Mi Poemario Anacrónico

INTRODUCCIÓN

Los pensamientos que aquí escribo, son el eco de los pequeños detalles amados que han marcando la cotidianeidad de mi vida, aquellos que, aunque puedan parecer efímeros, son eternamente atesorados en lo profundo de mi corazón. Cada verso es un reflejo de momentos sencillos pero cargados de un significado profundo, como huellas del paso del tiempo y las emociones que me han acompañado en mi caminar por este mundo. Es en esos instantes de mi vida ordinaria donde he hallado una belleza sutil, la cual el Padre Eterno me ha permitido experimentar, y que, en su aparente simplicidad, esconde una profunda riqueza.

Estas palabras son fruto de la observación constante, de detenerme a mirar con amor y gratitud lo cotidiano: desde las conversaciones casuales hasta los gestos más íntimos, incluyendo los momentos de adversidad en los que el dolor y el sufrimiento se han convertido en fuente de felicidad. Esos momentos, que a menudo pasan desapercibidos, se han convertido en la fuente de mis reflexiones y en la inspiración para cada poema. En ellos he encontrado una vía para expresar mis sentimientos, y para reconocer la belleza que se oculta en la pequeñez de lo cotidiano, amando a quienes, de una u otra forma, han formado parte de cada experiencia.

Como bien dijo el buen G. K. Chesterton: "Un hombre se inclina a sentir una determinada emoción frente a la amplitud del mundo. ¿Por qué no podría estar inclinado a sentirla frente a su pequeñez?". Y es precisamente esa pequeñez la que he querido capturar en estos escritos, porque en ella residen las grandes emociones y las verdades profundas que dan sentido a nuestra existencia.