Una mentira puede desatar todo el caos. Un engaño es la sentencia de un infierno. Un mundo donde creciste lleno de mentiras y es demasiado tarde para arreglarlo ¿O no?
(Es un borrador, al finalizarla la editare)
Era un día normal para Harry Potter, sus hijos ya se encontraban en Hogwarts desde hace un mes que iniciaron las clases, era una mañana como todas, pero el en el fondo sentía que algo grave pasaría.
-Estimado señor Potter, se súplica su presencia en Gringotts, es urgente que se presente lo antes posible- termino de leer -¿Por qué me estarán solicitando en Gringotts y con tanta urgencia?- Se pregunto curioso y preocupado.
Sin pensarlo mucho realmente, se dirigió a Gringotts, aunque en su interior yacía ese sentimiento con el que ya estaba familiarizado, esa pequeña molestia en el pecho, ese mal presentimiento lo llevaba atormentando desde muy temprano en la mañana.
-Que sus enemigos caigan- saludo al acercarse.
-Y su riqueza crezca- respondió al saludo -¿Que necesita?- pregunto sin ánimos.
-Me mandaron sitar- respondió sin más.
-¿Nombre?- volvió a preguntar con la misma energía.
-Harry Potter- respondió ya un poco impaciente.
-Claro, sígame- empezó a caminar.
No tardaron ni 3 minutos en llegar a su destino, aunque Harry lo único que podía pensar era en el mal presentimiento que yacía dentro de él, y con forme seacercaba a su destino se intensificaba de sobre manera. Ya una vez dentro de lo que parecía ser una oficina, el duende de nombre Griphook empezó a explicarle.
-Verá señor Potter los cité aquí por una razón muy importante- empezó a hablar muy seriamente. -Eh estado tratando de contactarlo durante años, pero jamás a contestado mis cartas- recrimino.
-Jamas recibí una carta suya hasta apenas hoy- lo miro confundido.
-Señor Potter, lo eh estado tratando de contactar desde 1990-lo miro fijamente.
-Eso es imposible, jamás me llegó nada- frunció el seño molesto y confundido.
-Eso lo aclararemos después por lo pronto, esta es la razón por la cual lo eh estado tratando de contactar- le entrego una carta que momentos antes había sacado de un cajon.
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-Es necesario que la lea, lo dejaré solo para que aclare sus dudas- salió de la habitación (tipo oficina) dejando solo.
Harry observó la carta atentamente durante unos segundos hasta que se armó de valor y la abrió comenzando a leer
Querido Harry,
Espero que esta carta te encuentre bien. Me duele el corazón al escribir estas palabras, pero es hora de que sepas la verdad. No puedo irme a la tumba sin confesarte algo que jamás devi de haberte ocultado.
Harry, mi querido hijo, no eres hijo de James Potter. Lo siento mucho, sé que esto puede ser un golpe duro para ti. Pero la verdad es que eres hijo de Severus Snape.
Recuerdo el tiempo que pasamos juntos, Severus y yo. Fue un momento complicado en nuestras vidas, el se había unido a los mortifagos y yo estaba muy dolida, pero lo amaba y simplemente... sucedió. Aún lo amo con todo el corazón. Me arrepiento de no haberle dicho la verdad en vida, pero tenía miedo de las consecuencias.
Quiero que sepas que te ame siempre, con toda el alma. Espero que puedas perdonarme por no haberte dicho la verdad antes, ni a ti ni a severus.
Espero que esta carta te llegue y que puedas encontrar la forma de aceptar la verdad. Severus puede parecer un hombre duro, pero en realidad es un alma torturada. Espero que puedas encontrar la forma de llevaros bien, como padre e hijo.
Harry. Hay alguien que sabe la verdad y puede ayudarte a entender todo. La profesora McGonagall estaba al tanto de casi todo. Ella es una persona sabia y justa, y confío en que te ayudará a aclarar tus dudas.
Por favor, Harry, ve a hablar con ella. Ella te contará todo lo que necesitas saber.
Una última cosa Harry, ten mucho cuidado con Albus Dumbledore, el es el culpable de todo, es el verdadero señor oscuro, que a modificado todo a su favor.
Se que solo eres un niño, le encargue a Griphook que te entregará está carta al cumplir los 10 años, pero solo quiero lo mejor para ti.
Con todo mi amor, Lily Evans Potter
Harry no podía creer lo que estaba leyendo, es totalmente imposible, no podía dejar de derramar lágrimas, aquel hombre al que había odiado por años era su padre, le negaron el derecho de poder conocerlo y estar con el.
Su madre dijo que tuviera cuidado con Dumbledore y que el era el mago oscuro pero ¿Por qué?
Tenía que hablar con la Directora McGgonagall lo antes posible.
Saca del fuerzas de donde no sabía que tenía se limpio las lágrimas y salió de la habitación.
-Volvere luego Griphook- le aviso y salió de Gringotts sin más.
Harry fue lo más rápido posible a Hogwarts y al llegar se dirigió directamente a la oficina de la directora McGonagall
-¿Qué significa esto profesora McGonagall?- entro al cálido salón sin aviso enseñando la carta.
Minerva al instante en que vio la carta quedó petrificada, no sabía que decir o que hacer, simplemente se quedó observando la carta con cierto miedo y preocupación
-Le exijo una explicación- exigió molesto.
-Eso Harry, es la verdad- bajo la cabeza sin poder mirarlo a los ojos por la culpa que la prensaba.
-¿Por qué nunca me dijo? ¿Por qué no sabía sobre está carta? ¡¡¿Por qué me negó el derecho de conocer a mi padre?!! ¡¡¡¿Por qué permitió que lo odiara a sabiendas de que era su hijo?!!! ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¡¡¡¿POR QUÉ?!!!!- Grito exaltado y con lágrimas amenazando por salir.
Es totalmente entendible no poder reprimir tus sentimientos cuando algo te rebasa, está bien gritar, llorar enfurecerse. Es normal. Más cuando toda tu vida s una completa mentira.
Harry por fin había explotado, exigía saber la verdad, exigía saber sobre su propia vida, toda esa calma y serenidad que lo caracterizaba se esfumó por completo trasformando lo en solo sentimientos negativos.
¿Cómo puedes estar tranquilo con noticias tan impactantes? La respuesta es simple. No se puede. Aquella persona que se entere de algo así y no enloquezca no es humano.
