La maldición [SleepyAngel]

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Un hombre de 24 años estaba seriamente mirando el televisor a última hora. Eran las 11:57 pm, hora clara que le daba la señal de irse a dormir, pero al no importarle se quedó despierto.

Cuando se hicieron las 12:00, dando así el día de su cumpleaños, el timbre de la puerta sonó y alguien golpeteo esta misma. El humano escucho eso y dirigió su mirada a la entrada principal de la casa.

Se levantó con cuidado y se al lado de la puerta saco un bate. Abrió lentamente la puerta hasta ver... Nada, solo la calle vacía y un auto pasar.

~ Miau ~

Player salto ante el sonido de un gato y miro hacia abajo, encontrando una caja con un gato violeta dentro. Era extraño, tenía los ojos blanco y negros y su boca formaba... Una sonrisa.

El contrario quedó confundido pero sólo se agachó y miro al animalito con curiosidad.

- "Hola pequeñin, ¿que haces aquí? ¿Y tus dueños?" - Pregunto confundido mientras agarraba la Caja y se adentraba a la casa, sin darse cuenta que era el inicio de una horrible tortura.

Puso la Caja sobre el sillón de la Sala y fue directo a la cocina para buscar algo de comida para el recién llegado. Busco y buscó hasta solo encontrar algo de pollo, algo que cocino en el microondas.

Fue a la habitación donde el felino estaba y delante del animal puso el plato con pollo y un pequeño razón con leche.

El gato miro atento y se dirigió a la carne lentamente comenzando a comer con tranquilidad. El más alto sonrió y acercó su mano para empezar a acariciarlo muy lentamente, causando que el gato ronroneara mientras comía. Se detuvo un momento y se volteo a ver el televisor.

Unas 2 horas más tarde, el humano se fue a su habitación en el segundo piso, tenía sueño y ya eran casi las 2 am.

Se acostó en la cama sin antes ponerse ropa cómoda si no fuera porque sintió una mirada en su espalda. Lentamente se volteo y encontró al culpable.

El felino miraba al pelirubio con sus ojos fijos a los de él. El humano se quedó mirándolo también hasta que al pestañear el gato ya no estaba.

Se quedó en total silencio y le dio un escalofrío al recordar la mirada fija del gato.

Se puso ropa cómoda y cuando estaba por acostarse puso sentir una presencia extrañas detras de él. Se volteo lentamente y se encontró con el gato morado atrás, estaba sorprendido por el gran tamaño del contrario quien lo miraba fijo.

- "... ¿Que tanto miras?" - Dijo el animal, sorprendiendo al más bajo.

- "¿P-Puedes... Ha-" -

- "¿Hablar? Si, ¿que? ¿Acaso no escuchaste?" - Respondió con seriedad y algo de brusquedad. El menor estaba sorprendido, hasta que simplemente grito y salió corriendo de la habitación. Fue al armario de abajo y se ocultó ahí, buscando su teléfono entre sus bolsillos hasta que recordó que estaba entre la ropa de su habitación.

En cambio, el de pelaje río suavemente al ver correr  su humano, siempre era la misma reacción. Se sorprendían, gritaban y corrían, algo que le daba gracia y ternura por parte de esos humanos idiotas.

No sabían que él podía verlos a donde sea que ellos iban.

Con lentitud se dirigió afuera de la habitación y bajo las escaleras, dirigiéndose a la sala. Volteo a ver al armario y lo abrió con lentitud, notando al humano que estaba dentro el cual estaba temblando.

Se río en burla y lo tomó del cuello de la camiseta, pegandolo contra la pared del armario con fuerza. Empezó a analizar su rostro de cerca, tratando de no ignorar ningún tipo de detalle.