— ¿Debería estar preocupada? No estoy preocupada, es decir...
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Kazuha le pego en el hombro por burlarse de ella.
— Ya pasaron dos horas y sigo viva, ¿es una buena señal, no?
— Por ahora. — Minju la asustó, aunque Kazuha supiera bastante bien como controlar a esa coreana de 1.64 metros.
Así que valientemente se paro de la mesa y puso las dos manos sobre estas, infla el pecho y dirige su mirada a la rubia que felizmente jugaba con su celular.
— ¡¡Chaewon dile algo a tu novia, me esta molestando!!— Minju quizo detenerla pero había sido demasía tarde cuando la susodicha se le había resbalado de la mano su celular.
— ¡No me metan en sus cosas! — hizo un berrinche tomando de la mano a la coreana menoe para que se comportará, así que técnicamente Kazuha había ganado.
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— Quizá deberías ignorarlo. — Sakura hundió su cuchara en la avena de su desayuno, contemplando la idea de este, Kazuha estaba más calmada.
— O regresarle la doxxeada. — Pum, otra vez estaba preocupada.
Estaba segura que dos tipos en cualquier momento irían a robarle los órganos.
— Ni siquiera se usar bien el Excel, ¿cómo voy a averiguar eso?
— ¿Y si ves algo en su perfil que te sirva? —La palabra fue tomada por la pelinegra, y no era mala idea, a fin de cuentas ya no tenía nada que perder.
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— ¿Hey, esa no es...? Ay, ¿cómo era?
— Kkura, literalmente ahí está su nombre, ¿no es la que te paga para que seas su modelo? —Kazuha asintió algo insegura pero siguió buscando algo más que le diera la seguridad de que ambas se conocían.
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Perfecto, su medio de transporte.
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Minju no había entendido a que se refería la rubia hasta que levanto la mirada al frente, efectivamente, las japonesas se había ido como alma que lleva el diablo. Quizo voltear y buscarlas pero era simplemente en vano, ya estaban muy lejos.
— Así que, ¿qué te parece tener una cita improvisada en medio de la universidad?
— ¿Con el desayuno de nuestras amigas? Acepto la invitación.
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