Capitulo 7

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Lalisa.

No sabía exactamente quién era quien había enviado las fotos a la persona que me envió el mensaje, y tampoco quién envió el mensaje. Así que no supe responder a la pregunta que Jungkook me había hecho.

— No lo sé, profe Jungkook —Le dije suspirando. Él me miró algo preocupado todavía y luego tomo el vaso que tenía en mi mano desde hace un buen rato para llevarlo al lavamanos.

— ¿Recuerdas a quien le enviaste las fotos, Señorita Lisa? —Preguntó. Suspiré.

Creo que sí lo recuerdo. A... Bueno, no exactamente porqué justamente toda mi memoria se puso en blanco, pero...

¿Quien sería la persona más cercana a mi para enviarle esas fotos?, no tenía amigas en Tailandia a excepción de Minnie y ella no estudiaba conmigo. Entonces, ¿Quien era esa persona a la cual confíe de enviarle las fotos?

¡Mierda!, ya sé quién... ¡El maldito, hijo de perra, puta madre de Oh Sehun! Menudo cabrón, rata asquerosa de dos patas, se iba a fundir en el jodido infierno por haber vendido mis fotos.

— Sehun, fue Sehun profe —Le confesé al profe de inmediato, él me miró confundida y yo resople al recordar a ese imbécil.— Es mi recién ex-novio.

— ¿Por qué crees que fue él? —Pregunta él mientras se acerca nuevamente a mí. Y es cuando, no sé por qué, pero caigo en cuenta que hace más de quince minutos la enfermera no ha venido. Sospechoso.
Volviendo al tema, lo mire confundida porqué no escuché bien su pregunta. El resopló.— ¿Cuales son tus razones para creer que fue él quien compartió las fotos?

— Profesor Jungkook —Dije incrédula— Él es un verdadero imbécil, además es el único que tiene mis fotos. Siempre me ordenaba enviarle unas cuantas y solo lo hice tres veces, que son las tres fotos que están en mi teléfono y que esa jodida persona que me envió los mensajes las tiene. —Conté— ¿Quien más haría eso?, no tuve amigos en Tailandia y la única que tuve no estudiaba en mi mismo instituto. Tampoco éramos tan confiadas para enviarnos fotos de nuestros cuerpos, estoy segura que fue él, Sehun.

Jungkook suspiro y asintió dándome la razón, se veía que no quería discutir. Además él no sabía nada para refutar.

— Bien. Haremos una denuncia a la persona de las fotos, pero primero necesito que me compartas el número de esa persona y yo me encargo del resto. —Sonreí, cómo no hacerlo, era todo un caballeroso conmigo y lo amaba.

— Gracias, profesor Jungkook, pero —Digo. Nunca faltan los peros por mi parte.— ¿Y si publica las fotos antes de la denuncia? —Pregunte asustada.

Jungkook se sentó nuevamente a mí lado, tomando mis dos manos para intentar tranquilizarme. Juro estarlo cuando ví sus bellos ojos transmitiendo serenidad y seguro.

— Haremos algo —Comenta. Me puse atenta sin soltar nuestras manos.— Le dirás cuánto dinero quiere, que le pagas en Wones y qué cuando puedes dárselo, pero que necesitas que se vean y comprobar que eliminó las fotos.

— Pero profe, ¿De dónde sacaré dinero?, mi madre no tiene y mi padrastro es una mierda conmigo y más con ella si le pide —Le digo.

Él me mira despreocupado. Y no me siento segura de su seguridad de arrogancia. Entonces, no espere que dijera esto:

— Yo te los daré.

Lo miré avergonzada y rápidamente me niego.— No profe, que pena con usted. Yo

— Usted es mi alumna, y tengo que ser responsable de su integridad física tanto mental y emocional —Me dice sonando tan sereno que me da tranquilidad a mí.— ¿Cómo puedo darle clases a una alumna acosada y con mala integridad física, mental y emocional? No puedo ser tan mala persona contigo, así que por favor acéptalo. —Me pide.

Sonreí tenue con ternura por su amabilidad, que belleza de hombre, todo lo que quiero tener. Lo odio por ser tan atento y cortés, me hace desearlo más.

— Está bien. Muchas gracias, profe.

Él sonríe con victoria y yo solo exhaló con más alivió.— Bien, envíale el mensaje, toma agua y si quieres, puedes volver a clases.

Él iba a irse, pero lo detuve con mi voz.— ¿Y si no me siento bien para ir a clases, profe Jungkook?

Él sonríe y me mira por encima de los hombres. ¡Dios! Es tan hermoso así, sonriendo de esa forma.

— Puedes quedarte aquí —Me sugiere— Pero debes ponerte al día con la profesora Lee —Dice.

— Ella es un poco cansona, es mejor que soporte y vaya —Me levanté de la camilla con intenciones de irme, pero él me detuvo.

— Si quieres puedo pedirle que te regale unos minutos de clases por la tarde para que te pongas al día, también que te alargue el tiempo si ha puesto trabajos. No tengo problema con ayudarte en eso —Me dice. Y me siento tan agradecida con él por su decencia.

— Eres un increíble persona, profesor Jungkook —Comento cómo por impulso. Quise besarlo para agradecerle pero la verdad es que no quise asustarlo.— De verdad, que lo amo. ¡Muchas gracias por todo!

Él sonríe con arrogancia a pocos y sale de la enfermería, dejándome un poco sonrojada por su presencia tentadora.

Y aunque, me había puesto tan nerviosa. Rechille en la camilla mientras me acordaba de los abrazos que me regaló dos veces, cuando tomaba mis manos para tranquilizarme, sus ojos marrones oscuros viéndome con un brillo de preocupación y otras veces de serenidad. Se atreve a decir que me va a regalar el dinero para pagarle a la maldita sucia persona que tiene mis fotos y encima se va encargar de demandarla. Simplemente era tan jodidamente bello que... Puedo enamorarme por su belleza, amabilidad, cortesía, madurez, la intención, inteligencia, y sobre todo... Su verdadera preocupación hacia mí.

Malditamente me tenía mal. Incluso podía decir que me estaba enamorando. Y así fue como me distraje de esos pensamientos abrumadores que me horrizaba pensar en solo ver aquellas fotos en una red social y ser la burla de todos. Podía imaginar a mi madre y mi padre estando decepcionados, a mí padrastro y la maldita de mi madrastra burlándose de mí a escondidas. A mí padrastro podía imaginarlo masturbándose mientras me veía, porqué el maldito era así de pervertido, me daba tanto asco y miedo tenerlo cerca, pero la bruta de mi mamá no lo entiende, no entiende que estoy en peligro cerca de ese vejestorio.

También a la babosa de Tzuyu burlándose con sus amigas de culo, y peor aún, a mis nuevos compañeros de clase. Al mundo entero, ¡Dios! ¡Me sobresaltó del susto! ¡No quiero ni imaginarlo!

 Al mundo entero, ¡Dios! ¡Me sobresaltó del susto! ¡No quiero ni imaginarlo!

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Your body and my bodyWhere stories live. Discover now