La suave y cálida luz despertó a la poni de ojos azulados de su profundo sueño. Qué calidez. Se dio la vuelta, las finas sedas apenas susurrando mientras se hundía más en el calor, inhalando el embriagante aroma. Suspiró con satisfacción mientras frotaba su hocico contra el olor especiado. Era reconfortante, especialmente con el leve dolor que sentía en su abdomen.
Hizo un ligero puchero y se acurrucó aún más cerca del calor, deseando envolverse en esa calidez aromática. Podía sentir el sueño tirando de ella mientras yacía allí, en los suaves rayos del sol y el calor envolvente. Intentó luchar contra el somnoliento consuelo mientras intentaba recordar el día anterior, aunque borroso.
Recordaba el dolor. Mucho dolor. Pero también mucho placer. Mucho. Mordió su labio mientras intentaba recuperar esos recuerdos enterrados en el sueño. Pero no podía aferrarse a un solo evento, aparte de caminar con sus amigas hacia un gran castillo espeluznante... y una melena negra.
Entonces, algo le hizo cosquillas en la nariz. La movió para deshacerse de la pequeña irritación y volvió a concentrarse en pensar. Su nariz fue cosquilleada nuevamente. Esta vez, llevó una pezuña a su hocico y se acomodó de nuevo en el calor. Fue cosquilleada por tercera vez. Sus ojos azulados, aún medio cerrados y nublados, se entreabrieron. Lo primero que vio fue negro, y al aclararse su visión, gris. Todavía adormilada, parpadeó intentando enfocarse. Un destello de color rosa la hizo estornudar.
—Salud— ronroneó una voz profunda.
Fluttershy frotó sus ojos con el dorso de sus pezuñas y miró hacia la voz, ahora con la visión finalmente clara.
—¿S-S-Sombra?— chilló Fluttershy, presa del pánico. Sus alas se desplegaron por la sorpresa, haciendo que cayera de la cama. —¡Eeeeep!— gritó justo antes de dar un sólido golpe contra el suelo.
Sombra se levantó rápidamente y se asomó al borde de la cama. Se rió para sus adentros. Su pequeño premio, con la melena alborotada y las plumas completamente desordenadas, no podía verse más adorable.
—Oh, ¿mi princesa se ha caído? — bromeó con una sonrisa engreída, mientras extendía una pata hacia ella.
Fluttershy hizo una mueca de dolor por la caída, pero aceptó su ayuda cautelosamente. Como si no pesara más que una pluma, Sombra la levantó y la volvió a poner en la cama, donde retomó su firme abrazo alrededor de ella con sus fuertes "brazos".
Fluttershy estaba completamente confundida. —Oh, cielos, ¿qué está pasando?— se preguntó en voz baja.
—¿No lo recuerdas, mi dulce pony?— respondió Sombra, sabiendo que ella no esperaba una respuesta.
Fluttershy lo miró mientras él se apoyaba en un brazo, inclinándose sobre su temblorosa forma. Su respiración se detuvo cuando la pata libre de Sombra comenzó a recorrer lentamente la longitud de su cuerpo curvilíneo.
—Anoche hicimos el amor— dijo él, con una voz suave pero directa.
Las palabras la golpearon fuerte. ¿Hicieron...? ¿Amor? Su rostro se puso rojo como un tomate, y apretó los ojos, escuchando a Sombra reírse con un ronco sonido.
—Tú y yo, apasionados y necesitados— continuó él, disfrutando de cada reacción embarazosa de la poni amarilla bajo su mirada hambrienta.
—Oh, fuiste una chica muy mala anoche, Fluttershy. Gimiendo y jadeando de placer. Tan, taaaan traviesa. Mmmm— su voz goteaba deseo mientras mordisqueaba suavemente su oreja, obteniendo un pequeño gemido sorprendido de su amante.
Fluttershy podía sentir su cálido aliento contra su mejilla y cuello, lo cual no ayudaba en absoluto con el mareo que le provocaba tenerlo tan cerca.
—Fluttershy...— Sombra susurró dulcemente, provocándola. Ella mordió su labio.
—Mírame, Fluttershy— le dijo, casi en un susurro.
Ella lentamente abrió los ojos y se encontró con los suyos, hipnóticos. Sus ojos le complacían. Frágiles y dulces. Como todo en ella, como las mariposas que marcaban sus caderas.
—¿Te divertiste anoche?— le preguntó. Observó en busca de una respuesta mientras ella, aún sonrojada, permanecía en silencio. A Sombra le costó no poner los ojos en blanco mientras preguntaba de nuevo: —¿Te sentiste bien?—
Fluttershy bajó la vista hacia sus pezuñas, sus mejillas cada vez más rojas. Asintió rápidamente y escondió su rostro en su melena rosa. Sombra arqueó una ceja, con una pequeña sonrisa en su rostro, y apartó su melena suavemente.
—Vamos, no seas así. No hay razón para esconderse— dijo él, con una sonrisa traviesa. No por ahora, al menos.
Fluttershy lo miró tímidamente, y luego abrió completamente los ojos. Sombra le sonrió.
—¿Ves? No es tan malo— y le dio un pequeño beso en la nariz antes de envolverla en un abrazo aún más fuerte que el anterior.
—Me divertí mucho contigo, mi dulce Fluttershy. ¿Qué dices si nos divertimos un poco más ahora mismo?— murmuró él, acurrucándose contra su cuello, plantando besos ligeros a lo largo de su pulso.
Fluttershy se rió cuando Sombra besaba ciertos puntos de su cuello, algunos de los cuales repetía deliberadamente. Su lengua bífida salió y se deslizó por su cuello, a lo que ella respondió con un gemido que no pudo reprimir. Su corazón dio un vuelco repentino antes de latir con fuerza en su pecho. Ese mismo sentimiento de la noche anterior regresó, el que hacía que sus muslos se apretaran y su cuerpo se retorciera en busca de alivio.
—No puedo... Mis amigas deben estar preocupadas— habló, pero antes de que pudiera decir algo más, Sombra la levantó en sus brazos y se puso de pie.
—Bueno, antes de que te reúnas con tus amigas, ¿no crees que deberías asearte un poco primero?— le preguntó con una sonrisa traviesa.
Los ojos de Fluttershy se abrieron de par en par al darse cuenta de lo que él quería decir. No había pensado en que tal vez aún olía a los eventos de la noche anterior...
Sombra la llevó hasta una gran puerta de madera, la abrió con su magia de unicornio, revelando una habitación que parecía un spa. Con más magia, Sombra activó una corriente de agua caliente que caía desde el techo en amplias láminas, actuando como una cortina de agua, con vapor saliendo lentamente del enorme estanque que simulaba una bañera.
—¿Recuerdas cómo te hice sentir bien anoche, mi dulce Flutter?— preguntó él.
Claro que lo recordaba. ¿Cómo podría olvidarlo?
Una sonrisa seductora se dibujó en el rostro de Sombra.
—Quiero que ahora tú me hagas sentir bien— dijo, mientras Fluttershy sentía cómo sus orejas ardían y su estómago se hundía de nervios.
—Y... yo no sé cómo...— murmuró apenas en un susurro.
Oh, qué dulce...
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Deseo Real | SombraShy | Flutterbra
Fiksi PenggemarKing Sombra está causando problemas en Ponyville y depende de Twilight Sparkle y sus amigas detenerlo. Pero, cuando llegan a su nuevo castillo, que es más grande y espeluznante, Fluttershy se separa del grupo y pronto se encuentra perdida dentro del...