Pedir perdon entre tus piernas

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Sus ojos se abrieron levemente  y unas manchas blancas atacaron su retina, contrajo su rostro cerrando los ojos con un quejido, todo era demasiado luminoso y su fuerte dolor de cabeza no le permitía tolerarlo. Rodó por su cama hasta sentir como las sábanas cubrían su rostro y abrió los ojos nuevamente con un potente pálpito n su entrecejo.

<< ¿Pero que cojones? >>. Frunció el ceño sorprendido al ver que su cuerpo ya no estaba cubierto por su uniforme, sino por unos bóxer de cuadros holgados y un suéter tejido rojo con cuello en "V" << Esto es de... Mierda pero ¿que? >> No podía reconocer su dueño, sabía que lo conocía pero no podía recordar quien era, siendo sinceros no podía recordar nada con claridad.

Levantó las sábanas y la luz lo atacó nuevamente. Bufo, agachado la mirada, pero en la claridad pudo apreciar mejor la prenda, tejido fino, delgada, las mangas le llegaban hasta los dedos y había pequeña mancha blanca de cloro en borde de la manga, que fue un detonante para sus recuerdos.

En su mente apareció de golpe y de forma físicamente dolorosa la clara imagen de Anthony maldiciendo en su auto una tarde. Había dejado este mismo suéter en las bancas de los vestuarios y por accidente le concerté le salpico cloro mientras que limpiaba, provoca dolé una mancha imborrable. 

<< ¿Anthony? >> << Es la sudadera de Anthony... mi novio>> << Anthony estaba aquí >> La imagen de sus manos acariciando su cartera vino a su mente, aunque no estaba seguro de cuando era ese recuerdo, igualmente lo hizo suspirar << Él....él vino a cuidarme... tan hermoso >>

Soltó un quejido sosteniendo su frente, pestañeo un par de veces clarando su visión, estaba marcado y atontado, pero entre las formas que comenzaban a definirse puedo reconocer con claridad su bomba de insulina colocada en su mesa de noche — Mierda — soltó levantado de un tiro de la cama. Sintió como su es piso se moviera, su cuerpo se tambaleó. Sus ojos chocaron con sus ventana descubierta, el sol iluminaba por completo su habitación.

<< Carajo el día en que no me aguanto ni a mismo, Dios decide regalarnos un maldito sol de verano en pelo invierno >> << Espera... si ya es de día y Anthony vino en la noche significa que... ¡Mierda! Pase toda la noche sin la bomba >>

Último su mano para cubrir el perímetro de sus ojos y "cubrirse del sol". Se fue tambaleando hasta su mesa de noche, su mirada aún seguía borrar y rápidamente noto que no solo su cabeza le dolía, sino también cada una de sus articulaciones.

Anoche no había cenado, tampoco se había administrado insulina y mucho menos estaba seguro de que hora era, pero de cualquier forma pasar tanto tiempo sin su bomba podía ser realmente peligrosos para él.

Sus manos temblaban y sus mente corría intentado reconocer sus síntomas y recordar su último nivel, el fino tuvo de la canula giraba entre sus dedos y Simón estaba utilizando todo el control que podía tener para evitar doblarlo, con mucha dificultad logró conectar el carecer a su cánula y soltó un largo suspiro cayendo de rodillas en su cama.

Se extendió tomando el pomo de la gaveta inferior y la abrió para sacar sus medidor de glucosa, pinchó su dedo y espero los cinco minutos más largos de su vida por el resultado, en situaciones tan delicadas con esta no se fiaba de su sensor.

Con sus manos aún temblando y el pulso acelerado colocó la dosis necesaria para corregir su extrema hipoglucemia, dejó su bomba a un lado. Suspiro. Su pierna temblaba por los nervios mientras que en su mente rezaba porque se corrigiera y no tuviese que hablar con su madre.

Lentamente sus recuerdos habían regresado, incluyendo su discusión con su madre, específicamente el motivo de esta, las palabras que le dijo y la mirada culpa de su madre. Mirando todo en perspectiva, con calma, no se arrepentía de lo que le había dicho, incluso pensaba que pudo haberle dicho más, pero eso no significa que no se sienta mal por su pelea y que el motivo está no le parte el corazón.

That Way: Young Royals (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora