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O5

Sus manos temblaban y sus piernas parecían desaparecer, caminó hasta la caja de madera que lucía hermosa y observo una vez más el casco en sus manos. Paola iba detrás de él por lo que abrió la pequeña puerta para que Max pudiera verle el rostro una última vez, pero esto solo aumento el sentimiento del rubio, con las manos temblorosas dejo el casco sobre la caja y se soltó a llorar, nadie sabía como consolarlo. Los demás pilotos se encontraban reunidos a pocos centímetros de Max y también sostenían sombrillas para evitar que se mojaran.

Verstappen sintió como el papá de Sergio lo abrazaba y fue entonces cuando soltó a llorar, todos los veían con compasión, sus gritos se podían escuchar a metros de distancia y se notaba el gran aprecio que le tenía a el mexicano, pues el único momento en el cual no había llorando fue cuando iba caminando detrás de su suegra.

- Max, lo sé todo y no sabes cómo me duele saber que por miedo nunca nos dijeron sobre su compromiso. - Habló Marilu uniéndose a su esposo al abrazo que le estaba dando a Max.

El rubio se soltó a llorar aún más, pues había notado que el anillo permanecía en su mano izquierda. Le dolía el corazón de tanto llorar, de sentirse así, de saber como fue que murió.

[...]

Las semanas comenzaron a correr pero Verstappen parecía haberse quedado en el 19 de mayo. Le había dado bastante coraje saber que habían encontrado un remplazo para su novio en tan solo un par de días, sabía que Horner no lo había conseguido de un día para otro así que probablemente ya lo tenía planeado en caso de que Checo no rindiera lo suficiente las demás carreras.

- ¿No piensas comer?.- Hablo Ricciardo extendiendo el plato de comida.

- No tengo hambre, estoy bien así. - de un solo movimiento alejo la comida e hizo una cara de disgusto.

- Oh vamos Max, estamos aquí para ser amigos todos. - George le dió un mordisco a su helado. - Tienes que llevarte bien con él va a ser tu nuevo compañero

No, no y no. El no podía ser su nuevo compañero, el no podía verlo como amigo, para el solo era un maldito reemplazo de su Checo. Con un poco de enojo se levantó de la mesa y se fue, el comedor del hotel se quedó en total silencio.

- Vaya que es demasiado serio y egocéntrico.- Ricciardo rompió el silencio para después dar un trago a la bebida que Verstappen dejó.

Lewis sintió ese comentario malintencionado y se movió incómodo en su lugar para tocar suavemente el muslo de George quien entendió perfectamente la situación.

- No deberías hablar sin conocerlo antes, Max es una buena persona pero entiende que acaba de perder a su compañero de equipo. - Ricciardo río irónico.

- Perdió un compañero, no al amor de su vida ¡Vamos es un exagerado de mierda!

Ambos pilotos de observaron y trataron saliva, no podían explicarle el por qué de la situación porque no lo entendía. Mientras tanto Max estaba en la habitación del hotel llorando, una vez más. Había comenzado a ocupar la maleta de Checo desde que ya no estaba con el, era su manera de llevarlo con él. Ahora estaba abrazando la sudadera que solía compartir con su novio mientras observaba una y otra vez su fondo de pantalla, allí estaba Sergio sonriente mientras que él lo abrazaba, compartían un fondo de pantalla y por decisión de su suegra el teléfono que usaba su amado se le había quedado.

Lewis tocó la puerta y al no obtener una respuesta deslizó una hoja debajo de la puerta.

Max, por favor no llores más, entiende que Checo no está feliz de verte así, el siempre te cuidará desde donde esté.

El holandés sintió un poco de alivio, jamás creyó tener a tantas personas apoyándolo pero ahora se daba cuenta que su pecas tenía algo de razón, al final del día las carreras eran una competencia, pero fuera de ellas todos podían ser amigos. Se limpió las lágrimas y se convenció por décima vez en el día que todo estaría bien, había dejado de comer y eso preocupaba a los demás pilotos, pues la carrera era próxima y debía alcanzar el peso.

[...]

El día de la carrera en Mónaco llegó, y Verstappen se sentía incómodo con Daniel a su lado, le hacía comentarios pasivo agresivos acerca de cualquier cosa relacionada a su ex pareja y esto solo lograba poner aún más nervioso al holandés. El mismo permanecía en el paddock, los padres de Sergio le habían regalado uno de sus cascos y ahora el portaba el casco que tenía la bandera de México, su casco ahora ya no le gustaba, el quería llevar consigo a su pareja. Horner ya había dicho que se subieran al monoplaza pues la carrera estaba a pocos minutos de comenzar, Max le dió un último vistazo a su teléfono antes de subirse a su auto.

Se sentía muy ansioso y lo noto cuando al subirse al monoplaza su corazón empezó a latir demasiado fuerte ¿Así se había sentido Checo?. Intentó no pensar en ello y enfocarse en el circuito. Sabía perfectamente que tenía que ganar está carrera, pues su escudería no aceptaría como excusa su pérdida reciente, además tenía que demostrar que seguía siendo el número uno y que no cederia su puesto a alguien tan egocéntrico como lo era Daniel. Sus manos ahora estaban firmes sobre el volante sus ojos estaban fijos en aquellas luces que poco a poco encendían, pese a los gritos de su nuevo compañero que estaba a unos cuantos puestos de él no despegó la vista de las luces esperando el momento en el cual se apagaran.

Tres, dos, uno.

Pisó el acelerador y entonces se dió cuenta de todo una vez más, checo jamás estaría de nuevo con él, jamás podría volver a besarlo, abrazarlo o siquiera verlo. Sus nudillos ya iban blancos de la presión que estaba ejerciendo en el volante, sus ojos cristalizados y el acelerador a todo lo que daba.

¿Max todo bien? Necesitas calmarte o causaras un accidente y nadie quiere que ocurra lo que pasó la última carrera. ¿ Me escuchas?

....

Max, Max, Max ¡Max!