Capítulo Uno : El Loto del Renacimiento.

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Una suave brisa agitaba las hojas de todos los árboles de la aldea de la hoja. El aroma de la tierra dulce lo impregnaba casi todo, el sol proyectaba las sombras largas y esqueléticas del final de la tarde. La atmósfera hablaba de paz y tranquilidad, un marcado contraste con el estado de ánimo de cierto rubio soleado.

Naruto Uzumaki, con toda su majestuosa gloria naranja, caminaba hacia el edificio de la administración de la hoja, concretamente hacia el despacho del hokage. Su rostro se torció en una mueca que enorgullecería a un Uchiha...

¿Por qué? Por su sensei, un tal Kakashi Hatake.

Ha sido largo, 10 días enteros y no han conseguido nada, bueno... excepto 2 misiones diarias de rango d. Nada más...

Apenas sobrevivieron a su primera misión de rango c convertida en rango a, ¡y todo fue culpa de kakashi!

"¡Estúpido, estúpido sensei kakashi!" refunfuñó Naruto para sus adentros. No le malinterpretes, respetaba a kakashi. El tipo era uno de los mejores ninjas que había, e incluso mejor instructor. Si te enseñaba algo, te convertía en el mejor en ello. Era muy eficiente y rápido, y aunque no le enseñara ningún jutsu genial, sus lecciones de taijutsu y tácticas ninja eran sencillamente brillantes. Pero ahí radica el problema, era un profesor de mierda en el sentido de la responsabilidad.

El tipo no tiene ninguna motivación para enseñar más que lecciones ocasionales, Naruto no podía recordar ni una sola vez en la que su sensei quisiera enseñarles algo. Todo parecía demasiado forzado por su parte y su comportamiento no es algo que se espere de un sensei jonin.

Se burló mentalmente. 'Y ahora el pato cabrón recibe entrenamiento especial para su sharingan de mierda'.

Sí, ése era otro tema. Su compañero de equipo, el eterno Uchiha melancólico.

"¡Y los aldeanos le llaman Señor Sasuke!", se burló, "¡Cómo no! Preferiría morir antes que llamarle Señor".

Desde el momento en que Sasuke despertó sus orbes comemierda de carne sucia, se convirtió en la persona número uno de la lista de mierda de Naruto.

El tipo se obsesiona aún más, y su actitud, que antes era una mierda tolerable, ¡se convirtió en el culo más absoluto en un lapso de 10 segundos! ¿Te lo puedes creer? ¡Se podía ver su aura asesina a un kilómetro de distancia!

Y entonces llega su otra compañera de equipo... bueno, el amor de su vida, Sakura. ¡Joder! ¡Por culpa de ese cabrón, Sakura está desperdiciando su potencial! Quiero decir, clavó el árbol andando de un tirón, eso tiene que significar algo..." musitó para sí mismo, mientras sus pensamientos se dirigían a cierta chica violenta de pelo rosa.

Suspiró, pero sus ojos brillaron con determinación. "Haré que Sakura vea mi camino y la rescataré de ese bastardo de Uchiha. Entonces se dará cuenta de lo mucho que la quería". Exclamó con una risita y sonrió con cariño.

Sin embargo, dejando a un lado los aspectos negativos, la misión enseñó a Naruto dos lecciones vitales muy importantes. Una es que la vida de un shinobi es como una bomba de papel (las bombas de papel no hacen tictac, ¿verdad?) con temporizador. No importa lo fuerte que seas, puedes morir al día siguiente, o incluso al momento siguiente. Fue una dura toma de conciencia de la vida que imaginaba como shinobi en la que salva princesas y damiselas en apuros. Suspira. Pero no es más que su fantasía...

La segunda y más importante era su verdadero camino ninja: proteger lo que es importante para él (estoy harto de leer "precioso" esto y "precioso" aquello. Se acabó esa mierda. Sigue leyendo, cambiaré incluso esa percepción). Junto con disfrutar de su vida mientras dure.

Y así lo hizo. Disfrutar... Hacer que todos los tenderos lleven un disfraz de payaso durante al menos un día, y dar a todos los chunin un cambio de imagen cuenta como algo, ¿no? Y quemarle el dinero al viejo hokage también...

Naruto - El Shinobi SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora