Mis Dos Soles

Capitulo 49: probablemente no es un viaje de pesca

Que lo disfruten...

La emoción y la preocupación le impidieran quedarse dormida hasta tarde esa noche, pero incluso entonces no había descanso. Se sentía como si en el momento en que cerró los ojos se abrieran de nuevo, admando el entorno que había visto solo unas pocas veces.

Solo la primera visita había sido realmente beneficiosa para ella.

El agua, turbia como siempre, se arremolinaba alrededor de sus tobillos mientras se empujaba hacia arriba, notando notamente que, como de costumbre, nada del agua se había empapado realmente en su ropa y se quedó perfectamente seca a pesar de haber podido sentir el agua fría que le corre.

Era un espacio tan extraño, pero ella realmente nunca debería haber esperado lo contrario.

Ella estaba, después de todo, dentro de un sello, el producto de una forma de arte dedicada únicamente a la manipulación del tiempo y el espacio.

Si en algún lugar fuera a desafiar la lógica, estaría dentro de estos límites cósmicos artificiales.

Dejando que sus ojos se divaguen, notó que parecía más limpio que su última visita, no, no más limpio, esa fue una mala palabra de usar teniendo en cuenta los escombros que ensuciaban el piso y los muebles rotos que se asomaban como plantas extrañas luchando hacia un sol inexistente.

Más ordenado, tal vez, lo describiría mejor, los escombros se han movido más cerca de los lados del sótano inundado para crear un camino claro más profundo en las profundidades del sello. Sin nada más que seguirlo, rápidamente se encontró rodeada de acumulaciones cada vez mayores de escombros hasta que las dos pilas estaban tan cerca que cayeron una en la otra en un arco e hicieron un túnel.

No era un túnel largo, pero era suficiente para hacer que uno sintiera que estaba entrando en otro mundo, especialmente teniendo en cuenta cuánto trabajo se había hecho dentro de esos límites.

Qué extraño, pensó brevemente, que hubiera límites artificiales dentro de límites artificiales manipulados por poco más que la tinta. ¿Cómo es que el universo debe agitarse en la inquietud de que su propia existencia haya sido violada así, con el mero propósito de contener una colección de energía?

El hecho de que dicha colección de energía hubiera continuado con aún más límites que sin duda se considerarían innecesarios era como verter sal en la herida.

Es decir, si al Universo le importara.

Ella suponía que si aún no había hecho nada, entonces realmente no importaba. Alejar sus pensamientos de reflexionar sobre cómo el universo veía las focas y su uso por parte de la humanidad, en su lugar tomó la habitación, a falta de una palabra mejor, que había sido creada.

Grandes trozos de hormigón, algunas pasarelas rotas, tal vez, tal vez solo una base que se había desgarrado durante cualquier desastre que hubiera ocurtido entre el encarcelamiento de los Kyuubi y su primera visita, que muy bien podría haber sido la propia Kyuubi, habían sido dispuestos alrededor de los montones de debree en un gran círculo, actuando como muros.

En los huecos entre las piezas más grandes se apilaron restos más pequeños de cualquier estructura que alguna vez haya sido. Dio el efecto de un lugar que alguna vez fue un gran lugar que se había reducido, en lugar de solo un montón gigante de basura como ella lo había visto en su primera visita.

Como en esa época, sin embargo, el residente de este lugar estaba en medio de todo. A diferencia de la última vez que se sentó en una silla de madera sólida, fue un milagro que hubiera sobrevivido en tan buenas condiciones teniendo en cuenta todo a su alrededor, había tenido la maldita suerte de encontrar eso, que a su vez descansaba sobre una pieza sólida de mármol negro unas buenas diez veces más grande que en todas las direcciones cubiertas con no más de media pulgada de agua. Otra pieza de la piedra negra, aunque sustancialmente más pequeña, se había utilizado como reposapiés para evitar que los pies descalzos de la forma elegida por los Kyuubi tuvieran que permanecer dentro del agua.