Jusqu'à ce que la gloire nous sépare {GeminiFourth}

chapitre douze

⚠️A D V E R T E N C I A⚠️

Este capitulo porta contenido que puede resultar obsceno o incómodo para algunos lectores.

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¿El acaso estaba viendo bien? Un rostro hermoso con ojos amielados por las lagrimas que retenian, esa bonita nariz respingada y esa sonrisa tan inocente.

"Gemini"

Sus labios se habían movido, pronunciando gloriosamente su nombre. Si... ese era su Fourth, quien lo miraba fijamente y con ilusión. No podía creer cuanto había extrañado ver ese hermosos rostro.

No... no debía.

El pelinegro no menciono una sola palabra y paso a un lado de su castaño golpeando duramente su hombro, Fourth se quedó perplejo ¿qué había ocurrido?

"¡Gemini!"

Su intento de tomarlo de su brazo había sido un fracaso pues el de tez morena lo había sacado en cuanto había sentido aquel tacto suyo.

"¿Qué... Qué pasa?"

Balbuceo el castaño mirando como aquel hombre se alejaba poco a poco. Apretó sus dientes y con valor reunido salio corriendo tras el.

"Norawit ¡espera!"

Y se detuvo sin mirar atrás. Fourth pudo notar la tensión y la rigidez qué cargaba sobre sus hombros y Gemini podía pensar de sí mismo lo bulnerable qué era ante un hombre que solo le arruinaba la maldita existencia.

Fourth porfin había podido alcanzarlo, poso una de sus manos en su pecho y soltó una gran bocanada de aire. Había dejado de ejercitarse y su condición si que la estaba perdiendo.

"¿Porqué me sigues?"

El menor no respondió nada y solo se digno a morder su labio inferior. Era verdad... ¿Porqué lo seguía? Gemini le miro fijamente como si estuviera evaluando si valía la pena hablar con el o no, sintiéndose aun más amargo de lo que se sentía.

"Bien... si no tienes nada que decir, Porfavor déjame retirarme"

Con esas palabras el pelinegro volvió a caminar, Fourth se quedó allí, inmóvil. Sintiéndose tan frustrado. No sabía que hacer, ni que pensar ya... sin embargo.

"¡Gemini!"

Nuevamente volvió a llamar, y nuevamente el mencionado volvió a mirarlo.

Su rostro estaba tan destrozado por culpa de esas lágrimas que se resbalaban sin permiso por sus hermosas mejillas, Gemini se sentía aún más peor. Fourth nuevamente fue acercándose a él a pasos más lentos y arrastrados, hipaba de tanto llanto. Era tan tierno...

El pelinegro sonrió, ya no podía soportarlo, su corazón se debilitó. Ya no podía resistirse a su mirada, a esas bonita mejillas regordetas y pintadas de carmín, a su voz.

Vio a su hermoso castaño levantar ligeramente su rostro al estar frente a él, las lagrimas ahora resbalaban por su cien mojando también sus orejas.

"¿Porqué te vas?"