Amor en la Gira // Hyunlix

☆~11~☆

☆EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:

Felix lo miró, su corazón aún acelerado, sin saber sireír o reclamar. Mientras Hyunjin se alejaba, con una sonrisa enigmática que siempre llevaba, Felix se quedó solo en la sala, su mente dando vueltas. "¿Qué estás haciendo conmigo?"

Y así terminó la noche, con un momento entre ellos que quedaría grabado en la memoria de ambos... y en el corazón de Felix.

Hyunjin no podía dejar de pensar en lo que casi ocurrió con Felix. Las imágenes del beso que estuvo a punto de darle seguían pasando por su mente.

Se removía en su cama, incapaz de conciliar el sueño. De repente, escuchó la puerta del cuarto abrirse. A pesar de no voltear, supo que era Felix por la suavidad de sus pasos, sin hacer ruido, se deslizó hacia su cama, que estaba a dos camas de distancia.

Hyunjin observaba a Felix moverse con cuidado en la oscuridad, reconociendo su figura por los gestos y movimientos que ya conocía tan bien. Era casi instintivo saber que era él, como si su sola presencia alterara el aire a su alrededor. Hyunjin se levantó lentamente, cuidando cada paso para no hacer ruido. Justo cuando estaba por pasar al lado de Han, vio cómo su compañero se movía un poco, destapándose. Hyunjin se quedó inmovil, conteniendo la respiración.

Han abrió los ojos un segundo, sin darse cuenta de la presencia de Hyunjin,y volvió a acomodarse, murmurando en sueños:

- Nueces... -susurró, mientras volvía a hundirse en el sueño profundo.

Hyunjin sonrió levemente, preguntándose qué soñaría Han. Pero no tenía tiempo para distraerse. Siguió avanzando hasta llegar a la cama de Felix. Cuando lo vio, supo que estaba despierto, aunque le daba la espalda.

Con un poco de duda, Hyunjin se deslizó con cuidado en la cama de Felix, acercándose hasta sentir el calor de su cuerpo. Sin decir nada, lo abrazó suavemente por detrás, apoyando su cabeza en la curva de su cuello.

Felix se tensó al sentir el abrazo, sorprendido por la repentina cercanía. En un movimiento reflejo, trató de girarse, lo que hizo que Hyunjin casi perdiera el equilibrio y se cayera de la cama. Sin embargo, Felix reaccionó rápido, tomándolo de la muñeca y jalándolo hacia él, haciendo que Hyunjin terminara encima suyo, exactamente como había pasado aquella vez en el estudio de ensayo.

El silencio llenó el cuarto, con solo el sonido de sus respiraciones entrecortadas. Esta vez, Felix no dudó. Siguió lo que su corazón le dictaba, y con un movimiento suave, se acercó y besó a Hyunjin. Fue un beso lento, cargado de emociones no dichas, y por unos segundos, el mundo exterior dejó de existir. Hyunjin respondió al beso, aferrándose a Felix como si fuera la única verdad en ese momento.

Cuando finalmente se separaron, ambos quedaron en silencio. Hyunjin respiraba con dificultad, su corazón latiendo rápido.

- ¿Estas seguro de esto, Lix? -preguntó Hyunjin en un susurro, sus ojos buscaban una respuesta en los de Felix.

Felix, todavía con las mejillas enrojecidas, lo miró por un momento antes de asentir. En su interior, sabía que había estado negando lo que sentía por demasiado tiempo.

- Nunca he estado más seguro de algo. -respondió Felix con una sonrisa apenas visible, su voz baja pero firme.

Hyunjin lo observó por unos segundos más, como si quisiera asegurarse de que esas palabras no eran un impulso del momento. Pero había algo en la mirada de Felix, algo tan genuino, que le quitó cualquier duda. Suspiró suavemente y se dejó caer de nuevo sobre él, apoyando su cabeza en el pecho de Felix, escuchando los latidos apresurados de su corazón.

- No quiero arruinarlo... -murmuró Hyunjin-.

- No lo arruinarás. -respondió Felix, acariciando suavemente el cabello de Hyunjin, como si ese gesto pudiera calmar la tormenta de pensamientos que pasaban por su mente-. Esto es... lo que he querido desde hace tiempo.

Hyunjin levantó la cabeza solo lo suficiente para mirarlo a los ojos, buscando cualquier rastro de duda. No lo encontró. En su lugar, encontró algo que lo hizo sonreír, una mezcla de ternura y seguridad que jamás había visto en Felix.

- Entonces... -Hyunjin comenzó a hablar, pero Felix lo interrumpió con otro beso, esta vez más decidido, como si con ese gesto quisiera decirle que ya no había más palabras que fueran necesarias.

Y por unos momentos, ambos se dejaron llevar por esa sensación de paz que solo encontraban el uno en el otro. Las caricias se volvieron más lentas, los susurros desaparecieron, y en medio de la oscuridad de la habitación, los dos parecían ser lo único que importaba.

Hyunjin deslizó sus dedos por el brazo de Felix, sintiendo el calor de su piel bajo la tela de la camiseta, mientras sus labios se encontraban una vez más. Esta vez, no había prisa, no había incertidumbre. Había solo ellos, solos en su propio mundo.

- Entonces, ¿Somos amigos? -habló Hwang-.

- Hwang, los amigos no se besan. -expresó Felix sonriendo-.

- Eso ya lo sé, pero nos habíamos quedado en silencio, y no sabía qué decir.

Felix rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír. A pesar de la situación, había una ligereza en el ambiente, una sensación de que todo estaba en su lugar.

Los dos se quedaron en silencio un rato másm simplemente disfrutando de la presencia del otro, hasta que poco a poco el sueño comenzó a ganarle a Felix. Hyunjin lo observó por un momento, sus pensamientos girando en su cabeza. Sabía que aún quedaban muchas cosas por decir, pero por ahora, sólo quería disfrutar ese momento de paz.

Justo cuando Felix estaba a punto de dormirse por completo, Hyunjin se inclinó y susurró en su oído:

- Buenas noches, chico con pequitas.

Felix sonrió suavemente, sin abrir los ojos, y se acomodó un poco más cerca de él, dejando que el sueño lo envolviera.