ლ T h o u g h t s ლ

El significado

Ultimamente, he tenido una preocupación muy grande en mi mente: ¿Qué hay mas allá?, ¿Qué nos espera cuando todo termina?

Desde pequeña, crecí con la idea de que hay un mas allá, un cielo, un lugar donde todos o la gran mayoría iremos a reenocntrarnos con nuestros seres queridos, nuestras familias que también no se encuentran mas con nosotros. Un lugar de paz, donde todo es hermoso y no hay dolor, anguastia ni enfermedad. 

Me gusta creer que es así, que ese lugar existe y que es hermoso, que ahí nos vamos a encontrar todos, en almas de luz hermosas. Pero, a veces, mi mente me traiciona y hace que a mi llegue el clásico temor de "y si, no nos espera nada..." "si simplemente desaparecemos, sin conciencia, sin absolutamente nada que nos espere?"

¿Por qué existimos en este mundo, lo llenamos de experiencias, dolor, amor...vida, si luego no sabemos que hay o que hubo.? 

Y si es así, ¿Que huella voy a dejar en este mundo para que no me olviden? 

Lo admito, me siento horriblemente atemorizada de la idea de la muerte. Todo lo que tiene que ver con ella me causa una incertidumbre tan intensa, que me hace deprimirme al grado de llorar; al grado de la ansiedad máxima en donde tiemblo sin control y no puedo pensar con claridad. Es curiosos pensar que le temo algo inminente; quizá es justo eso lo que me da mas miedo, la inminencia de aquel final al que todos estamos destinados, absolutamente todos. Pero aún así. 

Incluso, hay finales que me hacen sentir peor que otros, en especial, gente muy jóven, niños, gente de mi edad...esos casos me llenan de tristeza y no puedo evitar ponerme en los zapatos. Sé que no es lo mejor, que no es sano, pero no puedo controlarlo...porque es el recordatorio de que, no debemos dar nada por sentado; desde cosas tan sencillas como repirar, ir al super mercado, abrazar a alguien...nada en esta vida debemos darlo por sentado. 

Este cumulo de preocupaciones me llevaron a erscribir esto, con el propósito de tranquilizar mi temor, expresándolo a traves de algo que siempre he amado, la escritura. Que agradecida estoy con dios, con el universo que puedo tener manos para escribir, anotar e incluso tocar a mis seres queridos. 

La idea de mi propio final y peor aún, la idea de irme tan jóven de este mundo, me causa un terror que ni siquiera puedo explicar. Pero, lo que mas hace es deprimirme muchísimo, pues pienso justo en todos los sueños, metas y esperanzas que tengo y voy creando con el paso de tiempo y la idea de verlos zanjados me es...ni siquiera puedo ponerlo en palabras, pero lomas cerca es: desolador. Muy desolador. 

Ya ni hablar de la idea de dejar atrás mi mamá, papá, hermanito, mis amigas...las personas que mas amo en este mundo, la gente mas valiosa, mi sostén, en pocas palabras. Es algo que me deja hecha un mar de llanto, la idea de que ante la incertidumbre del mas allá, sno puedo saber si desde ahí podré verlos a todos o si simplemente...no habrá nada, y me perderé de cosas tan importantes como los logros de mi hermano, trabajar con mis padres, los logros de mis amigas...sus futuros. 

Cuando me di cuenta de todo eso, comencé a plantearme mucho mas la idea de empezar seriamente a cambiar todo, la forma en la que enfoco mis cosas, la manera de relacionarme con quienes amo, mi trato a la gente en general, mis metas...y me di cuenta de algo tan hermoso como aterrador, temgo muchísimas ganas de seguir viviendo en esta tierra, en este plano terrenal. Porque me di cuenta que aun tengo muchas cosas que deseo hacer y mucha gente a la que todavía no puedo ni quiero dejar de querer. 

Mis ganas de vivir se deben a eso pero he de admitir que también se deben a mi miedo a la muerte. Sé que es algo que debo trabajar con una profesional y manifiesto mucho que dios me de vida y salud para poder vencer este temor. 

Un día, hablando con una amiga de Ciudad de México, me diji "si yo me fuera el día de mañana, estaría en paz con eso" ella tiene unos 28 años, es tan jóven...pero me acuerdo mucho porque me digo a mi misma, "cómo es posible que lo haya dicho con tantísima tranquilidad, cómo" porque yo no puedo, mi cabeza me lo impide. A la vez, me causó mucha admiración, el cómo ella tan jóven puede estar tan en paz con esa idea. 

