El ritmo de nuestros corazones

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𝐴𝑠𝑡𝑟𝑖𝑑

Las personas que me conocen suelen decir que soy muy talentosa, por cantar, componer, leer, escribir...

La mayoría de veces, creo que se equivocan.

Abrí la puerta de la casa. La cierro detrás mío y me dirijo a la cocina por un jugo.

Acababa de regresar del centro comercial, había salido con Layra, desde que a las dos nos adoptaron personas con dinero podemos darnos el lujo de salir los fines de semana de compras. Ella siempre compra ropa nueva.

𝑌 𝑡𝑢... 𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠.

Llevaba solo la mitad de mi vaso cuando me percato que alguien esta cantando. Tire lo que me sobraba de jugo en el lavavajillas, para dirigir al segundo piso de la casa.

Fruncí el ceño al darme cuenta que el dueño de esa voz provenía de la habitación de Kevin. Desde lo que había pasado el otro día, lo último que me apetece es entrar a su habitación.

Pero como soy tan terca, hasta conmigo misma, me acerco hasta su puerta.

Wow, sea quien sea canta muy bien, tiene una voz que te hace perderte en la letra por lo hermosa que es. Al cabo de unos minutos, me atreví a abrir la puerta y entre en su habitación, cerrando la puerta detrás mío.

Kevin estaba con ojos cerrados, tocando su guitarra y... Cantando. Dio una pausa, y comenzó a cantar una canción de mi banda favorita.

Chase atlantic.

-Girl, tell me what you're doing on te other side? -canta como si le estuviera dedicando a alguien- Ando so, just tell me, what you're doing with that other guy? -Pero no ahí nadie- 'Cause I ain't got patience to slow down the bass- solo estamos el y yo- Allí your girlfriends are wasted

Por el momento no se a dado cuenta que estoy en su habitación.

-¿Cuánto tiempo haz estado espiando tras la puerta? -me pregunta cuando termina de cantar el último verso de la canción.

Okey... Si se a dado cuenta.

-¿Desde cuando cantas? -contradigo, me esta mirando intensamente a los ojos.

Nunca me voy a cansar de decir que me encantan esos ojos color miel.

La mayoría de personas piensan que cuando un niño nace rubio tendrá los ojos verdes o azules, pero el... Sus ojos son de color miel.

-¿Cómo te fue en tu cita? -Kevin me mira con sus ojos serios y  inexpresivos.

-¿Qué? -digo sorprendida.

-Te vino a dejar Matias, ¿O me equivoquo? -expuso.

-No se llama Matias -lo corrijo-. Se llama Ma...

-Si ya me acordé de Marcos -suelta con voz seca.

-No fue una cita -le digo- Salí con el y...

Técnicamente no salí con el solo me lo cruce por el camina en cuanto iba a pedir un taxi... Y el se ofreció a traer en su auto. Fue después de que me despedí de Layra, le hubiera encantado conocer a "su artista favorito del momento"

-No quiero saber los detalles, gracias -me interrumpe, con solo ver sus ojos logro darme cuenta que está molesto, que digo molesto, esta furioso.

Pero... ¿Por qué?

-Espero que te la hayas pasado bien con tu nuevo novio -dice con un tono amargo, dejando su guitarra a un lado.

Espera...

¿Está celoso?

Una risita me amenaza por escaparse pero me la guardo para no hacerlo enojar más.

-¿Celoso?