Hyunjin siempre ha visto en Felix un ser etéreo, casi como si no fuera de este mundo. ¿Qué pasa cuando quiere darle un regalo de cumpleaños a la altura de tan hermosa criatura?
-Contenido +18
-Contenido Homosexual.
-Múltiples clichés.
-Situaciones c...
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Hyunjin no solo había hecho el mapa de lugares ficticios sino que también había dejado comprado un boleto de tren para Felix que llego a su correo electrónico veinte minutos antes de que el tren dejara la estación. El destino del mismo era pintoresco pueblo al norte de Tromso.
Era su punto de partida, el día seguía siendo hermoso y cuando el tren partió a destino preciosas montañas con escasa nieve pero demasiado verde le dieron la bienvenida, fue sacando muchas fotos como buen turista, nada comparado a las fotos profesionales que Hyunjin tomaba pero eran el recuerdo de su travesía. Los campos verdes, ríos y casas coloridas eran el fondo natural perfecto para el videoclip en la cabeza de Felix.
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La música en sus audífonos plagada de letras románticas escritas y cantadas por Hyunjin, regalos espontáneos que llegaban en forma de mensajes de tanto en tanto. Le hacían recordar a la primera vez que conoció a Hyunjin, lo habían contratado como fotógrafo para una sesión de fotos que Felix había tenido con la marca Bulgari.
Había sido como magia, cuando llego al set aquella mañana con cero maquillaje, pocas horas de sueño y el estómago gruñendo de hambre sintió una intensa mirada sobre él, algo casi magnético en el aire que le hizo voltear buscando el origen de la intensidad, entonces lo vio. En ese entonces Hyunjin llevaba el cabello rojo, muy antinatural pero que le hacía ver como una especie de dios de fuego, sus ojos negros parecidos al ónix, la seguridad en su caminar y su postura le hicieron creer que era un modelo, definitivamente Hyunjin tenía pasta de modelo.
—Felix que bueno que llegaste, quería ser yo quien los presentara —el tono jocosa en la voz de su relacionadora publica era algo irritante y exagerado para ser las siete de la mañana pero todo pareció desaparecer cuando estuvieron frente a frente —. Él es Hwang Hyunjin, el fotógrafo de la campaña.
—Wow... —fue su única respuesta mientras estrechaba su mano.
—Lo mismo digo, wow... —no se perdió del detalle de ser escaneado por aquel dios de fuego —aunque por lo general me gusta ser un poco más elocuente, ¿es un wow decepcionado?
