Dolor Indescriptible (Cageshang)

Sensaciones Extrañas

Kung Lao gritaba de dolor y desesperación, suplicando sin cansancio que aquel sufrimiento se detuviera, esperanzado de que su amigo lo perdonará.

Estaba atado a una silla, sus brazos ataban amarrados a los reposabrazos y sus piernas a las patas de la silla, su vestimenta estaba rota y llena de sangre, su cuerpo temblaba cuando se quedaba afónico solo pudiendo derramar lágrimas.

—Naughty boy. Naughty boy -rie- you must be punished.

—No más... por favor.... -suplica una vez más cansado tanto mental como físicamente-.

—No mereces mi compasión.

Tomó una bara que él granjero puede identificar como una bara de toques eléctricos, su rostro vuelve a horrorizarse, su respiración se volvió irregular, y pese a que le dolia respirar de ese modo no podia parar.

—Hace mucho tiempo compré está cosa para defensa, en caso de que yo tuviera algún accidente en alguna escena de riesgo -presiona el botón dejando escuchar el sonido de la electricidad, asustando aun más al granjero- y yo no pudiera defenderme por mi mismo.

—No lo hagas, Johnny...

—Como puedes imaginar no debería ser tan potente, pero ya que estoy aquí y tú estás conmigo me di la oportunidad de mejorarla, después de todo me ví MacGyver -presiona una vez más el botón- así que sabía cómo hacerlo.

—Por favor...

—No sabes las ventajas de estar en el laboratorio de Shang Tsung, pude hacer que está cosa tuviera la potencia de una batería de auto -suspira- en el peor de los casos me explota en la mano... y en el mejor puedo hacerte sufrir.

—No...

—Si te querías quedar a lado de Raiden, tendrías que lidiar con sus rayos -aprieta una vez más el botón cerca del oído del granjero traumatizandolo aún más- así que si quieres electricidad... es lo que te daré.

Le entierra la bara en una de las heridas abiertas y la activa dejando la energía correr a través del cuerpo del Shaolin. Lao aprieta con sus dedos los reposabrazos al contraerse sus músculos. Johnny aleja la bara la cual ahora está manchada con sangre, pero la sonrisa satisfactoria en su rostro no desaparece.

—¿Te sigue gustando la electricidad? -no recibe respuesta, solo llanto- que delicado eres. Dicen que la venganza nunca resulta ser la respuesta y que es amarga pero... a mí me está gustando bastante y no quiero detenerme, necesito tener a Raiden en la misma posición que tú.... talvez peor.

A unos cuantos metros Shang Tsung observaba embelesado el espectáculo que Johnny le estaba otorgando, no podía dejar de ver aquella sonrisa, su cara con gotas de sangre, sus ojos iluminados por la venganza. Suspiro de una forma que nunca antes lo había hecho, al darse cuenta de su situación se maldijo.

¿En que diablos estaba pensando?

Vio a Johnny acercarse a su dirección, rápidamente tomo un pergamino pretendiendo no haberlo estado viendo todo este tiempo.

—Es molesto -le revela al brujo- dicen que es muy fácil ir por el mal camino, no creí que... fuera tan sencillo y satisfactorio, creo que te entiendo un poco más ahora.

—¿Me ayudarás a derrocar a Liu Kang?

—No, talvez tú tengas algo en contra de él, pero yo no, esto solo es por Kung Lao y Raiden. Ya tengo a uno, cuando pueda vengarme del otro me iré y... pretenderemos que esto jamás paso.

—Parece que lo estás llevando bastante bien, subestime tus niveles de rencor y sadismo.

—¿Eso? -apunta hacia el granjero- solo estoy probando un par de cosas.