

- Oh, claro, no veo porque no.

Se levantó de la cama y se dirigió a su armario para sacar algo de ropa, me senté en su cama mirando un poco la habitación, nunca había estado tanto tiempo como para revisar bien, no tenía mucho, pero estaba bien para ella, se fijó en un peluche al lado de la almohada, lo tomo, era un perro marrón, sonrió y lo reviso.

- Es muy bonito, ¿cuándo lo compraste?

- ¿Umm? ¿El perro? Bueno, con algo de mi primer pago, fui al pueblo para buscar algo y decorar la habitación, se veía muy lindo y lo compré.

- Ya veo, ¿te gustan los peluches?

- Sí, tenía dos en mi casa, de lo poco que tenía...

- ¿Y por qué no los trajiste?

- Oh emm... simplemente, no me acordé, eran un gato de color negro y un conejo de tono canela, me acuerdo mucho, los tenía desde pequeña.

- Interesante, bueno, dejaré que te cambies tranquila, espero abajo con Dipper.

Pov. Narrador

Al ver Mabel que Marta saldría con Dipper y Ford no dudo en pedir también ir con ellos, ninguno se opuso y ese momento sería genial para ella, pondría su plan en marcha.

Luego de unos minutos llegaron a un espacio bastante abierto, Dipper y Mabel empezaron a correr a una colina mientras los dos adultos los seguían a un ritmo más lento.

- Menuda energía tienen eso dos.

- Demasiada, en verdad, pero, son niños.

- Si tienes razón.

Los niños llegaron a la punta de arriba de la colonia, Dipper se sentó para esperar a su tío y a Marta, Mabel, en cambio, empezó a mirar el lugar mientras pensaba como podía montar una escena romántica en el lugar.
Su hermano se dio cuenta de eso y suspiro mientras se quitaba la gorra.