Eran eso de las cinco de la tarde cuando la puerta principal sonó por séptima vez. Séptima. Taehyung se limitaba a apretar con furia los botones de su control remoto, ensimismado en su nuevo videojuego; sin embargo, el constante ruido que perforaba sus oídos comenzaba a ponerlo de malas.
—¡La puta madre! —vociferó, lanzando lejos el aparato en sus manos—. ¡La maldita puerta está sonando! ¿¡Son sordos o qué putas!? ¡Abran de una jodida vez! —pero nadie respondió y mucho menos alguien hizo algo. ¿Acaso lo habían dejado solo en casa y él apenas se daba cuenta? Evidentemente molesto, se paró del sofá y a regañadientes se dirigió a la puerta, soltando una que otra maldición—. Todo yo. Siempre todo yo —se quejó, antes de abrir de un golpe—. ¡No! ¡No me interesa hablar de tu jodido Dios y...
Calló abruptamente, analizando rápidamente a la hermosa criatura frente a él. Se trataba de un pelirrojo sacado de algún cuento de hadas, pues su apariencia era la de un príncipe. Taehyung le regaló una mirada para nada sutil, en la cual se comió en su mente aquellos muslos gruesos y bien formados. Ascendió hasta esa estrecha cintura, e inevitablemente mordió sus labios, repentinamente hambriento y sintiendo una colosal molestia en sus pantalones.
—Digo... —carraspeó su garganta—. ¿En qué puedo ayudarte, hermoso siervo de Dios?
El pelirrojo rio, dándole paz a los oídos de Taehyung, quien por inercia también rio.
—No soy un testigo de Jehová —el chico volvió a reír, alzando unos misteriosos tarros que Taehyung observó con curiosidad—. Vendo Herbalife, y me preguntaba si alguien de esta casa estaría interesado.
¿Herbalife? ¿Qué mierda era eso? A Kim no le importaba en lo más mínimo, pero mientras tuviera a esa preciosura al frente, estaba dispuesto a escuchar hasta siete horas de salmos en la iglesia -cosa que, afortunadamente, no tenía que hacer-.
—Pues a mí me interesa —sonrió ladino, antes de relamer sus labios—. ¿Tú me vas a orientar?
—¡Por supuesto!
Tal vez, Taehyung ya no estaba tan molesto con sus padres y hermanos por dejarlo solo en casa. Él sabría aprovechar aquella soledad.
—Perfecto. ¿Por qué no pasas? Es incómodo aquí —haciéndose a un lado, le dio paso al chico para que entrara, el cual lo hizo luego de musitar un «con permiso». Los ojos de Taehyung volaron hasta el trasero ajeno, y volvió a morder sus labios al notar el tamaño. Cerró la puerta detrás de su espalda, suspirando en excitación—. ¿Cómo te llamas, precioso?
—Jungkook... —respondió, depositando sus productos en una de las mesas, y posteriormente tomando asiento en uno de los sofás—. ¿Y tú?
—Un lindo nombre para un lindo chico... —Kim se había puesto en modo coqueto. No tardó demasiado en sentarse junto a Jungkook, olvidándose por completo del espacio personal. Eso a Kook no pareció molestarle—. Soy Taehyung.
—Taehyung... —repitió, y el aludido amó cómo sonó su nombre de aquella voz. El pelirrojo volvió a sonreír—. ¡Me gusta! Bueno... te explico... —partió hablando—. Herbalife tiene muchos beneficios. Es básicamente un producto que ayuda a controlar el peso corporal de las personas, podría tratarse de un fármaco. Herbalife puede aportarte los nutrientes necesarios para comer sano y al mismo tiempo bajar de peso. También sirve para otras cosas, y si practicas algún deporte, nuestras proteínas podrían serte de mucha utilidad. Tengo batidos de muchos sabores, ¡son ricos y pueden ayudarte a bajar de peso y...
—¿Sabes qué también ayuda a bajar de peso? —interrumpió, mareado por el discurso de la preciosura que únicamente quería follarse. Jungkook ladeó la cabeza, demostrando así su confusión—. El sexo, precioso. Una buena ronda de sexo.
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HERBALIFE © vkook
Fanfiction«Para tu información, soy el líder en ventas Herbalife». © houndix ED. O N E - S H O T. smut; jk bottom y th top. lenguaje explícito y contenido homosexual. este os cuenta con dirty talk. si esto te disgusta, por favor no leas. portada hecha por:...