lee know

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creditos: luvyeni en tumblr

situación: sexo en el gimnasio

advertencias: Smut, ‎sexo en público, sexo duro.

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En tu defensa, ni siquiera querías estar en el gimnasio; pero tu novio básicamente te arrastró fuera de la casa, obligándote a ir al temido lugar.

Después de unos 20 minutos en la cinta de correr e intentar levantar pesas, dejaste de seguir a tu novio mientras hacía lo que fuera que hacía durante su rutina, contándole chismes que habías oído durante la semana. "Nos vamos a casa, la próxima vez voy sola", sonreíste. "Deja esa sonrisa burlona". Te dio una palmada en el trasero, gritaste. "Voy a ir al baño", dijo. "Podemos ducharnos cuando lleguemos a casa". Sonreíste.

Desplazándote por tu teléfono, ocupándote de tus asuntos sentado sobre el peso. "Puedo verte". Un hombre se paró frente a ti. "Oh, no necesito a mi hijo y a mí... ese tipo era tu novio". El tipo se burló. "La forma en que te ignoró mientras hablabas, yo nunca haría eso", dijo. "Menos mal que nunca tendrás la oportunidad de hablar con ella otra vez". Escuchaste a tu novio. "Mira, hombre, yo no... lo que sea". Minho te agarró del brazo. "Vamos".

Él te apartó murmurando enojado. "No puedo dejarte en ningún lado ¿verdad?" gritaste su nombre, él no dijo nada, te arrastró al baño, cerró la puerta y te golpeó contra ella. "Solo llama la atención donde sea, ¿eh?"

Su mano subió hasta tu cuello, apretando ligeramente. "M-Minho". Gemiste. "Eso es, sigue gimiendo como una puta para mí". Te dio la vuelta, su polla presionada contra ti, bajando tus pantalones; sus pantalones y ropa interior fueron los siguientes. "Esto". Agarró tu trasero. "Es mío". Te susurró al oído, frotando la cabeza de su polla a lo largo de tus pliegues. "Joder". Empujó su polla dentro de ti. "¡Minho, joder!"

Sus manos se enredaron en tu cabeza, acercándote a su pecho, follándote con rudeza. —¿Ese estúpido cabrón cree que puede follarte mejor que yo? —se burló—. No sabe que eres una puta para mi polla. —Su polla se hundió aún más si cabe, haciéndote gritar.

—Joder, siento que te aprietas, te vas a correr para mí, ¿verdad? —Te empujó contra la puerta—. Que todos sepan a quién perteneces. Asentiste tontamente. —Joder, me voy a correr. —Gruñó. —Joder, me voy a correr. —Tus muslos temblaron cuando te corriste—. Joder, mier-mierda. —Su polla se estremeció, su semen inundó tu interior—. Mier-mierda.

Él salió de ti, dándote palmadas en el trasero, besándote el cuello. "Mío", te mordisqueó el cuello.

"Este coño es mío, nadie puede follarte como yo, recuérdalo".

palabras: 421

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