Hace una noche, experimenté por primera vez un temor a la muerte similar a un desauciado. Es algo que no le deseo a nadie; me dió un ataque de ansiedad tan grande que no pude dormir y aún hoy me cuesta trabajo. Lo mas impreisonante de todo esto es que, mi ataque se debe justo al hecho de no poder dormir.

Debo confesar algo, soy hipocondriaca desde que tengo memoria, y lo que se sufre con eso solo los que lo padecemos podemos entender lo difícil que puede resultar sobrellevar la vida cuando cada cierto tiempo, piensas en lo peor y a veces no lo puedes evitar, sobre todo si como yo, no tienes las herramientas necesarias dadas por un profesional en salud mental. 

Pues, esta vez me ha pasado uno de los tantos episodios al respecto. Y, me ha producido un temor tal, que incluso temo por mi propia vida. Lo mas triste del caso es que, cuando crees haberlo superado, vuelves a recaer y el episodio regresa. Es desgastante, desolador y atemorizante. 

Mi cabeza se siente pesada, mis pensamientos aunque claros borrosos, ver a mi alrededor se siente raro. Mi cuepro esta tembloroso y tiene algunos espasmos cuando intento dormir y cuando estoy despierta siento como si mi cuerpo se disosiara de mi mente, y tiembla involuntariamente.

Tengo mucho miedo de que esto no sea algo causado por la ansiedad, que sea algo neurológico, algo más. Y, creanme que me sentiría mucho mas en calma, sabiendo si mis temores son confirmados y aun mas si no lo están. 

Mi pobre mamá, a la cual amo mucho mas que a mi vida, mi heroina y una de las personas que mas admiro en el mundo, esta preocupada y le enoja ver como en sus ojos yo sola em estoy destruyendo. Quisiera que supiera que no es mi intención, y que la descompensación física que siento en estos momentos es tan real como el hecho de leer esto en este insatnte. A la vez, no quiero seguirla preocupando, no quiero seguirla fastidiando con lo mismo, porque se que llegará un punto en donde ya no podrá mas conmigo y decidirá dejarme por su propia paz. Me da mucho miedo la idea de no contar mas con su incondicional apoyo. 

Ayer, tuve una intervención familiar relacionada con el tema. Mi familia, en mi cansacio y vulnerabilidad, se abrió ante mi, me dijeron y aconsejaron muchas cosas que me llevré siempre en el corazón. Me ayudaro, y me hicieron sentir tan bien, que toda sensación de cansancio o malestar físico se fue, casi como por arte de magia. Estaba soprendida, por eso una parte de mi, la mas optimista (que sí, aun existe) le gusta pensar que si estoy así es meramente producto de niveles altos de ansiedad. Que solo debo trabajar en calmarme para que solita vaya superando este reto y logre dormir como siempre, muy bien. 

Y mi lado pesimista y optimista se encuentran en guerra en estos momentos, por ver quién tiene la razón; en el ídem de su batalla, yo siento que por momentos soy muy feliz y por otros, me estoy cayendo en la desolación. 

Si puedo sacar algo positivo de esta experiencia es:

- Me acerqué mas a mi familia y comprendí lo mucho que les importo y me quieren.

- Que amo mucho a mis padres y hermano, quiero ser mejor hija y hermana para ellos.

- Tengo muchísimo deseo de sacar adelante mi carrera y mis sueños, ponerles muchísimo mas empeño y garra. 

- Que amo a mis amigas, son lo mas valioso que tengo y todos los días me esfuerzo en ser mejor amiga para ellas, porque eso merecen. 

- No dar nada por sentado y si quiero reir, llorar, enojarme jajaja, ser irreverente, comer lo que quiero, hacer lo que deseo...el momento es ahora. 

Dios, se que durante muchos años he cometido error tras error, pero ahora mi espíritu esta despertando al grado de drase cuenta de muchas cosas que si son importantes. Y por eso, te pido con todo mi corazón, con todas las fuerzas de mi alma...ayudame a vivir, regalame vida para poder ser esta mejor versión de mí, de lado de las personas que mas amo en este mundo. 

Te prometo que afrontaré la vida con mas entusiasmo, alegría, pero sobre todo...valentía.