🧋 7

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- Seokmin - cuando Joshua se recompuso de lo que había escuchado lo siguió y lo llamó.

- Puedes irte al sillón a dormir o regresar con tu novia y dormir allá todos los días.

- ¿De qué diablos estás hablando? yo no dije es...

No terminó de hablar cuando Seokmin había tomado nuevamente su celular y empezaba a reproducir el audio, claramente se escuchó cuando Joshua decía esas palabras y de nuevo los ojos de Seokmin se volvieron a llenar de lágrimas.

- Seokmin, yo no - el castaño de verdad quería explicarlo aunque una parte de él le dijera que no había necesidad de hacerlo.

- Ya Joshua, sé que es un martirio estar casado conmigo pero te pido que no te vuelvas a referir así de mi persona, lo odio.

- Lo lamento.

- Lo que sea, me iré a acostar, tú sabes lo que haces.

- Seokmin - volvió a llamarlo mientras él se dirigía a su lugar de la cama ignorandolo por completo - te estoy hablando Seokmin.

- ¿Qué quieres? - ahora sí volteó a verlo quedando a unos tres pasos cortos de distancia.

- ¿Por qué te ves triste? - no entendía la razón de sus ojos rojos y la mirada apagada que tenía, simplemente ese no era Seokmin.

- Alguien dijo que le doy asco, ¿cómo se supone que me sienta? si quieres brinco de felicidad.

- No era mi intención hacerlo.

- Pero lo hiciste - se acercó a él e instintivamente tocó los labios contrarios con su pulgar detallandolos perfectamente - y no te preocupes, nunca vamos a tener que besarnos de verdad, espero que conserves a los labios de tu novia como tus favoritos, yo tampoco quiero besarte - sus ojos amenazaban con volver a dejar caer lágrimas a pesar de que internamente se dijera que estaba siendo un estúpido sentimental.

Mintió. Desde en la mañana que había rozado esos perfectos labios con sus dedos descubrió que eran los más suaves que había visto y tocado, simplemente la octava maravilla. Quiso besarlo ahí pero sabía que terminaría haciendo un escándalo y él como buen paranoico que es no sabría qué hacer o cómo actuar en esos casos. Pensó que después podría hacer de todo para besarlo, incluso invitar al mayor a su casa en la playa y fingir que se ahogaba para que le diera respiración de boca a boca, aunque no estaba seguro si Joshua sabía dar los primeros auxilios, él literalmente estaría muriendo por esos labios. Pero atención, no es que le atrajera, por supuesto que no lo hacía, pero tenía que besarlo antes de que esos 6 meses pasaran.

Sin embargo, cuando escuchó lo que dijo de él y cómo es que lo percibía todas sus intenciones se vinieron abajo, él ya no haría ni el mínimo esfuerzo para tener por lo menos un roce, nunca lo haría, su orgullo y dignidad eran muchísimo más grandes que sus deseos.

- Hasta mañana - Seokmin volvió a hablar ante el silencio que se había formado.

Se acostó en su lugar de la cama que estaba perfectamente dividida por las almohadas que habían puesto y solo vio que el otro daba vueltas en la habitación, así se quedó dormido y no supo si Joshua durmió ahí o se fue con su novia.

Pero sí lo hizo, cuando se dio cuenta que el pelirrojo se quedó dormido él se metió a la cama, sin poder dormir daba vueltas sobre su lugar hasta que se quedó de costado viendo a Seokmin, en ese instante él también giró y quedaron de frente.

Solo el resplandor de la luna que se colaban por la gran ventana se encargaban de iluminar el rostro del menor y con eso fue suficiente para que Joshua pudiera detallarlo. Claramente estaba pálido por lo del desmayo, pero vio cada parte y centímetro de él, sus ojos eran lindos cuando estaban cerrados, sus cejas levemente pobladas, las pestañas un poco onduladas, nariz con un arco envidiable y puntiaguda y la piel bien cuidada, seguramente por las mascarillas que usaba regularmente. Cuando llegó a sus labios notó que estaban un poco abiertos y sonrió por cómo se veía, ellos tenían la proporción exacta y se veían tan suaves como seda.

Casados Por 6 mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora