SEGUNDO LIBRO
A pesar de que Jacob y Edward finalmente han desentrañado los misterios que los rodeaban y pueden estar juntos al fin, nuevos obstáculos comienzan a aparecer con nuevos descubrimientos y el dolor que Edward empieza a sentir ante la pos...
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El siguiente capítulo estará estructurado de la siguiente manera: primero encontrarán una de las cartas que Jacob escribió para Edward, seguida de un breve acontecimiento que ocurre el mismo día en que la carta fue escrita.
Decidí hacerlo de esta manera para avanzar en la historia y acercarnos al tan esperado regreso de Edward. Al mismo tiempo, quiero aprovechar esta oportunidad para explicar lo que ha sucedido durante estos meses de separación entre Jacob y Edward.
Sin más preámbulos, disfruten de la lectura.
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"Solo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestro amor"
George Eliot
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ABRIL
17 de abril de 2011
Querido Edward,
Estoy perdido... Así es como me siento, incluso ahora que abril avanza, la agonía sigue devorándome. Ya no sé qué hacer con este dolor que me quema, el no poder verte es un tormento constante. Los días se hacen interminables, y mi única paz la encuentro en los libros que se apilan en mi habitación, aunque ni siquiera ellos logran distraerme del vacío que ha dejado.
Sin embargo, no me he rendido, a pesar de todo. Prometí no olvidarte, aunque sé que odiarías la idea. No sé si Alice te ha contado mi decisión, si aún puede ver algo de mi futuro, nuestro futuro, o si todo se ha vuelto oscuro para ella también. Esa incertidumbre me consume, pero me niego a dejar de intentarlo.
Mi padre me insiste en que deje la escuela en la reserva, pero sigo convencido de que es la única manera de encontrarte algún día. La universidad, que parecía antes un sueño vacío, ahora es mi única esperanza, el faro al final de este túnel. Es lo único que me mantiene, el saber que quizás, en algún momento, nuestros caminos se crucen de nuevo.
Con amor,
Jacob.
-Has estado leyendo mucho últimamente -comentó Billy mientras Jacob terminaba de lavar los platos.
-Es normal, papá. Todavía tengo que estudiar y...
-Sabes que, aunque termines la preparatoria, no podrás ir a la universidad -lo interrumpió su padre.
Y ahí estaba otra vez, el mismo tema de siempre. Hacía una semana que le había confesado a Billy su intención de ir a la universidad, pero su padre no lo había tomado bien. La excusa de siempre era el riesgo de exponerse a otros humanos si llegaba a transformarse, algo que Jacob consideraba absurdo. De entre todos los de la manada, él era quien mejor se controlaba, algo que incluso Sam había tenido que admitir. Eso significaba que había una razón más profunda por la que su padre no quería que se fuera, pero Billy no se atrevía a decirla. Jacob, cansado de la discusión, intentó evitar otra pelea.
