Capítulo 2: Un sueño peculiar.

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Tendido sobre el frío y duro suelo, el cordero se encontraba rodeado de gruesos pilares en ruinas, algunos de los cuales habían colapsado, dejando a la vista la desolación del lugar. A su alrededor, había crucecitas de madera esparcidas en el piso, como si hubieran sido abandonadas en medio de un desastre. Las decoraciones metálicas, cubiertas de óxido y salpicadas de polvo, aportaban un aire de decadencia al escenario. Todo esto estaba envuelto en una densa niebla de un tenue color vainilla, que creaba una atmósfera sofocante y opresiva.

El cordero yacía inmóvil sobre el suelo, paralizado, sin poder moverse ni entender cómo había llegado a esa situación. Su mente se llenaba de preguntas y confusiones, pero de pronto, todos esos pensamientos fueron interrumpidos por un intenso brillo morado que capturó su atención. El cordero intentó moverse, impulsado por la curiosidad de averiguar de dónde provenía aquella luz misteriosa, pero su cuerpo parecía haber perdido toda capacidad de reacción, quedándose anclado a la tierra en la que se encontraba.

Durante un período prolongado, intentó mover su cuerpo, al menos girar la cabeza para identificar la fuente de la luz. Sin embargo, se vio frustrado en su intento, resignándose a su incapacidad para moverse. Se quedó con la vista fija al frente, logrando observar una luz morada sin poder determinar su origen, cuestionándose sobre su procedencia. Fue nuevamente interrumpido en sus pensamientos al percibir un líquido que comenzaba a manifestarse, primero en sus piernas, provocándole una sensación viscosa y desagradable.

La experiencia resultaba tan abrumadora que apenas podía soportarla. Intentó moverse nuevamente, pero fue en vano. El líquido viscoso continuaba acercándose, comenzando a cubrir por completo sus piernas y avanzando lentamente hacia la entrepierna. Mientras esto ocurría, la luz morada se intensificaba cada vez más. En breve, comenzaron a oírse voces distorsionadas entre gritos, susurros y risas, todo al mismo tiempo; sin embargo, era imposible comprender lo que decían. Simplemente se escuchaba, pero no se entendía. La viscosidad, poco a poco, fue alcanzando su torso, comenzando a cubrir sus manos.

El cordero experimentaba una profunda desesperación; deseaba con fervor mover su cuerpo y alejarse, pero no lograba reaccionar. Se encontraba completamente inmovilizado, limitado a sentir cómo aquella viscosidad cubría su piel, mientras los ecos de gritos y susurros se intensificaban a su alrededor. Asimismo, el resplandor morado se tornaba cada vez más brillante. Todo sucedía sin que él pudiera reaccionar o realizar ningún movimiento. En cuestión de poco tiempo, esa viscosidad comenzó a invadir su cabeza, cubriendo su boca en cuestión de segundos, hasta envolverlo por completo. A su alrededor, los gritos y susurros se hacían cada vez más intensos y distorsionados, pero entre toda esa confusión, había un mensaje que lograba entenderse.

- E-e-Es-es-Estoy
         
A-a-Aquí,

N-no-No
                    
M-me-Me
    
I-i-Ig-igno-Igno-igno-Ignores,

Cor-COR-Cor-CoR-cORDe-de-dERO-r-O-ro -





- ¡¡CORDERO!! -

- ¡PUTA MADRE, CORDERO! ¡DESPIERTA! -

El grito fue tan potente que causó que el cordero saltara del susto, cayendo de la cama de cara mientras respiraba de forma agitada. En estado de shock, el cordero era observado por un pequeño artefacto negro con un ojo rojo, que únicamente reaccionó de la siguiente manera:

- Pfff Jajajaja ¡Carajo! Jajaja, Cordero, qué patético, asustado como un niño chiquito, ¿acaso soñaste con la verga de tu Padre? -Como su mejor amigo y compañero, lo que hace la corona roja es seguir burlándose de su situación.

 Perdonar al Dolor: Cult of the Lamb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora