Capitulo 2

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Si nada nos salva de la muerte Que al, menos el amor nos salve la vida
- pablo Neruda -


Desirée.

Creo que la invoque porque siento como jalan mi brazo hasta llevarme un poco lejos de red.

—No se te ocurra decir que somos familia.

—permíteme reírme jajaja, la que no tiene que decir que somos familia eres tú —me río falsamente —Te recuerdo que aunque tú mamá se haya casado con mi papá no las hace una Drácula mucho menos tu, yo soy la heredera del trono. Mételo en la cabeza—pego mis dedos en sus sienes
Y me voy con red dejándola sola.

Desde que mi Padre me las presento supe que sería un lío soportarlas y que solo estaban con mi padre por dinero, lástima para ellas que desde que mamá murió por derecho todo es mio coronas dinero y propiedades ni siquiera de mi Padre todo mio.

Pero dejaré que se ilucionen y vuelen alto así su caída será más dolorosa.

También desde que se mudaron a mi casa se creen señoras pero les falta mucho para cargar con el apellido Drácula.

No me gustó nada que mi madrastra se apoderara de la corona que era de mi madre.

Aún que en cuanto yo tomé el trono todos los bienes y coronas pasarán a ser mías y ellas se irán de mi casa.

—Quien era ella —pregunta red en cuanto llegó a su lado.

—Luego te contare.

—acabemos con esto, me puedes llevar a conocer aqui—trato de no sonar molesta y por primera vez lo consigo.

«Eso ya lo veremos»

Por el infierno como hago para que se calle.

—Claro empecemos—habla red.

Y así empezamos a caminar y ver las instalaciones no está tan mal. Por un momento me olvidé de Merlin.

Creo que Red a pasado unas 2 horas mostrando todo y joder no para de sonreír.

¿No le duelen los cachetes?

En fin. Me mostró todo desde las canchas hasta aulas de clases.

Algunos profesores que pasaban me los presentaba.

—Ya te mostré la mitad de todo si quieres mañana seguimos.

¡Cómo que no era todo! Me duelen los pies.

—está bien.

—Bien te mostraré las habitaciones, que por cierto vamos a compartir con otra chica, osea seremos tres.

Bien mi plan de no desquitarme con las personas se acaba de ir al carajo.

«JA JA JA »

—Claro—forzo una sonrisa.

Caminamos a lo que supongo son las habitaciones.

—Mira estas son la de los chicos y las de las chicas—señala pasillos diferentes.

No contésto y seguimos caminando
Hasta que veo a lo lejos a un chico peli-rojo muy guapo a simple vista.

¿El Amor Cura Heridas?    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora