14. El consejo de los ángeles (Fin)

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Los días se convirtieron en semanas, y Noeul seguía sin recibir noticias de Boss. Su ánimo decaía más con cada amanecer. Aunque trataba de seguir con su vida normal, su mente siempre volvía al mismo lugar: ¿dónde estaba Boss? ¿Estaba bien?

Peat y Fort lo observaban desde la distancia, intentando darle espacio, pero sabiendo que, eventualmente, Noeul necesitaría ayuda para salir del oscuro túnel emocional en el que se encontraba.

Un día, mientras Noeul paseaba por los jardines del palacio angelical, vio a su madre hablando con un grupo de ángeles del consejo. Noeul se detuvo, sintiendo que algo importante estaba ocurriendo. Su madre levantó la mirada y lo llamó.

-Noeul, ven aquí -le dijo con una voz suave, pero firme.

El joven ángel obedeció, caminando lentamente hacia el grupo. Al llegar, notó la seriedad en las caras de los ángeles.

-¿Qué está pasando? -preguntó Noeul, con una mezcla de curiosidad y miedo.

Su madre suspiró profundamente, intercambiando miradas con los otros ángeles antes de hablar.

-El consejo ha recibido noticias... sobre el arcángel Boss -dijo, con cautela.

El corazón de Noeul se detuvo por un momento.

-¿Qué... qué noticias? -preguntó, su voz temblando.

Uno de los ángeles del consejo, un ser de porte imponente con alas doradas, dio un paso adelante.

-Boss ha sido llamado a juicio por el consejo celestial. Su relación contigo, Noeul, ha sido vista como una transgresión grave -dijo, con un tono solemne.

El mundo de Noeul se derrumbó en ese instante. Sintió como si todo el aire hubiese sido arrancado de su cuerpo.

-¿Juicio? -repitió en un susurro, apenas capaz de procesar las palabras-. ¿Pero por qué? ¡No hemos hecho nada malo!

-Las reglas son claras, Noeul -respondió su madre, con una mirada triste-. Un arcángel no puede enamorarse de un ángel común. Es una ley que ha existido desde el principio de los tiempos.

-¿Y qué le harán? -preguntó Noeul, el miedo creciendo dentro de él-. ¿Lo van a castigar?

-Eso depende del juicio -dijo otro de los ángeles del consejo-. Pero si es encontrado culpable, podría ser desterrado del reino celestial para siempre.

El miedo de Noeul se transformó rápidamente en pánico.

-No pueden hacer eso. ¡No pueden desterrarlo por algo tan...! -Noeul se interrumpió, sintiendo que las lágrimas comenzaban a arremolinarse en sus ojos-. No es justo. No hemos hecho nada malo... solo... solo nos enamoramos.

Su madre lo miró con compasión, pero también con un entendimiento frío de la realidad.

-Noeul, lo sé, pero las leyes del cielo son implacables. Y el consejo no es conocido por su misericordia cuando se trata de estas transgresiones -le dijo con suavidad.

Noeul sacudió la cabeza, negándose a aceptar lo que escuchaba.

-Debe haber algo que podamos hacer. No podemos dejar que esto ocurra.

-El juicio será dentro de tres días -anunció el ángel de las alas doradas-. Si tienes algo que decir en defensa de Boss, será tu única oportunidad.

Noeul miró al suelo, con el corazón hecho pedazos. Tenía solo tres días para encontrar una manera de salvar a Boss... y no tenía ni idea de por dónde empezar.

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Esa noche, Noeul no pudo dormir. Se quedó despierto, mirando el cielo desde la ventana de su habitación, preguntándose cómo había llegado a esto. ¿Por qué el amor tenía que ser castigado de esta manera?

Angel's //BossNoeul// remasterizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora