¿Quién odia más a quién?
—Eres sorprendentemente más eficiente de lo que esperaba.
Me encuentro con Hank en la sala de su torre realizando las fórmulas que pidió. Y sinceramente no sé si lo que me dice lo debo tomar como un alago o un regaño por los gestos que expresa cada que resopla mientras hojea los pergaminos.
—Bueno, normalmente soy rápida. —digo como si no fuese nada.
—Gracias a ti estamos en la etapa final. —añade el brujo —A este ritmo, para mañana podremos completar la ceremonia mágica.
—Previamente, no sabía que la magia era luchar con papeles. Creí que sería algo mucho más fantástico.
—Será mucho más fantástico cuando aprendáis a dominar el shit. —dice —La magia es de un alto nivel de aprendizaje. Por lo que tiene que realizar cálculos e investigaciones muy meticulosos. —levanta las manos estirándose en el asiento —El momento en el que podéis saborear la estimulación es en el campo de batalla. Allí sí que se puede usar magia... y es agotador.
—Entonces... —una duda ronda en mi cabeza y no me voy a quedar con las ganas de preguntárselo. —¿Estuviste en Hurmywart?
—Por supuesto. —afirma —No iba aprender magia de la nada ¿o sí? —levanta una ceja.
—Eso es maravilloso. —digo con un brillo de fascinación en los ojos. —Me gustaría ir a ese lugar.
Hank me dijo que allí fueron entrenados los mejores brujos y hechiceros del mundo. Allí se aprende todo tipo de cosas, tanto magia como defensa, y que al mejor aprendiz le otorgan un ejército cuando se llega la hora de marcharse. Dice que es un lugar muy estricto. Allí aprendes porque aprendes.
—Pero no me has dicho cómo es ese sitio. —recuerdo. —¿Es muy grande?
—Tiene pinta de ser un palacio, pero en realidad es una escuela que está ubicada en una isla. Es la cuna de conocimiento por decirlo así. El lugar cuenta con cuatro alas, un templo, habitaciones, campos de entrenamiento, bibliotecas y demás. Es abastecido con todo lo necesario.
—¿Y qué hay en las cuatro alas? —pregunto cada vez más interesada.
—Cada ala representa los cuatro elementos naturales. Allí los aprendices descubren su elemento. Yo por ejemplo dominé el aire. —alardea —Se pasa por una serie de pruebas para manifestar el poder.
—Eso suena genial.
—El lugar fue creado por los antiguos hechiceros de Hosht. —continúa —Allí se reúne todo el conocimiento del mundo. Allí aprendes a valerte por ti mismo, aprendes a sobrevivir a los ataques de cualquier persona, se debe estar alerta a cualquier situación. Llegas a descuidarte un momento y estás acabado. —expresa —Lo más estresante es que allí los aprendices deben permanecer por cinco años. Tienen que olvidarse del mundo exterior, de su familia, de sus amigos, de las cosas que solía hacer. Allí no hay bailes ni eventos organizados. Tampoco se les permite enviar ni recibir cartas de sus seres queridos.
—¿De verdad? —exclamo decepcionada.
—El que entre allí debe olvidarse por completo de la vida que tuvo hasta que se cumplan los cinco años.
—Pero al menos se aprende algo.
—Eso sí. Te enseñan cosas que nunca imaginaste posibles. —juguetea con la pluma entre sus dedos. —También es un lugar neutro en el que no interfiere con los asuntos externos de ningún continente o país, es una isla de sabios que protegen el orden mundial.
—Ya veo.
—Hay algo importante. Si usas los poderes para uso personal, te castigan. Mantienen monitoreados a los aprendices cada hora. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado. Yo hui de Hurmywart debido a que no me gustaba. —confiesa con total serenidad —Casi me cuesta la vida, pero lo logré. Algunos me vieron y les informaron a los institutores. Me persiguieron por el bosque, pero no me pudieron encontrar.
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UN TOQUE DE FELICIDAD
FantasíaDescubrid ahora la magia que os brinda el mundo, los misterios que posee y lo dispuesto/a que estáis por descubrirlos todos. Los secretos escondidos en estas páginas son un pase para aventuraros a un mundo lleno de fantasía y un poco de detonación i...