La noche prometía ser intensa en la casa de Jaziel, un joven con un espíritu aventurero y una pasión
ardiente por la música. Era un chico atrevido, con un peculiar estilo que llamaba la atención, desde su pelo de
tres colores hasta sus ojos heterocromáticos, un azul claro con un toque rojizo en uno y un café claro con un
borde plateado en el otro. Esa noche, la casa estaba llena de mujeres talentosas y experimentadas, amigas de su
padre, John, quienes habían llegado para ayudar a Jaziel en su proyecto musical.
Después de una productiva sesión de grabación, donde Jaziel había demostrado su habilidad con la guitarra, el
grupo se reunió para una deliciosa cena preparada por los padres de Jaziel, John y Julianne. La atmósfera estaba
cargada de energía creativa y una tensión sexual sutil que solo unos pocos percibían.
Tras la cena, las invitadas se retiraron a sus habitaciones, cada una con su propio estilo y encanto. Joan Jett, la
rockera de 38 años con su cabello negro corto y ojos cafés penetrantes, compartía habitación con Cindy
Blackman, una morocha alta y flaca de 37 años, cuya sonrisa era tan cautivadora como su habilidad en la batería.
Anne Mutter, una talentosa tecladista de 33 años, se hospedaba con Kim Gordon, la bajista de 43 años,
conocida por su actitud desafiante. La sensual pianista Diana Krall, de 32 años, compartía espacio con Marusha,
una DJ de 29 años llena de energía y carisma. La habitación contigua albergaba a Kim Deal, una guitarrista de 35
años con una sonrisa pícara y cabello negro largo, y Sylvia Massy, una productora de 37 años con cabello rubio y
una personalidad cautivadora.
Jaziel, cansado después de un día lleno de emociones, decidió jugar un rato con sus mascotas antes de retirarse
a su habitación. Mientras caminaba por el pasillo, no pudo evitar echar un vistazo a las habitaciones de las
invitadas, cuyos puertas estaban entreabiertas. La curiosidad lo invadió al ver a estas mujeres atractivas y
seguras de sí mismas preparándose para la noche. Cada una tenía un cuerpo diferente, pero todas eran hermosas
a su manera.Cindy, con su piel morena y esbelta figura, se deslizaba una camiseta por la cabeza, revelando unos senos firmes
y apetecibles. Joan, con su actitud desafiante, ya estaba en ropa interior, mostrando unas curvas que
contrastaban con su apariencia ruda. Anne, con su cabello rojizo, se quitaba lentamente una blusa, dejando al
descubierto unos pechos pequeños pero perfectamente formados. Kim Gordon, mientras tanto, se deshacía de
sus pantalones, mostrando unas piernas largas y tonificadas.
Jaziel se sintió excitado por la visión de estas mujeres, pero se contuvo, consciente de los límites que debía
respetar. Entró en su habitación, que estaba estratégicamente ubicada entre las habitaciones de Joan y Cindy, y
la de Kim Deal y Sylvia. Se preparó para dormir, pero la imagen de esos cuerpos femeninos lo perseguía en sus
pensamientos.
Cerca de la medianoche, cuando la casa estaba en silencio, Jaziel fue sacado de su somnolencia por unos
gemidos que provenían de la habitación contigua. Intrigado, se levantó y se acercó a la pared, pegando su oído
para escuchar mejor. Los gemidos eran más intensos de lo que esperaba, y su curiosidad se transformó en deseo.
Con cuidado, abrió la puerta de su habitación y asomó la cabeza, sorprendido por lo que vio. Joan Jett estaba
arrodillada entre las piernas de Cindy, devorando su intimidad con una pasión desenfrenada. Cindy gemía,
agarrando la cabeza de Joan y presionándola contra su centro de placer, disfrutando de cada lamida y chupada que recibía.
Jaziel, excitado por la escena, se apoyó en el marco de la puerta, frotándose la entrepierna a través de sus
pantalones mientras observaba el encuentro lésbico. La habitación estaba bañada en una luz tenue que
acentuaba las curvas de ambas mujeres.
Sin previo aviso, Joan y Cindy cambiaron de posición. Ahora era Cindy quien tomaba el control, bajando su
cabeza hacia la intimidad de Joan, quien se recostaba contra la cama, disfrutando de la atención que recibía.
Jaziel, con su mano todavía dentro de sus pantalones, se había acercado un poco más a la puerta, ansioso por
una mejor vista.
En ese momento, Joan levantó la cabeza, y sus ojos se encontraron con los de Jaziel. Un momento de sorpresa
se apoderó de ambos, pero Joan, con su espíritu rebelde, sonrió y le hizo una seña para que se acercara. Jaziel,
sin dudarlo, obedeció, entrando en la habitación y cerrando suavemente la puerta detrás de él.
Joan le indicó que se acercara a Cindy, quien seguía embelesada por el placer que recibía. Jaziel, con su joven y
viril miembro ya erecto, se colocó detrás de Cindy, que aún estaba de rodillas. Con un movimiento suave,
introdujo su pene en la humedad de Cindy, que soltó un gemido de sorpresa. Joan, rápida, se abalanzó sobre los
labios de Cindy, besándola apasionadamente para contener su grito.
Jaziel empezó a moverse lentamente, entrando y saliendo de la cálida cavidad de Cindy, mientras Joan
continuaba besándola, disfrutando del sabor de los labios de su amante. Los gemidos de Cindy llenaban la
habitación, mezclándose con los sonidos de la cama que crujía bajo el ritmo de la penetración.
El trío se movía en una coreografía erótica, cambiando de posiciones y explorando nuevos placeres. Jaziel, ahora
sobre la cama, penetraba a Joan con fuerza mientras Cindy, sentada sobre su rostro, se deleitaba con su lengua
experta. Los gemidos y jadeos llenaban el aire, mezclándose con las palabras sucias que Joan y Cindy se
susurraban al oído.Después de dos horas de intensa pasión, Jaziel se levantó, exhausto pero satisfecho. Se dirigió a la puerta, listo
para regresar a su habitación, cuando se encontró con Kim Deal, parada en el umbral, masturbándose mientras
observaba la escena. Sorprendida por su presencia, Kim retiró rápidamente su mano de su intimidad.
Jaziel, con una sonrisa traviesa, tomó la mano de Kim y la guió hacia su habitación, ansioso por continuar la
noche de placer. Entraron en la habitación de Kim, sin saber que Sylvia Massy, quien compartía habitación con
ella, estaba despierta, observando todo desde la cama, fingiendo dormir.
Jaziel y Kim se besaron apasionadamente, cayendo sobre la cama, mientras Sylvia veía como se besaban, en poco tiempo se excito y silenciosamente, se unía a
ellos. Sus manos expertas exploraban los cuerpos de los amantes, intensificando el placer. Jaziel, ahora entre dos
mujeres experimentadas, se entregó a una noche de lujuria y pasión, descubriendo los placeres prohibidos que
había anhelado.
La casa de Jaziel en Los Ángeles fue testigo de una noche de música y placer, donde los límites se desdibujaron y
el deseo se convirtió en la única regla. Jaziel, el joven aventurero, había encontrado en esas mujeres
experimentadas la oportunidad de explorar sus fantasías más profundas, viviendo una experiencia que marcaría
su vida para siempre.
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Hollywood Apocalypse
AléatoireSoy Jaziel Caim Paimon, y recuerdo ese día como si fuera ayer, el año 2028, cuando mi mundo se derrumbó. Vi morir a mi familia, a mis seres queridos, en medio de la guerra que azotaba el planeta. La extraña energía que apareció en 2026 había desenca...