Décimo cuarto Capítulo

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San se puso de pie y se acercó a ambos hermanos, dejando a Jongho en la mesa. Primero saludó a WooYoung dándole un corto beso que fue correspondido y ambos se dedicaron una linda sonrisa como acostumbraban hacer. Luego se dirigió a saludar al rubio con un cálido y reconfortante abrazo. San estaba agradecido con Yeosang por tomarse la oportunidad de tratar de arreglar las cosas con su hermano, fue testigo de lo mal que Jongho la pasó al estar separado del rubio, no quería volver a verlo de esa manera, así que en un pequeño susurro le destinó un delicado "gracias" dejando un poco confundido al menor.

¿Cómo estas Yeonnie? — preguntó San, minimizando ese corto agradecimiento.

Creo que bien... — contestó algo inseguro, replanteándose si estaba actuando bien o no — Prometí que haría las cosas bien — agregó formando un gesto decidido.

San y WooYoung intercambiaron una mirada rápida asintiendo, estando de acuerdo con lo que Yeosang dijo. Entonces, San volteó en dirección de su hermano y extendió su mano señalándole el camino al rubio.

Antes de ir, Yeosang tomó un suspiro llenándose de fuerzas y se dirigió a aquella mesa.

Vamos a nuestra mesa — indicó el de mechones rojos interrumpiendo la vista de WooYoung — Si los sigues mirando de esa manera estando parado, los pondrás nerviosos — advirtió.

Solo estoy preocupado — respondió el pelinegro.

Jongho no lo matará, ¿de acuerdo? — bromeó – Estarán bien

Sabes que no me refería a eso, San — replicó tomando asiento en la mesa más próxima, algo inestable, pero le haría caso a su novio. Total, si pasaba algo, ellos estaban cerca y podrían ir al auxilio.

San se apresuró en tomar asiento primero, preparando las palabras precisas para expresar todo lo que quería decir y que WooYoung llegue a entender. Normalmente, la comunicación de San se caracterizaba por ser directa y sin escrúpulos, pero esta vez, el de mechones rojos se sentía algo nervioso y que su novio esté más atento de lo que pasaba en la mesa de Yeosang y Jongho, no ayudaba.

Bueno — empezó el pelinegro sentándose finalmente — ¿Cuándo nos casaremos?

Justamente de eso quería conversar contigo —comentó San moviendo las manos un tanto vacilante, miraba a los lados buscando consuelo, pero no servía. Solo tenía una opción, y decidió irse por la sinceridad — WooYoung — carraspeó — Existe la posibilidad que no lleguemos a... casarnos

WooYoung lo observó extrañado por algunos segundos, descifrando si lo que su novio acababa de decir era cierto o no — Pero me dijiste que tú y yo debemos casarnos, sino a Jongho lo casarán con alguien más

Sí... eso dije — afirmó recordando la llamada nocturna que tuvieron — Pero, también está el hecho de que mi papá no nos deje

¿El señor Choi? – dudó el pelinegro — Pero si él me había adoptado exactamente para eso, no tiene sentido que digas que no va a querer

Estamos hablando de mi papá, WooYoung. El señor que es impredecible en todas las decisiones que toma y al que no le importa desechar personas — aclaró esperando por la respuesta de su novio, pero éste solo se había encogido de hombros desentendido — En fin, no digo que eso pasará, pero de que sí existe la posibilidad de que, si me caso, no sea precisamente contigo

Está bien, lo comprendo — respondió el pelinegro no tan convencido con la idea, pero que, de todas maneras, la tendría en cuenta — ¿Qué pasará si no es conmigo con quien te cases? — quiso saber.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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Doy todo por ti [¡Temporada 2!] EN EMISIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora