capitulo 1|one-shot|

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ADVERTENCIA ⚠️

Mamá=Saturno
(Luna le dije mamá de cariño)

•tal vez aparezcan cosas en femenino como convencida debería ser convencido (por el autocorrector)

•saturno, Tierra, Júpiter, Luna son hombres

•🌎 🍃¿?🍃 🌑•

A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se Ie entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.

Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. EI cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma.

Así ocurrió el día que papá se fue de casa. La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Recuerdo la puerta que se cerró detrás de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio.

• • •

-Le dije a Júpiter que viniera con su hijo. ¿Qué te parece?

-Me parece bien -mentí.

Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:

-No me lo estás diciendo muy convencido.

-Yo no tengo que estar convencido.

-¿Y eso que significa? -preguntó el hombre  que más preguntas me hizo a lo largo de mi vida.

Me vi obligado a levantar los ojos del libro:

-Significa que es tu cumpleaños, y no el mío -respondí.

La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá.

Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte.

-Se van a entender bien -dijo mamá-. Tierra tiene 3 años mas pero no hay problema

La gata, único ser que entendía mi desolación, salta sabre mis rodillas.

-Gracias, gatita buena.

Habían pasado varios años desde aquel viento que se Ilevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros. Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de Ilanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador. Disfrazadas de pedacitos de cristal. "Se me acaba de romper una copa ", inventaba mamá que, con tal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrosas hechicerías.

Ya no había huellas de viento ni de Ilantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a pasear juntas en bicicleta, aparecía un tal Júpiter y todo volvía a peligrar.

Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Después pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Júpiter y su tierra habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.

-Me voy a arreglar un poco -dijo mamá, mirándose las manos-. Lo único que falta es que lIeguen y me encuentren hecho un desastre.

-¿Qué te vas a poner? -Ie pregunté, en un supremo esfuerzo de amor.

hermanastros |solarballs|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora