Con un último vistazo hacia el acantilado, empecé a preguntar, tratando de recobrar el control de la situación.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —pregunté, con una mezcla de agotamiento y preocupación.
Damian, todavía respirando con dificultad pero con una renovada determinación, respondió rápidamente. —Tenemos que encontrar el corazón de dragón y cumplir la profecía.
Mis ojos se abrieron con creciente confusión. — ¿Y cómo se supone que encontraremos eso?
—Para encontrar el Corazón de Dragón —comenzó Damian, con un tono grave y determinado—, debemos ir al centro de la isla. Allí, entraremos en una de las muchas cuevas que se encuentran en esa área. No hay una cueva en particular que sepamos que contenga el Corazón, pero necesitamos comenzar la búsqueda allí.
Kaelan, frunciendo el ceño, no tardó en preguntar—¿Sabes cómo es el Corazón de Dragón?
Damian negó lentamente, el gesto de su cabeza mostrando una mezcla de frustración y resignación. —No, no sé cómo es exactamente —admitió—. Lo que sí puedo hacer es buscar en los libros que tenemos en el campamento. Tal vez ahí haya algo que nos dé más pistas sobre su apariencia o ubicación.
Miré a Kaelan y a Damian, y con una determinación renovada, asentí. —Entonces, empecemos a buscar. Necesitamos resolver esto y restaurar el equilibrio antes de que sea demasiado tarde.
Con la nueva meta en mente, nos dirigimos de vuelta al campamento, preparados para enfrentar los desafíos que nos esperaban. A pesar de la tensión, había una sensación de propósito que nos mantenía unidos. La búsqueda del corazón de dragón no solo era nuestra misión, sino también nuestra esperanza para restaurar el equilibrio en la isla y en el mundo.
Mientras regresábamos al campamento, Damian se adelantó con una expresión decidida.
—Voy a adelantarme un poco para buscar algo —dijo, antes de empezar a alejarse con rapidez.
Kaelan y yo nos quedamos atrás, y pronto el silencio incómodo comenzó a formarse entre nosotros. Iba a romper ese silencio con alguna observación, pero Kaelan estaba a punto de hablar cuando lo interrumpí.
—Lo que te dije antes... no era cierto —dije, tratando de parecer más segura de lo que me sentía en realidad.
Kaelan me miró, algo confundido. —No fue eso, Lyriana. Fue la magia oscura de la isla. Estás enfrentando cosas que nunca imaginaste.
Suspiré, sintiendo el peso de todo lo que había sucedido. —No sé cómo comportarme ahora, ni qué sentir. Todo lo que ha pasado contigo es nuevo para mí. No sé si debería estar enojada, agradecida o simplemente... perdida.
La mirada de Kaelan se suavizó un poco, y vi que estaba tratando de comprender lo que estaba diciendo.
—Esto es todo nuevo para ti, y es normal que te sientas así. La magia de la isla
Lo interrumpí.
—No me refiero a eso, Kaelan.
Él me miró, curioso. —¿A qué te refieres?
Suspiré profundamente, tratando de ordenar mis pensamientos. —No sé cómo comportarme contigo después de lo que pasó en el puerto y en tu camarote. Estoy confundida. No sé si estamos yendo demasiado rápido, si en realidad siento algo por ti, o si es solo porque hemos pasado mucho tiempo juntos y te extrañaba como amigo o tal vez algo más.
Kaelan se detuvo, su mirada fija en mí, dándome la señal de que continuara hablando. Su silencio, en lugar de ser reconfortante, parecía intensificar mi angustia.
ESTÁS LEYENDO
Las Profecías Del Océano: La Isla De Los Dragones
FantastikEn un mundo donde la profecía y el destino se entrelazan, Lyriana, una joven con un pasado complejo, se ve atrapada en una lucha entre el bien y el mal. Junto a Kaelan, un capitán pirata con un agudo sentido del humor y sarcasmo que pone a prueba la...