Jiyan

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angst + soft

El viento soplaba con fuerza entre las ruinas de la ciudad que alguna vez fue mi hogar

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El viento soplaba con fuerza entre las ruinas de la ciudad que alguna vez fue mi hogar.
Jinzhou, mi hogar y mi vida, se encontraba totalmente destruida.
El cielo gris y triste reflejaba perfectamente la desolación que sentía dentro de mi pecho. Cada rincón de la ciudad estaba cubierto de escombros, dejándome un recordatorio amargo de lo que se habían llevado.

Mirar aquello me hacía recordar los días en los que caminaba por esas mismas calles cuando la vida florecía en ellas. Pero ahora, no quedaba nada más que el ruido de mis zapatos pisar las grandes piedras en el suelo, el peso de la destrucción me envolvía todo el cuerpo. Y de alguna forma, sabía que no estaba sola, había alguien más.

Entre los escombros, había una figura totalmente estática, aquella figura me resultaba familiar.
Fijé mi mirada en aquel sujeto, y pude visualizar claramente a Jiyan. Su cuerpo parecía inmóvil, pero en sus ojos podía ver el peso de todo lo que había perdido. Una expresión oscura y y deprimida estaba plasmada en su cara, haciendo que mi corazón latiera más rápido.

Recuerdo que la primera vez que lo conocí, mi respiración se detuvo, había algo en su presencia que me robaba el aliento cada vez que lo veía. Jiyan era imponente, no por su físico, sino por la intensidad de su mirada, el dolor contenido en sus ojos. Cada vez que me acercaba a él, sentía que el aire alrededor de los dos cambiaba drásticamente. Era más denso, más difícil de respirar, como si el simple hecho de estar cerca de él me convirtiera en una inútil a la hora de respirar.

—Pensé que te había pasado algo— murmuró Jiyan, su voz era baja, profunda, resonando en el aire pesado. Su tono tenía una mezcla de amargura y algo más suave que no lograba descifrar. Siempre era así, sus palabras me atrapaban, me envolvían en una tensión que no podía ignorar.

Lo miré por varios segundos antes de desviar la mirada hacia lo que quedaba de Jinzhou. La nostalgia y el dolor se mezclaban, pero algo más latía con fuerza, algo que no podías evitar cada vez que él estaba cerca.

El silencio reinó entre nosotros, pero no era incómodo. Había una cierta comprensión en esa silencio, como si los dos estuviéramos atrapados en la misma red invisible.
Desde el primer encuentro, había sentido una conexión, una especie de vínculo que se formaba en medio del caos. Llamadme loca, pero yo lo sentía así.
Cada vez que estaba cerca de me te sentía extrañamente viva.

Jiyan dio un paso hacia mi y sentí mi respiración detenerse otra vez, maldecí por dentro. Estaba lo suficientemente cerca como para que pudiera oler el rastro del polvo y perfume en su ropa. Ese olor tenía un efecto en mi que no podía evitar sentir. Noté mi pecho apretarse y me di cuenta de que por más que intentara mantener la calma, cada segundo que pasaba frente a él, me robaba el aire.

Jiyan se aclaró la garganta—¿Qué haces aquí? Deberías estar en el refugio con los demás. — Dijo mientras me miraba a los ojos, fijamente. Su tono no era agresivo, pero su mirada era algo dura.

—Quería ver por última vez a Jinzhou.— Respondí, tratando de controlar el ritmo frenético de mi corazón. —¿Que vamos a hacer ahora?— Llevé un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

Él asintió lentamente, como si comprendiera cada palabra, pero sin romper el contacto visual. —No lo sé, tendré que hablar con Jinhsi.

Desvié mi mirada, sentía como sus ojos podían ver a través de mi, ¿por qué me sentía así cada vez que estaba con él? No era simplemente el lugar ni el caos que los rodeaba. Era él.

—Espero que haya alguna solución para esto— Comenté, mi voz salió en un susurro que apenas rompió el silencio.

Jiyan no dijo nada. Su mirada lo decía todo. Sentí como su mirada se perdió, Jinzhou totalmente destruido, gente gravemente herida o simplemente que ya no pertenecían a este mundo.

Sentí como levantó una mano lentamente, vi como estaba algo dudoso, su dedos rozaron mi mejilla. El simple contacto de sus dedos contra mi cara hizo que el aire abandonara mis pulmones otra vez. En cualquier momento me desmayaría por la falta de aire.

—Estoy agradecido de que no te haya pasado nada...— murmuró, sus palabras sonaron débiles, —Ver que estás bien hace que no me sienta tan mal.

Lo miré a los ojos, estar con él era como caminar en la cuerda floja, sabiendo que en cualquier momento podría caer.

—Jiyan...—Dije sintiendo mis mejillas calentarse, me esperaba de todo menos eso. —Haces que mi corazón vaya muy rápido con tus palabras...— Me llevé una mano a mi pecho, específicamente junto encima de mi corazón, sintiendo como bombeaba rápidamente.

Jiyan siguió mirándome por un breve instante, vi algo en su mirada. Vulnerabilidad, deseo, y algo que no habías visto antes, necesidad.

El silencio se extendió de nuevo entre nosotros, seguía sintiendo mis mejillas ruborizadas. Los dos sabíamos lo que había entre nosotros. Sentía el viento mover mis cabellos oscuros y los azulados de Jiyan, envolví mis delgados brazos al rededor de su torso y lo abracé, sentí como se quedaba rígido, pero después de unos segundo sentí sus trabajados brazos rodearme también, quedándonos en un largo abrazo.

A pesar de la grave situación de Jinzhou, lo tenía a él, y con eso me conformaba.

A pesar de la grave situación de Jinzhou, lo tenía a él, y con eso me conformaba

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Wuthering Waves | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora