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Con eso, me aleje. Camino hacia mi coche. Escucho a Hyunjin llamándome, pero no me molesto en darme la vuelta. Solo quería ir a casa y llorar en paz.

Me meto en el coche y conduzco hasta casa. Jeonghan me dijo que Dino estaba con su madre. No quería lidiar con otra persona que me odiaba a muerte. Chan estaba a salvo, así que lo recogeré mañana.

Llegue a casa en un tiempo récord. Estar allí sola solo me recordó lo verdaderamente sola que estaba. No tengo a nadie que me consuele o me cuide. Nadie que me quiera. No tengo absolutamente a nadie excepto a Dino.

Empiezan a caer lagrimas frescas por la cara.

Estoy cansada de llorar que parece que no puedo parar. Si pudiera volver atrás en el tiempo y cambiar las cosas, tal vez ahora estaría casada con un hombre que realmente me quisiera.

Pero esas son las cosas del pasado. Una vez que ha sucedido, nunca podrás cambiarlo.

***

Hace tres días que miro papá y todo el mundo está conmocionado. Fue una noticia chocante para todos. Era un hombre muy conocido y querido. Así que todos sintieron su pérdida.

No he visto a Jeonghan desde ese día. Me llamó varias veces, pero ignoré sus llamadas. Probablemente estaba muy enamorado y en los brazos de Yeji ahora mismo. Ella probablemente se había mudado con el. No necesitaba que me lo restregara por la cara.

Sacudiendo esos pensamientos amargos, me concentro en subir la cremallera de mi vestido negro. -¿Mami? - la voz de Dino viene de detrás de mí

Me giro y lo encuentro con lagrimas en sus ojos. Me arrodillo para estar a su altura.

-¿Qué pasa, mi niño? - le pregunté

-Lo echo mucho de menos. Se suponía que íbamos a ir a pescar este sábado - su voz se entrecorta y mi corazón se rompe ante su dolor

El señor Hwang pudo haber sido un padre terrible para mí, pero fue un gran abuelo para mi hijo.

Abrazo a Dino contra mi pecho y le susurro palabras de consuelo mientras sus lágrimas empapan mi vestido.

-Se que le echas de menos, pero ahora está con los ángeles y siempre te cuidará desde arriba. Recuerda que nunca se habrá ido de verdad porque vive aquí dentro...- le tocó el pecho - Y aquí - tocó su cabeza

-Además, a él no le gustaría que lloraras. ¿Quieres ponerlo triste? - pregunté suavemente y el niega con la cabeza

-Bien, esto es lo que vamos a hacer. En vez de estar tristes, vamos a recordar todos los recuerdos maravillosos que tuvimos con el, ¿vale?

Tengo muy pocos buenos recuerdos con el, pero Dino tenía muchos. Iba a ayudarlo a aferrarse a ellos.

-Esta bien

Le limpio las lágrimas de la cara y me levanto. Recojo mi bolso y le tiendo la mano. El la toma y me mira.

-Ahora vamos a despedir a tu abuelo como es debido- me dedica una pequeña sonrisa y con eso partimos. Era hora de despedirse.

El día no tenía nada de catastrófico. El sol brillaba y todo parecía estar en su sitio mientras conducía por las calles familiares.

Cuando llegamos, la capilla estaba abarrotada. Casi todo el mundo habia ido a dar el ultimo adiós.

Inspeccioné el lugar y me tranquilizó ver que todo estaba en su sitio. Ninguno de los había sido de mucha ayuda cuando se trataba de la preparación del entierro. A mi me tocó cargar con el peso de todo.

Sin embargo, no me quejé. Lo tomé como una oportunidad para corresponder a lo que el había hecho por mí. Al fin y al cabo, me había alimentado, vestido y puesto un techo sobre mi cabeza. El servicio estaba a punto de comenzar y la mayoría de la gente ya estaba sentada. Decidí sentarme en el lado opuesto. No me sentía bien sentada con los demás. Especialmente no me sentía bien sentada al lado de Yeji.

-Mamá, ¿por qué estamos sentados aquí... no deberíamos sentarnos al lado de la abuela? - Preguntó Dino, señalando hacia donde estaban los demás

Por supuesto que nos miraban raro, pero no me importaba. Después de todo, no era un secreto que no era aceptada por la familia después de todo lo que había pasado.

-La mayoría de la gente ya está sentada. No quiero hacer un alboroto- mentí

Parece que no me cree, pero lo dejo así. Llegó el Padre y empieza el sermón justo cuando siento que alguien se sienta a mi lado.

Me puse tensa. Reconocería su presencia y su colonia en cualquier parte. No se que hacía sentado aquí. Debería estar con su preciosa Yeji. De hecho, preferiría que estuviera allí.

Maldición, sueño amargada. Y lo estaba. Amargada, enfadada y dolida.

-Papá- Dino grita susurrando, lo que hace que unas cuantas personas se guiaren y nos miren

Los fulmino con la mirada haciendo que se den la vuelta.

-¿Puedo sentarme entre vosotros? - Dino me susurra

Respiro aliviada. Menos mal que hay pequeños milagros. No tendría que estar cerca de su sofocante presencia.

Moviéndonos sigilosamente, consigo cambiar de asiento con el. En el momento en que lo hacemos, siento que la tensión se alivia un poco.

-Todos debemos dejar este mundo algún día, la pregunta es ¿cómo lo dejarás tú? ¿Habrás marcado la diferencia? ¿Habrás cambiado y habrás tocado las vidas de los que te enamoraste por el camino? ¿O te irás con remordimientos? - el predicador hace la pregunta

No puedo evitar pensar en ello. Si yo muriera hoy, ¿quién asistiría a mi entierro? ¿Les importaría siquiera a los que me rodean? A quien quiero engañar. No les importaría. Probablemente celebrarían una fiesta. El único que se verá afectado por mi muerte será Dino. Solo el y nadie más.

Sinceramente es triste la vida que tengo. No tengo amigos sobre todo porque me contengo. Vivir bajo la sombra perfecta de Yeji me clavó en el hecho de que nunca podré ser lo suficientemente buena para nadie. No era tan hermosa como ella, sexy como ella era, inteligente como ella, amada como ella. Yo no era perfecta como Yeji. No era nada comparada con ella.

Incluso ahora que somos mayores, sigo a su sombra. Nadie ve mi dolor o sufrimiento. Todo se trata de Yeji. Su dolor es más grande que el mío. Su felicidad es más importante que la mía. Ella siempre es lo primero que la mente de todos mientras yo me quedo persiguiendo las sombras de su afecto.

-Mami- la voz de Dino me saca de mis pensamientos

Entonces cuando me doy cuenta de que el servicio había terminado y todo el mundo se iba.

-Gawon ¿estás bien?- su voz grave siempre me hizo estremecer

No quiero hablar con el y mucho menos mirarlo, pero tendré que hacerlo porque durante los próximos diez años compartiremos la custodia de Chan.

Encogiéndome de hombros me pongo en pie, sin mirarlo. Se que parece de mala educación, pero no puedo mirarlo. No cuando el recuerdo de él mirando amorosamente a Yeji sigue fresco en mi mente.

-Vamos Dino, vámonos

-Vamos Dino, vámonos

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@dk__17carat 🍊🐈

Arrepentimiento | YOON JEONGHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora