El equipo 7 se encontraba reunido en su habitual lugar de entrenamiento. El cielo estaba despejado, y el aire tenía esa frescura que solo los días de primavera podían ofrecer. Naruto, como siempre, estaba emocionado, brincando de un lado a otro mientras hablaba sin parar. Sakura observaba desde un rincón, sonriendo ligeramente ante la energía inagotable de su compañero. Sasuke, en cambio, estaba sentado en silencio, con los brazos cruzados, su expresión fría e indiferente. Kakashi, como era de esperar, llegaba tarde, aunque nadie parecía sorprendido.
Finalmente, después de una espera, Kakashi apareció, con su característica sonrisa detrás de su máscara y su libro en la mano.
Kakashi: (Relajado) Perdón por la tardanza, chicos. Tengo algo importante que anunciarles hoy.
Naruto: (Impaciente) ¡¿Qué es, Kakashi-sensei?! ¡Espero que sea una misión épica!
Sakura: (Suspirando) Naruto, tal vez deberías calmarte un poco…
Sasuke: (Con desinterés) Tch. Solo dilo ya.
Kakashi cerró su libro y miró a sus alumnos con una mirada más seria.
**Kakashi**: "A partir de hoy, el equipo 7 tendrá un nuevo integrante. Alguien que nos ayudará en nuestras próximas misiones. Déjenme presentarles a Sai."
De entre los árboles apareció un joven de tez pálida y cabello negro, vestido con un traje negro sencillo. Sai tenía una sonrisa que parecía ensayada, casi falsa, lo cual desconcertó un poco a Naruto y Sakura. Su manera de moverse era calmada y segura.
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Sai: (Sonriendo) Hola a todos. Soy Sai, un placer conocerlos.
Naruto dio un paso al frente, con la energía característica que siempre lo acompañaba.
Naruto: (Con entusiasmo) ¡Bienvenido, Sai! ¡Es genial tener a alguien más en el equipo!
Sakura: (Amable) Sí, espero que podamos trabajar bien juntos.
Sasuke: (Frío, con los brazos cruzados) Tch. No necesitamos a nadie más.
La mirada de Sai se posó sobre Sasuke, quien lo miraba con desdén. A pesar de la frialdad de Sasuke, Sai mantuvo su sonrisa ensayada.
Sai: Es un placer conocerte también, Sasuke.
Sasuke: (Sin mirarlo) Hmpf.
Kakashi, siempre perceptivo, notó la tensión entre los dos pero decidió no intervenir de inmediato. En cambio, se dirigió al equipo.
Kakashi: Bueno, ahora que todos están presentados, sugiero que comencemos con una pequeña misión de práctica. Es importante que Sai se integre rápidamente al equipo.
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Pasaron varios días, y Sai comenzó a adaptarse a su nuevo equipo. Aunque al principio su comportamiento distante y su sonrisa falsa desconcertaban a Naruto y Sakura, con el tiempo, todos comenzaron a conocerlo mejor. Naruto, en particular, se acercaba cada vez más a Sai. Los dos compartían entrenamientos intensos y, de vez en cuando, salían juntos a Ichiraku-Ramen. Rápidamente, Naruto y Sai se convirtieron en grandes amigos.
Naruto: (Con una gran sonrisa, mientras comía ramen) ¡Sai, tienes que probar esto! ¡Es el mejor ramen de todo Konoha!
Sai: (Con su sonrisa calmada) Si tú lo dices, Naruto. Lo probaré.
Los dos compartían risas y bromas, y poco a poco, Sai comenzó a mostrar un lado más auténtico, dejando de lado su sonrisa falsa y permitiéndose relajarse más alrededor de Naruto.
Sakura observaba desde la distancia, sonriendo al ver cómo Naruto y Sai se llevaban tan bien. Sin embargo, había alguien que no estaba tan contento: Sasuke. Aunque mantenía su habitual apariencia seria y distante, algo extraño comenzaba a surgir dentro de él.
Una tarde, mientras el equipo entrenaba, Sasuke no podía dejar de observar cómo Naruto y Sai parecían disfrutar tanto de su compañía. Cada risa que compartían, cada momento que pasaban juntos, hacía que una sensación incómoda se apoderara de él.
Sasuke: (Pensando, mientras frunce el ceño) ¿Qué demonios es este sentimiento?
Sasuke no lo mostraba, pero sentía una especie de inquietud, como si ver a Naruto acercarse tanto a Sai despertara algo dentro de él. Era un sentimiento que no quería reconocer, pero no podía ignorarlo. Sin embargo, su naturaleza reservada y orgullosa lo obligaba a mantener todo oculto, sin mostrar ninguna emoción.
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Con el paso de los días, la amistad entre Naruto y Sai se fortaleció aún más. Entrenaban juntos, compartían historias y, en más de una ocasión, Naruto ayudaba a Sai a entender el verdadero significado de trabajar en equipo. Sasuke, por su parte, se sumía cada vez más en su propio silencio, observando desde las sombras, sin expresar lo que realmente sentía.
Una tarde, durante una pausa en el entrenamiento, Naruto y Sai estaban sentados bajo un árbol, riendo y hablando de sus futuras misiones.
Naruto: (Riendo) ¡Te juro que esa técnica de clones de sombras te ayudará, Sai! Solo necesitas un poco de práctica.
Sai: (Con una sonrisa genuina) Gracias, Naruto. De verdad aprecio tus consejos.
Mientras tanto, Sasuke, que estaba sentado cerca pero fingía no prestar atención, no pudo evitar sentir una punzada de irritación. Se levantó bruscamente y se alejó, intentando ahogar esa incomodidad que sentía en su interior.
Sakura: (Notando la reacción de Sasuke) ¿Estás bien, Sasuke?
Sasuke: (Serio) Hmpf. Estoy bien.
Pero, en realidad, no lo estaba. Sasuke se daba cuenta de que algo en él había cambiado. No entendía por qué le molestaba tanto ver a Naruto tan cercano a Sai, pero ese sentimiento seguía creciendo en su interior, como una sombra que no podía disipar.
Sasuke: (Pensando) ¿Por qué me importa tanto? No es asunto mío... pero...
Sin embargo, Sasuke no estaba dispuesto a admitir lo que sentía, ni siquiera para sí mismo. Y así, mientras la amistad entre Naruto y Sai florecía, Sasuke mantenía su distancia, luchando con esos sentimientos que lo confundían cada vez más.
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El equipo 7, ahora con su nuevo miembro, seguía entrenando y cumpliendo misiones juntos. Pero mientras la dinámica del grupo cambiaba, una tensión silenciosa comenzaba a crecer en el corazón de Sasuke. ¿Qué significaba este nuevo sentimiento? Y lo más importante, ¿cuánto tiempo podría mantenerlo oculto?
