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ahora sentados en el parque comiendo helado... esta vez ella se pidió uno de chocolate y vainilla solo por que quería algo diferente y era bastante agradable, pero ahora estábamos tres sentados en una banca, su papá, yo y ella, creo que sería correcto que ella sepa mi nombre


Aaron: Me llamo Aaron...


Creo que ella quería saberlo...


Emelion: Yo me llamo Emelion, es un placer Aaron


Aaron: Jamás escuché un nombre como el tuyo... es lindo


Emelion: mi mamá me lo puso... ni siquiera ella sabe que significa, dice que solo se le ocurrió y ya


Aaron: eso es extraño...


Emelion: Lo sé, pero es divertido


Con esa suave brisa recorriendo las calles aún podía sentir como de momentos mi herida punzaba y me molestaba, pero había algo más que me tenía intranquilo y era esta extraña sensación punzante pero en mi corazón, tenía miedo de que se detuviera, es como si mi herida en la rodilla se hubiera trasladado a mi corazón, entonces lo entendí... no quería que ella se fuera... no quería imaginar no volver a verla


Emelion: Oye Aaron, quiero que seas mi amigo, ¿Quieres ser mi amigo?


Su pregunta me sorprendió pero me dio tanto alivio, saber que me quiere tanto en su vida como yo a ella


Aaron: ¿Y si no quiero? -dije confiado pero en realidad estaba ansioso por decir que si- ¿Por qué debería ser tu amigo?


Emelion: Por que curé tu herida con helado de fresa, así que si me debes una cosa, si eres mi amigo podrás ayudarme para estar mano a mano


Aaron: Mi mamá dice que debes ayudar a los demás sin esperar nada a cambio


Emelion: No quiero nada, solo quiero que seas mi amigo para seguir ayudándote y que tú me ayudes a mi


Era inevitable no sonrojarme por sus palabras, aunque estaba emocionado por decir que si, no podía dejar que lo notara


Emelion: Pero si no quieres esta bien, solo le preguntaré a todo el mundo donde vives y cuando lo sepa le diré a tu mamá para que seas mi amigo


Aaron: No, no hagas eso... vas a hablar con extraños y eso no está bien


Emelion: No tengo miedo


Papá: Emelion por favor


Aaron: Está bien... pero esa es mi forma de ayudarte, para que no le preguntes a extraños donde vivo...


Emelion: Entonces está bien, de ahora en adelante somos amigos -extiendo mi mano esperando un apretón-


Le devuelvo el apretón bastante confundido pero feliz al mismo tiempo, me hace feliz saber ahora tengo una amiga.


Se fue a su casa caminando con su papá mientras yo veía como se alejaban en el camino mientras me montaba en la bicicleta listo para regresar a casa, es raro pero espero poder verlo otra vez ya que no pudimos jugar.


Llegué a casa y vi como mi abuela estaba sacudiendo el polvo de una almohada del sofá, cuando me vio me hizo una señal para entrar, la vi y comencé a caminar, asome mi vista a su jardín... que extraño... las margaritas se ven muy lindas hoy... ya no parecen aburridas como antes, es hasta creo que se ven muy bonitas...


Todo lo que pidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora