Ser supremo de la ciudad de Tokonosu

Capitulo 7

Capítulo 7: ¡Comamos un cangrejo!

"Come esto primero, Sensei. Algo dulce te calmará".

"Gracias, Iinuma-kun."

Después de ponerse la ropa torpemente, lo que le hizo mostrar muchas partes lascivas de su cuerpo, Kyoko aceptó el dulce pan de frijoles rojos de Isao y abrió el envoltorio. Luego, le dio un mordisco, sintiendo la dulzura desplegarse ante su lengua, haciéndola feliz y satisfecha.

"Pensé en comer esto durante la clase, pero no esperaba que lo comiéramos en esta situación".

Al oír las palabras de Isao, Kyoko se quedó sin palabras y lo miró, que comía un pan similar. Aun así, al observarlo, que estaba tan tranquilo como un pepino, no pudo evitar decir: "Estás tan tranquilo, Iinuma-kun".

"¿Quieres que entre en pánico, Sensei?" preguntó Isao sin palabras.

"...No es eso, pero me alegro". Kyoko se inclinó más cerca de él y susurró suavemente: "Si no estás cerca, entonces seré como ellos".

Si él no estuviera cerca, esta mujer se convertiría en la segunda persona que se convertiría en esas "cosas" en esta escuela.

Al ver como ella intentaba seducirlo de nuevo, Isao se quedó sin palabras. "...aunque quiero hacerte más, creo que tenemos algo importante ante nosotros primero, Sensei".

—Ah, um. —Kyoko se sonrojó y se sintió un poco tímida, ya que tenía que admitir que todavía estaba fascinada por la sensación de hacer el amor con este estudiante suyo. Se sentía tan bien que no podía olvidarlo, y era como si... él le hubiera enseñado y le hubiera dicho por qué era una mujer.

Sin embargo, mientras comían, decidieron hablar de sus planes futuros.

"Entonces, ¿qué vamos a hacer después de esto? ¿Nos quedaremos aquí?"

Con la comida y las bebidas en la bolsa de Isao, Kyoko sabía que estarían bien si se quedaban en ese lugar durante unos días.

-No, salgamos.

"...¿en realidad?"

—Sí —asintió Isao—. Es un inconveniente quedarse aquí y hay muchos. Es posible que no podamos salir para entonces.

"...tienes razón."

Isao tenía razón, ya que si se quedaban en ese lugar por mucho tiempo, aunque era agradable, Kyoko sabía que no podían quedarse demasiado tiempo. "Pero... ¿pero no dijiste que mientras esperemos un poco, la ayuda llegará? Y... ¡este lugar es seguro! ¡No nos atacarán aquí!"

Sin embargo, como era de esperar, Kyoko todavía estaba asustada y, si era posible, no quería abandonar ese lugar, especialmente cuando su seguridad no podía garantizarse si salían.

Además, como es natural, Kyoko también era normal que fuera perezosa. Pensó que, si tenían un entorno seguro en lugar de salir y enfrentarse a todo el peligro, era mejor que se quedaran hasta que llegara la ayuda.

"Pero nadie sabrá que estamos aquí. Cuando llegue la ayuda, es posible que nos ignoren porque hemos estado escondidos".

"......"Kyoko.

"Sé lo que te preocupa, Sensei. Te protegeré. No tienes por qué preocuparte".

Kyoko sintió que sus manos sujetaban firmemente sus hombros mientras Isao la miraba a los ojos y se sonrojó al recordar la sensación de estar abrazada por él. Aunque quería resistirse, sabía que no podía. Al final, dejó escapar un suspiro de impotencia porque sabía que no había nada que pudiera hacer para cambiar su decisión. "Está bien. Creeré en ti, pero ¿qué vamos a hacer después de que nos vayamos? ¿Cuál es tu plan?"